Capítulo XIV

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Sunny se tropezó y con un rápido movimiento la enderece, sin esfuerzo, sin sudar.

—Wow, gracias, P— agradeció acomodándose sus anteojos. —Ya estaba esperando el suelo.

Sólo me encogí de hombros y seguimos nuestro camino por los jardines del instituto. La profesora de poesía, que estaba algo loca, nos dijo que saliéramos a buscar cosas que nos inspirara, o algo así, por todo el instituto. Pero en realidad no nos quería dar clase, porque su nueva pareja, o bueno ex-pareja, terminó con ella por un mensaje de texto.

Aún no entendía porque Aldric me inscribió en esta clase, definitivamente me tenía que vengar de mi padre.

Tienes increíbles reflejos y gran fuerza— me dijo con una sonrisa pequeña en sus labios.

—No es nada—le reste importancia pero ella botó un suspiro cansado.

—Chicas, escuchen—dijo emocionada Deila guardando su celular en el bolso. — Mi prima me dijo que va a ver una fiesta increíble mañana en la noche.

—Deila, no estoy de humor— murmuró Sunny cortando una flor del jardín y después de olerla la guardó, entre las hojas de su libreta.

—Vamos, Sunny. — la alentó Deila con un abrazo— Aún no entiendo tu depresión.

Era cierto que Sunny andaba algo decaída todo este tiempo, pero aun no decía nada al respecto. Sunny nos miró a ambas y se echó a llorar, grandes lágrimas salían de sus ojos. Ella se las secó y cuando estuvo más calmada habló.

—Creo que Alan terminará conmigo—dijo bajo y con una voz quebradiza. Miró al patio donde muchos de los estudiantes estaban echados en la grama riendo y conversando.

—Eso no puede ser—mi ceño se frunció, hasta donde sabía, el novio de Sunny estaba muy emocionado por su aniversario con ella y ha estado preparando todo con gran detalle.

—Psyche tiene razón, debes estar equivocada. —le dijo Deila pues ella sabía, como yo, todo lo que Alan ha hecho.

—Es que si no termina conmigo...—susurró mirándonos con gran determinación en los ojos— Yo lo haré. —sentenció dejando deslizar unas lágrimas por sus mejillas.

— ¿Por qué harás tal cosa?— preguntó asustada la chica de lisos cabellos negros.

Deila me miró buscando apoyo pero yo tampoco sabía que decir o hacer en esta situación.

—Es que él me está engañando...

— ¿Lo vistes o qué?— le pregunté sin entender nada.

—No, pero cada vez lo siento más lejos—nos contó sorbiendo su nariz roja— Y pensé que eran ideas mías pero siempre está con su celular y yo...—sabía que Sunny no era una chica celosa— Ya no se qué pensar.— dijo al final con mucha dificultad y dejando que nuevas lagrimas bajaran por sus mejillas.

El timbre sonó anunciando el fin de la hora y el inicio del tiempo libre para comer.

—Mejor te acompaño al baño para que te laves la cara. — le dijo Deila a Sunny llevándola al baño antes que apareciera Alan y la viera así de mal por su causa.

—Ey, Psyche— me saludó con una gran sonrisa mostrando todos sus dientes— ¿Sunny?, ella no tiene...

No resistí verlo tan feliz cuando Sunny estaba toda desecha polvo en el baño.

— ¿Eres idiota o qué?—le dije con enojo.

Él me miró sin entender mi actitud hacia el tan brusca y enojada.

Colmillos En Su SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora