Capítulo 8

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XX: Buenos días jóvenes, hoy veremos una clase nueva. Saquen su libreta y comiencen a escribir lo que les iré diciendo

Gerardo: Espero este bien...bueno...no ha llegado y él no suele llegar tarde

Brandon: ¿Crees que venga? A como me dijeron estuvo lo de ayer...yo no lo creo

YY: Buenos días, señorita Martínez. ¿Puedo pasar?

Martínez: Llega tarde Padilla. Que no se repita por favor. Tome su lugar

Manuel solo agradeció y camino por el salón hasta llegar a su lugar, aun que aun dolían los moretones que tenía en su cuerpo, ya podía caminar con más facilidad.

Gerardo: ¿Qué paso? ¿Cómo estás?

Manuel: Bien...ustedes...saben lo que paso ayer, ¿Cierto?

Brandon: Sí, bueno. Toda la escuela habla de eso

Gerardo: A demás no es muy fácil ocultarlo

Manuel: Mierda

Brandon: Vez. Por eso tenemos que andar juntos los tres, así es más difícil te hagan tanto daño. No sé, entre tres es más complicado

Manuel: No pueden estar conmigo siempre. Tengo que...tengo que aprender a defenderme. Esta será la última vez que me golpeen y ellos salgan como si nada. A la próxima terminaran igual o peor que yo. De eso estoy seguro

Brandon: Más te vale que eso sea cierto. Si no, tendremos que seguir defendiéndote

Martínez: A demás de que llega tarde se pone a platicar. Por favor guarde silencio o lo sacare del salón

Los tres chicos hicieron lo que la joven maestra les ordeno. Tomaron los apuntes que tenían que tomar y al termino de la clase, cada quien fue al siguiente salón, donde tomarían sus últimas 2 clases para después ser hora del almuerzo.

Durante las siguientes dos horas la imagen de esa linda chica frente a su ventana seguía rondando por la cabeza de Manuel, no podía quitar la imagen de la bella sonrisa que iluminaba su rostro. O de aquellos lindos ojos, que incluso llenos de lágrimas, eran hermosos. También recordó a la chica que entro la noche anterior, recordó como lloraba y como la otra chica intentaba consolarla sin lograr nada.

Si bien, escribir por medio de la ventana a una completa desconocida no era lo más normal, para él era maravilloso. No conocía la voz de la chica, ni siquiera conocía su nombre. Pero conocía su rostro. Conocía su sonrisa. Conocía a esa chica que lo hacía pensar en ella todo el día.

Llego la hora del almuerzo, y como todos los días los tres chicos se reunieron en la mesa del fondo del comedor.

Manuel: Oigan, tengo que contarles. Ayer hable con ella de nuevo...bueno, técnicamente escribimos

Gerardo: ¿Y? ¿Ya sabes su nombre?

Manuel: No...bueno, entro una chica a su habitación y comenzó a llorar, quizá era su hermana o algo así. Era linda. No tanto como ella, pero linda. Era de cabello oscuro y parecía ser más grande. Así es que se fue con ella y ya cuando yo regrese de cenar ella estaba dormida. Pero saben, había una nota en su ventana. Dijo que soñaría conmigo, y que hablaríamos hoy

Brandon: Bueno, te estás tardando mucho wey. Necesitas saber su nombre, para entonces nosotros poder conocerla

Manuel: Intentaré preguntárselo hoy...otra cosa. ¿Saben algo de aquella chica que vimos estaban golpeando? No la he visto desde ese día

Brandon: No. Ni idea, ya te lo dijimos. Esa chava viene, la golpean y luego se va y no aparece en unos días. Después regresa, la vuelven a golpear y se vuelve a desaparecer. Así siempre

Manuel: Quisiera saber si está bien, no sé quizá esta mal. Tal vez la lastimaron mucho. Yo soy hombre y aun así vean como quede. Ella es mujer, supongo esta peor

Gerardo: No lo sé, y realmente tampoco es como que me interese mucho saberlo. Y mejor no te preocupes por eso, mejor preocúpate por saber su nombre y de pasada el de su hermana, o esa chica que viste entro a su cuarto. Tengo rato sin novia, y si dices que es linda, podría conocerla

Manuel: Eres un idiota –Dijo golpeando su brazo- Si fuera su hermana no te la presentaría, tú haces llorar a cada chica que anda contigo

Brandon: En eso tiene razón. Siempre las cortas para andar con otra wey

Gerardo: Bueno, no pienso quedarme con una para toda la vida

Manuel: Si yo pudiera tener algo con ella...yo si me quedaría con ella toda la vida

Brandon: Mierda....te hemos perdido –Dijo poniendo una mano en su frente, en sentido de desesperación-

Las clases siguieron como de costumbre, en algunas clases estaban juntos, en otras no. Pero esta vez Luis y Matías no parecían estar por ningún lado. No habían aparecido en todo el día. Llego la hora de salida y esta vez Gerardo y Brandon acompañaron a Manuel hasta su coche, que aun que había dicho que la próxima vez sería diferente y se defendería, a causa de los golpes del día anterior eso no sería capaz hoy, por lo que sus amigos estarían con él por cualquier cosa.

Pero no, los chicos no aparecieron. Parecía ser un buen día. Manuel subió a su coche y se dirigió a su casa. Entro a su habitación y de inmediato miro a la ventana buscando a aquella linda chica, pero ahora no fue a ella a quien vio ahí, era la chica de cabello oscuro, la que había entrado la noche anterior. Estaba organizando un poco el escritorio de la chica y dejándole un regalo sobre su cama. ¿Su cumpleaños? Pensó Manuel...realmente quería saberlo. Así es que tomo su libreta y escribió algo en ella. Después la coloco sobre su ventana y la golpeo llamando la atención de la chica.

"Hola. ¿Es cumpleaños de tu hermana?"

Manuel notó que la chica estaba haciendo un gran esfuerzo para leer lo que había escrito y después de unos segundos, pareció por fin leer lo que intentaba decirle, la chica solo sonrió elevando sus hombros." ¿Qué le parecía gracioso? Porque no en lugar de sonreír, le contestaba"

Cambio de página y comenzó a escribir en ella. "¿Qué es tan gracioso? ¿Por qué no contestas mi pregunta?" Vio como la chica sacó una de las libretas de Gaby y busco un marcador "No, no cumple años. Y tampoco es mi hermana" Manuel no entendía...si no era su cumpleaños ¿Por qué estaba dejándole un regalo?

¿Y entonces? ¿Qué se celebra?

Eres muy preguntón ¿No crees?

Vamos, solo contéstame. Quiero saber si tengo que felicitarla por algo

No, no tienes que hacerlo, solo traje un regalo porque quería hacerlo

Manuel solo sonrió y la chica le devolvió la sonrisa. Realmente era linda, no parecía ser muy amable...pero no le dio mucha importancia a eso. La chica le dio la espalda y siguió ordenando el escritorio de la chica. Ahora lo sabía, no era su hermana. 

La Chica De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora