This is gonna hurt [2nd Season/TERMINADA]

Scene forty six.

Surprise.

Alejandro le miró absorto, tragó saliva, empezó a sudar de los nervios y mordió su labio inferior. Maldito yayo, cuando sospechaba algo, no paraba hasta comprobar que era cierto o falso ¿cómo se las ingeniaba? De eso no tenía puta idea pero a fin de cuentas, lo lograba.

—Estás pendejo wey— balbuceó ventilándose con su playera—. A mí no me atrapaste, ni me atraparás en nada. No tengo nada que esconder.

—Ay ajá— puso los ojos en blanco—. Alejandro, desde el momento que me contaste tu pinche plan para que esos dos no se casaran, supe en ese entonces que yo ya no debía confiar en ti— suspira— ¿sabes por qué? Porque un verdadero amigo, no traiciona a otro y si tú realmente fueras eso de pepe, estoy segurísimo que no estarías tan aferrado a esa puta idea wey.

—Yayo tiene razón— corrobora fabs—, si realmente fueses amigo de pepe, no harías lo que piensas en esa mente tan llena de ideologías de sexo y la vida, no sé. Pero puedo decirte que tanto él como yo, estás mal.

—Estás de su lado, me lo imaginaba, como es tu novio. También crees que estoy mintiendo.

—No alex, detén tu coche ahí, no me estoy poniendo del lado de nadie, le estoy dando la razón que es muy distinto. Tampoco he afirmado que no te creo, podría decirse que estoy escéptica.

—Da igual, lo que digo es verdad, estoy enamorado de ale, fin de la discusión.

—Mira strecci, yo ya no te voy a pinches decir nada, eres muy terco y necio, hasta que pepe no te meta otra putiza, estoy seguro que es cuando vas a recapacitar. Vas a ver que de mí te acordarás diciéndote que siempre, desde un principio estabas mal en llevar a cabo esa tremenda pendejada, porque eso es lo que es— hace una mueca— y es que eso no es lo peor, se supone que somos un equipo, unido a pesar de todo pero con esto, no cabe duda que va a llegar a su fin pronto y todo por culpa tuya. Porque cuando sean las juntas para planificar los shows, pepe ni va a querer pararse ahí a menos que no estés tú.

—Gracias por ese discurso, yayo. Con eso me acabo de dar cuenta que a causa de ti y lo que sea que vayas a meterles en la cabeza a los demás sobre mí, van a estar en mi contra y no van a querer hablarme, gracias.

Fabi le miró con molestia, empezó a guardar todo en su botiquín, ya había terminado de ayudarle con las heridas.

—No tienes madre, alex— vociferó ella—. Estás siendo demasiado egoísta, ni siquiera te detienes a pensar en el bienestar de pepe y ale, tú nada más te quedaste con lo que viste con anterioridad y no en lo actual, esos dos están demasiado bien, sí, tal vez lo que tiene mi amiga es demasiado riesgoso sin embargo ha ido a su tratamiento y lo que sé es que está muy bien de salud, últimamente todo ha mejorado y no dudo por nada que al final me diga que va a durar años; siendo sincera, admiro demasiado la capacidad que pepe tiene para poder seguir a su lado a pesar de ello, porque no cualquiera y aunque eso sea intermedio, él es feliz y ella también— palmea su hombro—. Lo que quieres hacer, no tiene nombre ¿y sabes? Un verdadero amigo, no lo haría, un verdadero amigo no le arrebata la felicidad a otro, qué lástima me da ver y escuchar todo lo que dices. Desde el fondo de mi corazón, espero que reflexiones y te des cuenta de lo mal que estás— besó su mejilla—. Ya nos vamos, mantente en reposo y cuídate mucho, nos vemos pronto.

—O quizá nunca— complementó yayo mirándolo enojado—. Adiós strecci y pues... que te vaya bien.

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Semanas más tarde...

José.

La luna ya estaba iluminando las calles de la ciudad, el tráfico de ahora era el mismo de siempre, tan inmenso que sacaba de quicio por el simple hecho de hacerte llegar tarde a cualquier compromiso que tuvieras. Este era mi caso.