Capítulo 23

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Gaby: Tengo miedo

Arely: Aquí estoy...aquí estaré siempre –Dijo con lágrimas en los ojos-

Gaby: Quedamos en que si te dejaba acompañarme, sería con la condición de que no llorarías...y no lo estas cumpliendo

Arely: Tienes que prometerme que todo saldrá bien Gabriela

Gaby: Este lugar me asusta –Dijo viendo la gran habitación. La mayor parte de esta estaba pintada de color blanco, había dos camas, una de ellas ocupada por Gabriela y otra vacía, parecía ser de una pequeña niña ya que tenía un par de peluches y muñecas dispersas.- ¿Y si nada pasa como espero? Nunca te olvidarías de mi, ¿cierto?

Arely: Claro que no tonta –Dijo intentando sonreír- Te quiero mucho, solo promete que todo estará bien

Gaby: Eso no puedo prometerlo...lo que sí puedo prometer es que después de todo, eres la mejor persona que pude haber conocido –Dijo limpiando las lágrimas de su amiga- Esto es raro...ni siquiera debería de despedirme

Arely: Exactamente, así es que deja de decir tonterías Gabriela –Dijo en tono de burla-

XX: Esta todo listo. Tenemos que irnos

Anabel: Todo estará bien hija, aquí estaremos esperándote

Luis: Sé muy fuerte hija, nosotros estamos aquí

Anabel se inclino dejando un tierno beso en la frente de Gabriela, podría no ser la madre más flexible, pero el amor que sentía por su hija era tan grande como la ilusión de un niño pequeño recibiendo un juguete nuevo. Luis hizo lo mismo, se inclino dejando un beso en la frente de su hija y susurrándole un "Te amo" al oído, sus hermanos hicieron lo mismo. Arely la acompaño hasta donde le fue permitido, sin soltarle la mano, sentía a su amiga temblar y con su pulgar acariciaba sus nudillos intentando convencerla de que todo estaría bien, cuando sinceramente, se quería convencer a si misma de eso.

....

XX: Necesitamos que nos ayudes linda, te pondremos esta mascarilla y tendrás que ayudarme a contar hasta el diez

Ambas lo hicieron, empezaron contando desde el uno, antes de llegar a al diez Gabriela estaba dormida, la anestesia normalmente hace su trabajo de forma rápida...

....

Gerardo: ¿Qué te pasa?

Manuel: Hoy la operan...y no pude verla en la mañana, ya no estaba en su habitación, dudo que vea el mensaje que deje en mi ventana

Brandon: Tienes el número de Arely, ¿no?

Manuel: Sí

Gerardo: Me imagino que ya la llamaste 

Manuel: La verdad no, quería hacerlo pero...

Brandon: ¡Pero nada! Tienes que hacerlo, márcale ahorita, sirve que también nosotros sabemos cómo está

Manuel lo hizo, tomo su celular y el pequeño papel que le dio Gabriela. Marcó el número y lo puso en altavoz para que sus amigos pudieran escuchar.

Arely: ¿Si?

Manuel: ¿Arely?

Arely: ¿Quién habla? –La voz de la chica se escuchaba extraña, había llorado y eso se podía notar en el tono de su voz

Manuel: Soy Manuel

Arely: ¿Manuel? –Pregunto confundida- ¿El chico de la ventana?

Manuel: Si...quería saber...bueno, ¿Cómo está Gaby?

Arely: Bien...ella... ¿Cómo tienes mi número?

Manuel: Ella me lo dio, me dijo que tendrían que hacerle un trasplante y que podría marcarte a ti para saber cómo estaba

Arely: Bueno...acaba de entrar a quirófano, no nos dijeron cuánto duraría la operación, pero las otras a las que se ha sometido no dura mucho, me imagino que esta tampoco

Manuel: ¿Podrías avisarme cualquier cosa?

Arely: Claro que sí, no te preocupes...cualquier cosa te marco

Manuel: ¿Segura que está todo bien? ¿Lloraste?

Arely: Bueno, no es fácil ver a tu amiga así, ella está bien, acaba de entrar así es que el doctor no nos ha dicho nada. Tenemos que esperar a que termine la operación y entonces ver que pasará...yo te aviso cualquier cosa no te preocupes por eso

El chico agradeció y colgó la llamada, durante un par de segundos se quedo en total silencio. Levanto la mirada y se despidió de sus amigos, camino a través de los largos pasillos de la escuela y se detuvo frente a su casillero.

XX: Ya extrañábamos divertirnos contigo

Manuel: Dejen de joder –Dijo sin siquiera mirar hacia atrás en donde estaba Matías y Luis-

Matías: Tu no vas a decirnos que hacer y que no, idiota

Manuel parecía no escuchar nada de lo que estaban diciendo, seguía ordenando un poco su casillero mientras pensaba en cómo estaría ella hasta que sintió la mano de uno de los chicos en su hombro que lo hizo girar y verlo de frente, la mirada de Matías estaba penetrada en los ojos de Manuel.

El silencio entre ambos chicos fue roto por Luis, quien acerco sus labios al oído de Manuel susurrándole "Aprenderás a respetarnos, idiota" a decir verdad, no tardo mucho en sentir un fuerte golpe en el estomago, que de inmediato lo hizo soltar un pequeño gemido a causa del dolor, coloco sus manos sobre él y se alejo lo más que pudo de los chicos. Sin embargo, ambos volvieron a acorralarlo, mientras Luis lo detenía de los brazos para que no pudiera moverse, Matías volvió a golpear su estomago dos veces más. A la segunda Luis lo soltó haciendo que cayera al suelo con ambas manos sobre su estómago.

Luis: ¿Cuándo será el día en que aprenderás a callarte la boca?

El chico estaba demasiado cerca, sus labios estaban casi pegados a su oído y su aliento era insoportable, aun con el dolor que Manuel sentía tomo la fuerza que probablemente ni siquiera sabía que tenía, empujo a Luis haciendo que este cayera al suelo, se puso de pie y le dio un golpe a Matías que lo hizo balancearse cuidando no caer.

Matías: ¡Eres un imbécil!

Dijo arrojándose sobre Manuel cayendo ambos al suelo. Esta vez Manuel había podido defenderse y era más una "pelea" ya no era solo Manuel el que estaba siendo golpeado, ahora ambos chicos saldría lastimados, Manuel no permitiría mas humillaciones de esa manera.

XX: ¿¡Qué está pasando aquí!? ¡Sepárense ahora mismo! –El director, que muy rara vez asistía en hora de clases, estaba ahí. Nunca apareció cuando aquellos dos chicos molestaban a Manuel, pero ahora lo hizo-


La Chica De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora