Capítulo 35

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La noche cada vez se volvía más oscura, las estrellas brillaban como nunca y las cortinas de la ventana de la chica, bailaban al compás del viento. La habitación estaba sola, la casa estaba sola. Manuel estaba sentado justo al borde de la ventana, con un libro en las manos.

La chica parecía no tener hora de llegada, Manuel decidió que la música quizá ayudara a que el tiempo pasara más a prisa. Se coloco sus audífonos, aun que no con la música demasiado alta, para lograr escuchar a la chica si llegaba, recargo la cabeza en el marco de la ventana, cerró los ojos y dejo el libro en sus piernas, comenzó a tararear la letra de una canción...

XX: Linda canción

Manuel: Gaby –Dijo emocionado, quitándose los audífonos- Estaba esperándote

Gaby: Lo siento, voy llegando

Manuel: No hay problema. ¿Cómo te fue hoy? ¿Qué hiciste?

Gaby: Nada nuevo...diálisis, lo mismo de siempre...bueno, hay algo nuevo. Fui con la psicóloga

Manuel: ¿Psicóloga? ¿Para qué?


Gaby: Mi mamá quiere mudarse...piensa que la psicóloga le dirá que puedo hacerlo

Manuel: ¿Te irás? –Preguntó asustado-

Gaby: No. Ya se lo dije y esta vez no pienso hacer lo que ellos quieren. Quizá pueda quedarme con Arely

Manuel: ¿Ya no podré verte?

Gaby: Si, incluso podremos hacerlo más seguido. Ahora no estarán mis papás

Manuel: En parte me alegra escuchar eso, pero... ¿No quieres ir con ellos?

Gaby: No, realmente no... ¿Qué es eso? –Dijo señalando el libro- ¿También te gusta leer? No me lo dijiste

Manuel: No...bueno, en realidad es un regalo...para ti –Dijo un poco apenado- Lo compré en la tarde, saliendo de la escuela...si puedo entrar a tu habitación puedo dártelo ahora mismo

Gaby: ¿Estás solo? -Preguntó con el ceño fruncido-

Manuel: No, abajo están mi mamá y mi hermana, pero están haciendo la tarea de Pau, no vendrán, no sabrán nada

Gaby: ¿Cuándo podré conocer a tu hermanita?

Manuel: Cuando quieras puedo presentártela

XX: ¡Manu! –Dijo la pequeña desde el otro lado de la puerta

Manuel: Espera, no tardo

Manuel bajo de la ventana, dejo su celular y el libro sobre la cama y se acerco a la puerta, donde Gaby vio como se inclinaba para quedar a la altura de la pequeña.

Manuel: Tengo que irme, me necesita para una tarea –Dijo acercándose a la ventana- Cuando regrese si aun no tienes que dormir, podemos seguir platicando. ¿Te parece?

Gaby: Si...te esperaré –Dijo sonriendo, cosa que Manuel imitó-

Gaby vio como el chico se alejo saliendo por su puerta, después tomo una sudadera color morado, se coloco un par de tenis color blanco y bajo las escaleras.

Gaby: ¿Papá?

Luis: ¿Si? Dime, ¿todo bien?

Gaby: ¿Dónde está mamá?

Luis: Dijo que iría a comprar algo para la cena, pero que primero pasaría con una de sus amigas, ya conoces a tu mamá –Dijo sonriendo-

Gaby: ¿Puedo salir? –Pregunto nerviosa-

Luis: ¿Salir? ¿A dónde? ¿Con quién?

Gaby: Yo sola...solo...solo quiero caminar...la noche es linda

Luis: Bueno, pero estaría más tranquilo si vas con Jorge

Gaby: Pero quiero hacerlo sola, papá. Puedo hacerlo, lo prometo

Jorge: Vamos Gaby, iré contigo

Gaby: ¡Pero yo quiero hacerlo sola!

Luis: A tu mamá no le gustaría que salieras sola, ve con Jorge. Solo así puedes hacerlo, además ya es tarde

Gaby: ¡Siempre hay pretextos! No soy una inútil papá, te lo he dicho muchas veces, quiero hacer cosas por mí misma, puedo hacerlo

Jorge: Vamos hermanita. Yo iré contigo –Dijo tomándola del brazo y sacándola de la casa-

Gaby: Ya no quiero ir a ningún lado –Dijo molesta-

Jorge: Se que quieres hacer esto sola. Haremos un trato. Ten mi celular –Dijo entregándoselo- aquí podrás ver la hora. Iré con mi novia y a las 10 nos veremos en la esquina. Así nadie sabrá que estuviste sola. Solo procura no irte muy lejos, y que mamá no te vea

Gaby: ¡Eres el mejor hermano! Muchas gracias Jorge –Dijo dándole un abrazo-

Jorge: Vaya Gaby, tenía mucho que no sentía uno de tus abrazos -Dijo sonriendo-

Y era verdad, Gaby normalmente no hablaba con sus hermanos, mucho menos los abrazaba, la última vez que lo hizo, fue antes de prohibirle las idas a la escuela. Jorge normalmente la llevaba todas las mañanas, hasta que sus padres decidieron tomaría clases en casa.

Jorge: No vemos en la esquina Gaby, presionando este botón –Dijo enseñándole un poco sobre su celular...sus papás también pensaban que no podía tener uno- podrás marcarle a mi novia, cualquier cosa me avisas, o si prefieres regresar antes de las 10 me hablas y me regreso

Gaby asintió y vio a Jorge alejarse, el coche no lo uso, se suponía irían a caminar. Gaby guardo el celular en su sudadera y camino lo más rápido que pudo hacia la casa de Manuel. Se acerco a la ventana y logro ver a una pequeña de espaldas, Manuel sentado a su lado y una señora llevando vasos con lo que parecía ser agua de algún sabor...no muy importante para mencionarlo. Camino hacia la ventana que daba justo a su recamara y debajo de ella encontró aquella escalera, que antes había utilizado Manuel para llegar a su habitación. La tomo y con el mayor esfuerzo que su corazón logro hacer, la puso recargada a la ventana. Tomo un poco de aire y decidió comenzar a subir, en cuanto su corazón se lo permitió. Subió uno a uno los escalones, tomándose un par de segundos para tomar aire entre cada 5 escalones.

La Chica De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora