Capítulo 24

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Gerardo: ¿¡Qué diablos!? ¿Por cuánto tiempo?

Manuel: Tres días...y sinceramente no me importa

Brandon: Vamos a empezar semana de exámenes, vas a reprobar los primeros

Manuel: No me interesa, no pensaba seguir dejándome y ya se los había dicho...además, ahora puedo estar más al pendiente de ella

Gerardo: No entiendo que estaba haciendo aquí el director. Nunca esta wey

Manuel: No lo sé. Me da igual. Ya me voy, quiero estar al pendiente por cualquier cosa

Brandon: Bueno, nos avisas si pasa algo o si necesitas algo.

Manuel subió a su coche y se dirigió a casa, a decir verdad, una suspensión en ese momento podía llegar a ser muy necesaria. Camino a su casa, decidió hacer una parada cerca del hospital...

Manuel: ¿Cómo está?

Arely: Bien, salió hace un par de horas, perdón por no avisarte antes pero mi celular se descargo y apenas conseguí cargarlo

Manuel: No te preocupes, no pasa nada... ¿ya la viste?

Arely: Si, de hecho acabo de estar con ella, está bien. Está un poco cansada, pero nada grave

Manuel: Gracias –Dijo colgando-

....

Jorge: Gracias por estar aquí

Arely: No hay nada que agradecer, sabes lo mucho que quiero a tu hermana y no hay ningún problema

Luis: La haces muy feliz, eres la única amiga que tiene, sinceramente la única que la acepta a pesar de...bueno, de estar enferma

Arely: Gabriela es capaz de mucho, solo que ustedes no se permiten verlo. Créanme que si le dieran una oportunidad, se daría cuenta de la maravillosa persona que tienen como hermana

XX: Disculpen, este joven está buscando a su hermana –La voz de una enfermera estaba justo detrás de Arely, viendo de frente a sus hermanos-

Luis: ¿Y tu quien eres?

Arely giro en sus talones para ver a aquel misterioso chico.

Arely: Tú...que... ¿¡Qué haces aquí!?

Luis: ¿Lo conoces? ¿Por qué buscaba a mi hermana?

Arely: Yo...bueno, él...es un amigo mío...le dije que estaba aquí y...bueno, era más fácil que preguntara por Gabriela...que por mí... ¿No creen? –Su voz estaba temblorosa y tartamudeaba tanto como Gabriela lo hacía en uno de sus ataques, la diferencia era que Arely no sufría de ansiedad...-

Jorge: Bueno, creo que nosotros nos vamos. Los dejamos solos, con permiso –Ambos chicos se retiraron-

Arely: ¿Qué diablos te pasa? ¡Manuel estás loco!

Manuel: Solo quiero verla

Arely: Eso es imposible...tú...tú ni siquiera tendrías que estar aquí

Manuel: Bueno...ahora estoy aquí, déjame verla, solo la veo y me voy

Arely: Estás loco, te vas a ir ahorita mismo

Manuel: No pienso irme hasta no verla

Arely: No puedes verla

Manuel: ¿Me ayudarás?

Arely: Claro que no

Manuel: Bien –Dijo dirigiéndose a donde parecía estar la familia de Gabriela-

Arely: ¿¡Que te pasa!? –Dijo jalándolo de un brazo-

Manuel: Bueno, ya que no me ayudaras les diré que soy amigo de Gabriela y que quiero verla

Arely: No sabes lo que estás diciendo...

Manuel: ¿Me ayudarás?

Arely: ¿Tengo otra opción?

Manuel: Sinceramente creo que no

Arely: Que gracioso –Dijo con un tono un tanto molesto-

Manuel: Vamos no te enojes, solo quiero verla

Arely: ¿Sabes que si se dan cuenta que yo estoy ayudándote son capaz de prohibirme verla?

Manuel: Bueno, si lo hacen. Podría invitarte a mi ventana y podrías verla desde ahí –Dijo con una gran sonrisa en el rostro- Solo serán un par de minutos, lo prometo

Arely: Es esa de ahí –Dijo señalando un gran cuarto con una puerta cerrada y una cortina que parecía ser de una niña pequeña- Voy a intentar llevármelos por un café, o cualquier cosa. En cuanto nos vayamos entras, pero por lo que más quieras no tardes, no podre lograr que se queden mucho tiempo allá

Manuel: Lo prometo. Muchas gracias

Arely sonrió y se dirigió con los papás de Gabriela


La Chica De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora