Una historia diferente - Cazadores de Sombras

Capítulo 9: Cabalgata

Clary

Casi una semana después del beso, aún seguía pensando en ello como si hubiera sido un sueño. Todavía no creía que las cosas habían salido tan bien y que Jace y yo estuviéramos empezando una relación.

Una relación. Wow, esa palabra sonaba como... no lo sé, estaba cargada de importancia y seriedad. Era una palabra fuerte.

Sin embargo, estábamos en una posición algo rara. Ese problema que tienen todas las parejas de no saber qué son. ¿Amigos? ¿Amigos con derechos? ¿Novios?

Detestaba que no hubiera algún nombre entre medio de esos. Debía haber algo.

Pero bueno, a pesar de eso, estábamos bien. Nadie lo sabía, ya que habíamos decidido mantenerlo en secreto por un tiempo, excepto Izzy. Era imposible ocultárselo porque ella fue una pieza clave en que ambos por fin admitiéramos lo que sentíamos.

En cuanto a Izzy, ese mismo día había estado esperándome en mi casa para poder oír todos los detalles e invadirme a preguntas.

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Flashback

—¿Qué pasó? Cuéntame todos los detalles. TODOS —dijo remarcando esa última palabra mientras se sentaba mega emocionada en mi cama, sosteniendo un almohadón contra ella con nerviosismo.

—¡Está bien! —respondí riendo y rodando los ojos—. Estaba en el árbol del bosque...

—¿En el que se conocieron? —me interrumpió Isabelle a lo que yo solo asentí.

—Luego, él llegó y se disculpó por lo que dijo y bla bla bla... Después empecé a bajar del árbol, pero las ramas estaban a punto de romperse y me sostuve de la equivocada, y bueno... caí —continué. Izzy escuchaba todo con mucha atención, mordiéndose las uñas—. Pero él me atrapó...

—¡Como cuando se conocieron! —exclamó entusiasmada moviendo el almohadón hacia todos lados con brusquedad.

—Sí, sí. Pero, Izzy, por favor, ya deja de interrumpirme —le supliqué cansada. Ella asintió y volvió a prestarme atención, dejando la almohada en su lugar—. Bien, él me atrapó y me dijo que también le había gustado el beso y... bueno... él...

—¡¿Él qué?! —preguntó Izzy, impaciente, acercándose hacia mi violentamente. Como si estuviera pegada a la televisión esperando que algo emocionante suceda.

—Me besó —finalicé.

—¡¡¡¡Wiiiiiii!!!! —empezó a gritar. Se levantó de mi cama y comenzó a dar saltitos de alegría—. ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! —exclamaba más para sí misma que para mi. Agarró todo lo que encontró y empezó a tirarlos, como si fuera lluvia de ¿felicidad?— Sabía que él también te amaba. ¡Lo sabía!

—¡Está bien Izzy! Lo sabías. Pero cálmate —le dije riendo y poniéndole mis manos en sus hombros para que dejara de saltar y de revolear mis cosas.

Ella asintió y se volvió a sentar en la cama un poco menos exaltada—. Sigue contando —me pidió.