Ni siquiera lo abrió para dejarle en visto y entendiera que no tenía ganas de verlo, tal vez era probable que más tarde le respondiese pero no ahorita y quizá... no hoy.Sólo quería llegar a casa de Tania y contárselo todo, sacarlo de dudas, porque aunque fuese muy obvia la respuesta, que hasta él mismo lo sabía pero no quería aceptarlo, si lo escuchaba de su gran amiga, quién sabe cuál sería su reacción, aunque a lo mejor ni se inmutaría, aparte, no quería que las cosas con ale quedasen así, sin darle un motivo en particular por lo que de pronto fue tan brusco y abrupto.
« No molestes » recordó. Había sido tan rígido, no se tomó por lo menos unos minutos para darle una verdadera respuesta, le ganó el impulso y ese fue el resultado, ella no lo habrá demostrado pero sabía que en su interior la hirió y aún así se atrevía en negarse con tal de que le diese respuestas. Luego sin decirle algo en absoluto, la dejó ir a casa de yayo.
¡La había dejado ir! ¡¿Qué diablos le pasaba?! ¿Por qué permitió que el orgullo ganara la batalla?
Por coraje, esa había sido la causa de donde se deriva su orgullo, fue meramente por eso y gracias a ello, dejó que se marchara ¿a qué hora regresaría? Ni siquiera se detuvo a cuestionárselo, lógicamente sería tarde, dependiendo a su conversación, si era escasa, ella seguro se tomaría la molestia de comprar la cena o simplemente regresar a casa para prepararla, entrando en ese tema ¿lo esperaría o cenaría sola para posteriormente irse a dormir debido al trabajo que le espera? ¡Si será un imbécil! ¡Por supuesto que no lo esperaría! ¿En qué cabeza cabe pensar que después de todo se será benévolo?
Él, por ejemplo, así lo pensaba que hasta cierto punto llegaba a creer o decir que no la merecía, incluso, había un momento en el que se tentaba en cuestionarle "¿por qué yo y no otro?"; era tan hermosa, un ángel caído del cielo otorgado a él para cuidarle hasta sus últimos días de vida, tan inteligente, aunque algunas veces testaruda, amaba como loco a esa mujer y es que en ciertas ocasiones podía sacarlo de sus casillas pero ella encontraba la forma de apaciguarlo e incluso pedirle perdón, además, ella estaba siempre a su disposición, no importaba si estaba en el trabajo, hacía lo que estuviera a su alcance para poder ayudarle o apoyarle en lo que necesitara, incluso le aporta ideas o más bien, sugerencias para implementar en su canal, proyectos musicales, quizá no ahorita pero sí a futuro.
Era su complemento en casi todo y a pesar de que él podía llegar a ser tan... tan um... llamémoslo... antipático, y no en totalidad, sólo de forma inoportuna con ella, ésta aún así lo quiere, le ama, porque sabe que en algún momento se le pasará y la causa es un mal día.
Definitivamente era la persona que necesitaba tener en su vida.
*-*-*-*-*-*-*-*
—¡Deberías ponerle un alto a strecci!— espetó fabi.
—¡¿Yo?! ¡Tu querida amiga es la que debe ponérselo!— bufa yayo dirigiéndose a la cocina para sacar una cerveza del refrigerador.
—Te recuerdo que también es tu amiga, Eduardo.
—Pero es más amiga tuya que mía.
—¿Disculpa?— frunce el ceño— ¡Pero si a mí me ha estado mandando al carajo por ti! ¡Prefiere consejos tuyos que míos!— añade exasperada.
—¡Eso no significa nada, amor!— bebe un sorbo de su cerveza, regresa hacia la sala donde su novia se encontraba de brazos cruzados, indignada y en desacuerdo sobre el tema de Strecci y ale—. Además, a mí ni me embarres con este tema, yo no tengo nada que ver en el.
—¿Ah no hijo de puta? ¿No tienes nada que ver? ¿Estás seguro?
—¡Hey! ¡No me llames así, me ofendes! Y no, no tengo nada que ver.
Suelta una risa sin gracia.
—Deja de mentir— resopla— por Dios Eduardo, tú mismo me contaste todo lo que strecci piensa hacer el día de la boda de pepe y ale. ¿Y te atreves a negármelo?
—Ajá, tienes un punto a tu favor más sin embargo he de aclararte que, yo no estoy involucrado, en referencia a tener que ayudarle con eso, yo mismo le dije que no me pinches metiera en sus pedos.
—Bien. Pero tú como su mejor amigo debes de frenarle el coche, caramba, las fotos que sube con ella dan mucho de qué hablar, si las viera ella, tremendo infarto que le daría.
—¡Si están ahí es porque ella lo permite, amor! Chingada madre ¿qué parte de "strecci lo hace por joder a pepe" no me pinches entendiste cuando te lo conté?— refunfuña.
—Eso yo no lo sabía, tengo entendido que ella en ningún momento ha permitido que él suba esas fotos, por Dios, ¡ella esquiva a strecci!
—Pero él a mí sí.
—¿Y vas a creerle a él en lugar de ella?
—A ninguno, yo no pienso ponerme en el lugar de uno de los dos. Es muy su pedo.
—Yayo, amor, gordito de mi alma— suspira—, no es cosa de ponerse del lado de ellos sino de pepe, quien por cierto, es el más perjudicado del asunto. A eso quiero llegar.
—¡Por ahí hubieras empezado!— puso los ojos en blanco.
—¡Es que tú no me dejas!— gruñe.
—¡Porque tú haces un escándalo!
—Basta ya, agh. No quiero seguir discutiendo.
—Yo mucho menos, amor.
—El punto es que... si te digo que le frenes el coche a strecci es precisamente por esa razón, pepe, él es quien ha sufrido más y quién ha tenido que soportar demasiado, más vale que le pidas al muchacho con sombrero de Dross y pelos de señora que le baje tres rayitas porque se metió con la pareja equivocada. Hablo en serio Eduardo.
—Verga, yo que quería estar en paz y tranquilidad. Está bien, le diré que se apacigüe, bueno... quitarle esa pendeja idea de su supuesto amor por ella, ya sabes, que está "enamorado"— enfatizó—, es un pendejo y si pepe se entera, pff, la putiza que le espera.
—¿Lo crees capaz de golpearlo?
—¿Qué si no? ¡Obviamente!, porque Alejandro se está entrometiendo en donde no le llaman y no será correspondido.
—Nunca imaginé que todo esto acabaría aquí, es decir, intentando solucionar un problema.
—Y yo no pensé que a strecci le valdría verga el bro code y quebrantaría una regla del mismo.
—Insisto, cielo, debes de ponerle un alto.
—Ugh, que sí, sólo si tú también hablas con ale y le cuestionas por qué permite que él sea tan... uh, meloso con ella.
—Lo prometo.
—¡Hola chicos!— saludó la pelinegra asomándose por la puerta, así es, tenía una copia de la llave—. ¡Traje obsequios!
Ambos se miraron fijamente.
—Iré al grano— articula fabi volteándola a ver—. ¿Qué se traen strecci y tú? ¿Por qué últimamente andan muy cariñosos?
Yayo se dio un golpe en la frente con la mano.
—¡Así no debías de preguntarle!
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This is gonna hurt [2nd Season/TERMINADA]
Romance« Ya no tendremos que fingir todas las cosas que tienen que llegar a su fin ¿de acuerdo? » •-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-• Prohibida la adaptación o copia de esta novela, de ser así serás denunciado/a. Escrita por su servidora: -JDTrouble.