Una historia diferente - Cazadores de Sombras

Especial 1k: Parejas

Izzy

—Izzy, es solo una fiesta. Sólo elige un vestido y ya —me dijo Simon, cansado de que revolviera todo mi armario durante media hora—. Además, todo te queda bien —agregó con una sonrisa encantadora.

Íbamos a ir a una fiesta en Pandemónium y no encontraba un maldito vestido que me convenciera.

—Gracias, Simon —le agradecí con una sonrisa y besando sus labios con rapidez—. Ya sé que todo me queda bien, pero quiero el vestido perfecto —expliqué.

Sabía que era una fiesta cualquiera, pero no iría con una persona cualquiera.

Definitivamente no era una persona cualquiera.

Al final me decidí por un vestido azul, era corto y ajustado. Tenía la espalda descubierta y un pronunciado escote. Lo combiné con unas botas negras que me llegaban un poco debajo de la rodilla y una chaqueta del mismo color. Observé mi cabello que caía en ondas sobre mis hombros y decidí que estaba lista. Me veía extremadamente hermosa.

Cuando salí del baño, Simon me observó de arriba a abajo con la boca abierta en una gran O.

—Wow. Estás increíble —exclamó.

—Gracias —agradecí acercándome a él—. Tú te ves muy sexy también.

Simon llevaba una remera gris un poco apretada que marcaba sus músculos, unos jeans ajustados negros y una campera del mismo color. Tenía su cinturón de armas en la cintura, llevaba unos cuantos cuchillos y su estela. Su cabello marrón un poco despeinado como siempre.

Agarré unos cuchillos serafines, guardé mi estela en mi bota y coloqué mi látigo en mi muñeca, su peso ya era muy familiar y me daba seguridad.

—¿Vamos? —preguntó dándome su brazo.

—Vamos —afirmé y le di mi brazo.

Salimos del Instituto para dirigimos al lugar en su camioneta, lo que nos llevó tan solo unos minutos. Cuando llegamos, un hombre alto y musculoso estaba parado en la entrada, este me observó de arriba a abajo descaradamente.

—Cierra la boca idiota, te entrarán bichos —le dijo Simon enojado por su reacción al verme.

Estaba celoso. Me gusta.

El hombre iba a replicar, pero Simon le chocó su hombro con el de él y entramos antes de que pudiera decir algo más, no sin antes dedicarle una mirada de asco y empujarlo yo también.

—Te ves lindo cuando estás celoso —le grité divertida en el oído ya dentro de Pandemónium, la música estaba demasido fuerte.

—No estoy celoso —negó poniéndose un poco rojo—. Es solo que... no tiene por qué mirarte... así —aclaró.

—Ajá... —dije sin creerle ni una sola palabra—. ¿Bailamos? —pregunté.

—Claro —gritó.

Nos dirigimos a la pista de baile y empezamos a bailar pegados al compás de la música. Simon observaba mis movimientos sexys y sensuales con un poco de sorpresa y admiración.

Bailamos durante unas horas o eso me pareció a mi. Estaba realmente disfrutando el momento y la compañía de Simon. Se encontraba más suelto de lo normal y eso me alegraba. Extrañamente, deseaba conocer más sobre él, personalmente, pero casi no hablábamos sobre ello.