Scene thirty six.

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Sentía una opresión en el pecho, peor a cuando me contaron que en un sueño pepe estuvo en coma, esto dolía demasiado, no iba a poder asimilar que perdería a alguien, especialmente una amiga, una persona que consideraba una hermana para mí. Veía borroso a causa de las lágrimas, no recuerdo el momento en que parecía un niño pequeño cuando no le compras lo que quiere, era con mucho sentimiento, ella me miró triste, me abrazó con mucha fuerza, no evité aferrarme, ni siquiera quería soltarla ¿en qué punto esto iba a acabar en una despedida? Añoraba en demasía que fuera otro sueño más, yo la quería viva y conviviendo con nosotros.

No quería que acabase siendo un recuerdo más de mi memoria que me pondría melancólico durante las noches.

—¿Cómo sabe José?— cuestiona entre hipidos. Santa mierda, había olvidado que en voz alta le dije que él ya sabía de su enfermedad y todo lo que conlleva.

—No lo sé... nunca me dijo cómo lo supo.

—¿Y por qué no me lo hizo saber?

—Supongo que él esperaba a que lo hicieras pero creo que nunca sucedió.

—No estaba preparada para hacerlo, necesito que regrese, no hemos hablado del todo bien, es decir, parece que nada malo haya ocurrido, quizá desde que por cuenta propia se enteró, no quiere que eso afecte.

—Porque él tal vez no va a permitir decaerse por ello— dejé de abrazarla y limpié sus lagrimas con las yemas de mis dedos pulgares, ambos nos tranquilizamos—. Pepe te quiere tanto a pesar de todo, está para ti, eso es lo más importante.

—Y yo lo quiero a él, Dios... nunca creí encontrar a alguien como él, es como haberme sacado la lotería.

—Eso mismo me ha dicho— suspiré—, escucha, cuando aborden el tema de tu enfermedad, no se vayan a exasperar tanto, por favor, entiendo lo doloroso que es pero no quiero que por eso acaben mal o algo por el estilo.

—Gracias yayo, te prometo que eso no pasará.

—Me gusta mucho verte feliz y sobretodo con él, es bueno saber que juntos pueden afrontar lo que sea aunque cueste trabajo, que eso no interviene del todo en la relación que llevan— sonreí— los quiero tanto.

—Aw, que lindo, muchas gracias yayo, es tan bonito saberlo. Escucha, seré sincera, en cierta parte me derrumba algo lo que estoy pasando y me refiero con la enfermedad pero me reconforta saber que no estoy sola y que los tengo a ustedes, a lo que quiero llegar es, no me estoy permitiendo decaer a causa de ello, al contrario, con esto, me doy cuenta de muchas cosas y del gran valor que le debo tener a mi vida y no sólo por esto sino desde mucho antes, siempre hay que tenerle un inmenso valor a la vida, ser agradecidos de cada nuevo día que se nos permite vivir o experimentar una aventura nueva que puede traer consigo algunos riesgos pero después de todo, valdrá la pena.

—Buen concepto el que tienes, me agrada— revolví su cabello—, uh, dejando de lado los temas tristes y dolorosos, creo que hay que regresar para saber cuando se subirá el vídeo a youtube porque dijeron que le darán un par de retoques en color, ver si hubo mal corte en la edición aunque lo vimos perfecto.

—Está bien, vamos.

*-*-*-*-*-*-*-*

Anocheció, invité a ale a cenar, como compensación por haber pasado casi toda la tarde conmigo, este tipo de salidas me agradaban, porque era el momento perfecto para conocer un poco más de tus amigos, hablar de un sinfín de cosas, planes a futuro, música nueva con la que comienzan a experimentar sus sentimientos y las sensaciones tan inefables que provocan, viajes añorados desde hace tiempo, proyectos personales, entre muchas cosas más. Además de que hace tiempo no salíamos, en cierto punto, a ella le hace bien, le sirven como distracción.

—Ve y aparta una mesa en lo que yo encuentro donde estacionarme, por favor— pedí con gentileza.

—De acuerdo, si quieres hasta pido por ti.

—No, tranquila, pediremos juntos.

—Bueno, te espero.

Bajó del auto para que yo pudiera buscar un lugar donde aparcar cerca del restaurante, mientras lo hacía, recibí una llamada, no me detuve a ver de quién se trataba, sólo la atendí.

—¿Bueno? ¿Quién habla?

—Wey, soy yo, pepe— musitó del otro lado de la línea, milagro, hasta que al señor se le hincharon los huevos para dar señales de vida.

—Ah, ¿qué pedo wey? ¿Qué pasó?— enarqué una ceja.

—Gracias al cielo, nada cruel. Sólo es algo rápido.

—Apresúrate, estoy manejando, bueno, estoy buscando lugar donde estacionarme.

—Te chingas y me escuchas.

—Pues como vas wey.

—Regreso la semana que entra a la ciudad, pero no con las manos vacías, regreso con una sorpresa y necesito de tu ayuda, más bien la de todos pero sin que ale sepa— musitó con entusiasmo, fuera lo que tuviese que involucrarme a mí y a los demás, parece ser que será algo bastante agradable pero aún así, no me da tanta buena espina, digo, siempre que hay algo bueno, pasan tragedias—. Quiero preparar una propuesta de matrimonio, ya tengo el anillo, no mames, estoy emocionado, todo se llevará a cabo en el aeropuerto, qué mejor que un regreso con esa sorpresota ¿no crees yayito?

—¿Ese es el motivo por el cual has estado ausente en todas las redes sociales?

—Sí y lo lamento mucho pero quería planificarlo pacíficamente, ahora sólo falta hacerlo realidad. Necesito su ayuda.

—Cuenta conmigo— musité, aparqué a la vuelta del restaurante, justo a mitad de camino—. Avísale a los demás, nos dices qué debemos hacer cada uno y listo.

—Gracias wey, te debo una. Me despido, necesito prepararme para el show aquí en Toluca, cámara.

—Llamas a... ale— el hijo de puta colgó antes de poderle decir algo.

Nunca creí que uno de mis mejores amigos fuese a dar ese gran paso muy pronto. Me siento orgulloso de ser partícipe de ello.

This is gonna hurt [2nd Season/TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora