Cap21 - 'Explosión'

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Me alejo de Ian algo avergonzado, parpadeo un poco sin poder controlar aquel movimiento mientras Ian se sonroja, mira el suelo por un momento para luego levantar la mirada y reírse con timidez.

– Bueno... – balbuceo.

– Bueno... – repite él de forma incómoda, nos volvemos a mirar y nuestro momento lo interrumpe el sonido de una llamada telefónica, Ian reacciona y habla con su Madre por un momento.

– Mi Mamá te manda saludos y espera que regreses pronto – dice él cuando corta la llamada.

– Que lindo de su parte – respondo con una sonrisa boba, Ian se acerca nuevamente a mí y me abraza, de comienzo me siento algo atemorizado, pero luego dejo que mi corazón tome el control de mis acciones, rodeo a Ian con mis brazos y respiro con calma.

– Nunca estarás solo – susurra Ian sin terminar el abrazo – Nunca más, estaré a tu lado siempre.

– ¿De verdad? – pregunto, Ian se aleja, luego asiente y vuelve a poner sus labios cálidos y gruesos sobre los míos.

Ian toma su motocicleta y comienzo a caminar de forma lenta hasta la casa de mi Nona mientras él conduce con lentitud. Me pregunta sobre los exámenes y lo extraño que estaba siendo su vida sin mí en el pueblo, lo cual es raro ya que de la misma forma me sentía yo cuando Ian se alejó por miedo.

Llegando a casa, Ian estaciona su moto y entra para saludar a mis abuelos, se presenta como un amigo y a Nona no parece incomodarle la esencia de maldad que inspira Ian con su apariencia.

– ¿Son buenos amigos? – Pregunta ella mientras nos sirve algo para comer – ¿Eres de donde vive Jersey ahora?

– Si – responde Ian mientras toma asiento a mi lado – Soy su amigo desde los primeros días que llegó, nos... nos llevamos bien – Dice Ian con una carcajada nerviosa.

– Eso parece – agrega Nona – ¿Tienes familiares en la ciudad Ian? ¿Dónde te estás quedando a dormir? – ¿Cómo fue que no logré pensar en eso? Los besos y la declaración de Ian son una buena excusa en todo caso.

– En realidad... – balbucea Ian – Pensaba dormir en algún motel o algo así.

– Pero... ¿Cuánto tiempo piensas quedarte en la ciudad? – pregunto.

– Pues los días que tú estés aquí – dice él decidido.

– Ian son como dos semanas – respondo con una mueca.

– ¿Y? No quiero que vayas solo a los exámenes en el hospital.

– ¿Hospital? – pregunta Nona confundida – Jersey, ¿Qué no estabas haciendo papeles del Colegio y todo eso?

– Yo... – Me tenso pero decido revelarle toda la verdad a mi abuela – En realidad, estoy en la ciudad porque necesito hacerme unos exámenes en una clínica – Nona escucha todo con mucha atención, y ella no está de acuerdo en que le esconda esto a Papá o a Franco, pero cuando le narro con detalles lo que sucedió aquella vez que quise decirle a ambos, ella llega a la conclusión de que si ellos no quieren ponerme atención, en algún momento se arrepentirán y la culpa los atormentará, eso es seguro.

– Ian – dice Nona – La habitación en la que Jersey se está quedando tiene dos camas, no tengo problemas si quieres dormir aquí.

– No es... no es necesario – balbucea Ian – Mi Padre me dio algo de dinero y puedo pagar...

– No dejaré que el chico que escucha a mi niño duerma en un motel barato, deja tus cosas aquí Ian, no hay problemas, si eres amigo de Jersey, eres parte de la familia – Ian se sonroja y termina aceptando la propuesta de Nona.

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