Capítulo 53

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Manuel: Si te soy sincero, extrañaba verte en esa ventana

Gaby: Yo también...pero me gustaba más poder estar contigo

Manuel: Aun podemos hacerlo

Gaby: ¿Cómo? –Dijo con el ceño fruncido-

Manuel: Si dejas tu ventana abierta, en cuanto mi mamá se vaya al trabajo mañana temprano yo entro

Gaby: ¿Y la escuela?

Manuel: Si falto un día no pasa nada. Además Brandon y Gerardo podrían ayudarme

Gaby: No creo que sea una buena idea. ¿Y si te ven mis papás?

Manuel: Si no lo hicieron antes, no veo porque lo harían ahora

Gaby: No lo sé...mejor...pediré permiso para salir y nos vemos en la nieve... ¿Está bien?

Manuel: Está bien... ¿te espero en la esquina?

Gaby solo asintió con la cabeza, se puso un par de tenis y bajo lo más rápido que pudo

Gaby: Papá... ¿Puedo salir un momento?

Luis: ¿A dónde? –No la miraba-

Gaby: A...a caminar

Anabel: La comida está casi lista

Gaby: No tardaré mucho

Luis: Bueno, pero yo iré contigo

Gaby: Pero...pero yo puedo...sola

Luis: Eso lo sé perfectamente, pero quiero hacerlo, tenemos mucho tiempo sin salir juntos. No tardaremos llegaremos para la comida, los muchachos hablaron y también estarán aquí a tiempo-Luis salió de la casa seguido por Gaby- Iras con él, ¿cierto? –Gaby se quedo completamente en silencio, mientras seguía caminando al lado de su padre-¿En dónde está? Quiero hablar con él

Gaby: Quedamos de vernos en la esquina... ¿Qué le dirás?

Luis: Sólo quiero hablar con él, nada malo, no te preocupes

....

Manuel: Señor...buenas tardes

Luis: Buenas tardes –Extendió su mano para saludarlo- Me da gusto conocerte

Manuel: Igualmente señor

Luis: ¿Podemos platicar un momento?

Manuel: Claro que sí –Ambos se sentaron en una banca, quedando Gaby al lado de su papá-

Luis: Me da gusto saber que tanto tú como mi hija son felices. Como se lo dije a Gabriela en algún momento, me hubiera gustado saberlo todo desde un principio, lo único de lo que ahora estoy seguro, es que si ella es feliz contigo, está bien siempre y cuando ambos se respeten. No quiero volver a ver algo como lo del otro día, como se lo dije a ella, es por respeto hacia ella misma e incluso hacia ti, espero que ambos respeten eso. Con mi esposa las cosas son diferentes, de ella me encargaré yo, hablaré con ella e intentaré explicarle las cosas con calma, ustedes encárguense de que ella no lo sepa antes de que yo se lo diga. Esta semana estaremos aquí, así es que sería de mucha ayuda si no se ven afuera de la casa, pero de cualquier forma quiero estar enterado de cuando lo harán –Dijo dirigiéndose a Gabriela- tendrás los permisos necesarios, evidentemente no todo el tiempo, pero tampoco estarás encerrada, eso es lo que menos necesitamos. Ahora tenemos que regresar a la casa, después de la comida, podremos ver si se verán hoy o hasta después. Iré adelantándome hija, no tardes –Comenzó a alejarse-

Manuel: Nunca pensé que lo amable lo hubieras sacado de tu papá –Sonrió-

Gaby: Sería raro si me dijeras que pensabas que lo había sacado de mamá.Ahora tengo que irme. ¿Hablamos más tarde?

Manuel: Claro tu papá no está viéndonos y...no estamos frente a tu casa ¿Puedo?

Gaby: Solo no digas nada –Se acercó a él y lo besó- Te amo

....

Anabel: Hemos hablado con tu doctor hija, nos marco hace unos días para decirnos que ya había un donador de riñones. Podríamos hacer el trasplante en algunos días, nos dijo que ibas muy bien con las diálisis y estabas lista para hacerlo lo más rápido posible

Gaby: ¿Es necesario? –Jugaba con la comida de su plato-

Luis: Ya no tendrías que tomar las diálisis hija

Gaby: ¿Por cuánto tiempo?

Anabel: Si todo sale como esperamos, nunca más

Gaby: ¿Y si sale como siempre?

Luis: Nadie asegura eso

Gaby: Tampoco nadie asegura lo contrario. No sé si quiero hacerlo. Estoy bien así

Anabel: Hemos esperado esto por mucho tiempo Gabriela, ¿Por qué desperdiciaríamos esta oportunidad?

Gaby: Porque no quiero hacerlo

Luis: Deberías de tomarlo en cuenta, habrían muchas cosas que cambiarían con eso

Gaby: Si, por un tiempo. Después todo seguiría igual

Anabel: Es una muy buena oportunidad

Gaby solo elevo los hombros y siguieron comiendo, esta vez en completo silencio. Sus hermanos hacían un par de comentarios que aun que Gaby estaba interesada en saber cómo les iba en sus cosas, ahora en lo único en lo que pensaba era en el trasplante  

La Chica De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora