Colmillos En Su Sonrisa

Capítulo II

—Ten Psyche— dijo Chloe pasándome una carpeta— Te lo manda Aldric.

La tome mirándola con una ceja levantada, con mucho desconfianza, no eran normales este tipo de acciones por parte de él.

— ¿Qué es esto?— le pregunté sin abrirla, no me daba buena espina.

—La información del instituto. — explicó como si fuera lo más obvio, inclusive me miro y suavemente movió la cabeza a un lado al otro.

—Oh, no, no, eso sí que no— le dije enojada, dando salto en la cama para llegar al borde.

Solo llevábamos unas semanas en este lugar y ya estaba oliendo problemas y peleas con mi tierno padre. Yo no le dije que quería regresar al colegio estaba cansada de estudiar

Tiré la carpeta en la cama y con un cabreo muy grande fui a buscar a Aldric.

Absorbí el olor de la casa y detecte su aroma en la planta de abajo, al parecer estaba con las reservas de sangre en el sótano, menos de un parpadeo estaba al frente Aldric.

— ¿Quién te dijo que yo quería regresar al instituto?— le pregunté enojada.

Él con una tranquilidad me miró cosa que me hizo elevar el enojo cerró la puerta del sótano y se volteó a encararme.

—Ya Chloe te dio los papeles— no me preguntó sino que resaltó el hecho.

Caminó hasta su despacho conmigo pisándole sus talones y quejándome de lo que hizo y decidió sin mi previo consentimiento.

—Obviamente que es un error.

—No lo es, Psyche. —hablo despacio como si tratara con un animal rabioso y agresivo. Que en parte era un poco cierto, pero él me provocaba en gran manera.

— ¿Y tanto miedo te doy que no me los das tu mismo?

Eso fue otra cosa que me enojo que Chloe me haya dado los papeles.

—No, solo que tenía otras cosas que hacer. —me dijo abriendo los ojos. "Tomar sangre" pensé— Además si tu hermana te lo entregaba yo podía hacer lo otro y tu vendrías a tener esta discusión de todas maneras.

Me explicó todo con mucha calma, su actitud me obstinaba en ocasiones.

—Oh, claro que si, iba a pelear contigo. — Puse las manos en mis caderas— Corrección, voy y estoy peleando contigo.

Gracias a todo el tiempo que teníamos juntos podíamos saber lo que pensaba o como iba a actuar el otro. Pero claro nuestra relación nunca llego a ser más que amigos o camaradas a pesar que Gisèle aún no formaba parte de nuestras vidas.

—Se puede saber porque no quieres ir. —frunció su ceño y pude ver en sus ojos oscuros la preocupación.

—Aldric, te daré una buena razón— comencé con voz suave demasiado sedosa para mi gusto, pero era normal en un vampiro— Me acabo de graduar. No voy a estar otra vez estudiando, sabes que me tiene cansada.

Levanté mis brazos al aire con exasperación.

Acababa de graduarme de la universidad de Suiza como bióloga marina no quería cursar el último año del instituto y buscar universidad...de nuevo.

—Sabes tan bien como yo que cuanto más joven aparentemos ser más tiempo nos quedaremos.

Me volvió a lanzar una mirada de comprensión.

—Si yo lo sé, pero es ilógico que regrese a esa pocilga. —grité, cosa que estaba de más.

Control...