Capítulo 27

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Manuel: De verdad no la entiendo...no le dio gusto verme wey. Fui hasta el maldito hospital, hice de todo para poder verla y ella me corrió literalmente

Brandon: Esa chica es extraña, y eso lo sabías desde hace tiempo

Gerardo: Yo más bien creo que fue tu error

Manuel: ¡Mi error! Yo solo quería verla –Dijo exaltado-

Gerardo: Si wey, eso lo entiendes tú, lo entendemos nosotros, pero ella no. Ella desde un principio nos comento de sus problemas, te conto todo a ti, y sabíamos que tiene una rutina...

Manuel: De la que yo soy parte....soy solo una maldita rutina para ella

Gerardo: Para ella las rutinas son importantes, la definición de rutina que tenemos nosotros no es la misma a la que ella tiene, ella necesita una rutina, no la tiene solo porque le agrade tenerla, ella la necesita, tiene que vivir conforme a una rutina se lo diga. Tú eres parte de esa rutina. Solo necesitas aprender a vivir de esa forma. Entiende su mundo wey, si no lo haces jamás vas a lograr algo bueno con ella

Brandon: Si vemos las cosas como las ve él...lamento decir que tiene razón, fue tu error. Y algo que siempre dije...fuiste un idiota

Manuel: Ahora no entiendo nada. ¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Brandon: Yo diría que fueras de nuevo, pero esta vez dile a Arely que le pregunte si quiere verte, no entres así

Gerardo: Yo al contrario, diría que no vayas y que esperes a que regrese a su casa. Puedes seguir hablando con Arely y saber como esta. Pero creo que lo mejor sería que hablaran cuando ya esté aquí y este mejor

Brandon: Si no vas puede pensar que no quieres verla y que te molestaste...yo insisto que vayas

Manuel: Pues si me moleste wey

Brandon: Si wey, pero no tanto como para no querer volver a verla... ¿O sí?

Manuel: Eso jamás

Brandon: Entonces ve mañana

Gerardo: Esta bien...hazlo

Manuel: Iré temprano...igual no iré a la escuela mañana

Brandon: Cualquier cosa nos avisas...igual y podemos ayudar en algo

Los chicos platicaron un par de minutos más, después comenzaron a jugar videojuegos y un rato después llego Adela y Pau, la pequeña corrió a la habitación de su hermano y como siempre le dio de los abrazos más tiernos que nadie podía darle.

Bajaron a cenar en cuanto Adela les aviso que la cena estaba lista, Adela era buena madre, a pesar del poco tiempo que pasaba con sus hijos, intentaba que fuera el mejor, bromeaba con ellos mientras comían, escuchaba las fantasiosas historias de la más pequeña y aunque Manuel no hablara mucho sobre su día, cuando lo hacía escuchaba con mucha atención.

Después del accidente de su padre, Manuel cayó en una fuerte depresión, Adela no podía dejar de trabajar, por lo que Brandon y Gerardo lo ayudaron durante mucho tiempo para que pudiera salir de ella. Lo buscaban la mayor parte del tiempo para salir, y si no quería hacerlo, se quedaban en su cuarto. Razones suficientes tenia Adela para agradecerles a esos chicos, nunca se quejaba acerca de que estuvieran en su casa, o de que comieran lo que se les antojara.

Pau: ¿Ustedes conocen a la chica linda?

Gerardo: ¿A la chica linda? –Preguntó confundido-

Pau: Si...la novia de Manu

Manuel: No es mi novia chaparra

Brandon: No, no la conocemos... ¿tu si?

Pau: No...dijo que me la presentará pronto

Gerardo: En cuanto lo haga, tendrás que contarnos acerca de ella chaparra –Dijo alborotando un poco el cabello de la pequeña-

Manuel: Si, en cuanto lo haga, la conocerán todos –Dijo con una gran sonrisa en su rosto-

Adela: Manuel, quiero comentarte algo –El tono de su voz era muy tranquilo, parecía ser algo serio. Todos, incluso la pequeña, hicieron silencio para escuchar aquello que parecía ser muy importante- Iremos a Guadalajara por un tiempo...tu abuela está muy enferma y quiere verlos. Después de lo que paso con tu papá se quedo muy sola, él era el único hijo que vivía con ella después de la separación, y si bien es cierto que nosotras dos no terminamos de la mejor manera, es su abuela y tiene todo el derecho de verlos

Manuel: Pero... ¿Qué es lo que tiene? La última vez que la vi...estaba bien –Sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas-

Adela: Ya esta grande hijo...su cuerpo poco a poco deja de funcionar de la manera adecuada, sus pulmones no logran guardar el suficiente oxigeno para sobrevivir, me comentó que necesita de un tanque de oxigeno para respirar correctamente...tus tíos ya lo están comprando, pero...no están muy seguros de que las cosas funciones como lo tienen pensado

Pau: ¿Se va a morir como papá?

El silencio se apodero de aquel momento, la mirada de Manuel estaba perdida y sus ojos cristalinos dejaban ver las muchas lágrimas que se hospedaban ahí dentro. La pequeña miraba a su madre esperando un "no" como respuesta a su pregunta, sin embargo, ninguna respuesta salió de los labios de Adela. El silencio se rompió en cuanto Manuel se levanto de la mesa...

Manuel: Iré...iré a mi habitación...nos vemos mañana –Dijo mirando a sus amigos y sin decir más subió a su habitación cerró la puerta y se recargo en ella, dejo caer poco a poco su cuerpo junto con sus lágrimas, recordó aquella misma sensación que le causo el saber sobre la muerte de su padre-


La Chica De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora