Cuando comienzo a abrir los ojos, percibo un dolor extraño en mis muñecas, muevo mi cabeza de un lado a otro mientras que voy abriendo los ojos. De pronto reacciono y me doy cuenta que tengo las manos atadas con una cuerda color rojo, intento zafarme pero solo logro hacerme daño. Un par de luces pestañean mientras tardan en encender al momento doy que algunos sujetos entran en la especia de bodega en la que estoy.
– ¡Hey, despertó! – dice uno de ellos mientras lanza una bolsa de papel con unas cosas a una mesa, un montón de ellos me miran y se ríen con diversión, el último en entrar al lugar es Mirko, él baja la mirada cuando entra y no hace contacto conmigo en ningún momento.
Las cuerdas en mis manos me dan todas las respuestas que necesitan mis dudas, decido quedarme en silencio mientras que todos ellos charlan con tanda naturalidad que me provoca temor, bajo la mirada mientras dejo caer la cabeza en la pared, cierro los ojos y al rato siento que alguien me patea una de mis botas.
– Hey – me dice uno de ellos, abro los ojos y lo miro – Hora de comer – él me deja un par de cosas a mi lado y luego se aparta, me duele un poco el estómago pero decido no comer. Solo giro la mirada y continúo sin hacer ruido.
Algunos de ellos abandonan el lugar, y otros se lanzan al suelo para dormir, me muerdo el labio con intranquilidad mientras pienso en que será de mí, levanto mis rodillas a la altura de mi rostro y con mucha dificultad logro abrazarme a mí mismo, dejo caer mi cabeza nuevamente cuando me siento algo mareado, luego de un rato siento que alguien se acerca a mí, levanto la mirada y veo a Mirko, él sonríe con delicadeza y me entrega un par de cosas para comer.
– Tranquilo – susurra – las he comprado yo mismo – Lo miro detenidamente por unos cinco segundos, luego vuelvo a dejar caer mi cabeza y lo ignoro, él se sienta al lado de mí e insiste en hablarme – Jersey – susurra – Lo siento, traté de advertirte.
– ¿Todo era mentira? – Susurro en silencio, todos los demás al parecer se han quedado dormidos, pero de igual manera no quiero despertarlos así que decido susurrar mis palabras – Eso de querer ser mi amigo y todo eso, ¿Era mentira? – Mirko no dice nada, solo mueve su cabeza indicándome un No como respuesta.
– Bien – digo entre dientes, pero entonces él me mira a los ojos con sinceridad, luego baja la mirada y se muerde el labio.
– No puedo hablar mucho ahora – dice él con voz baja – Pero te diré, que traté de protegerte todo lo que pude Jersey, me di cuenta que no eres un mal chico y que no merecías lo que los Animales tenían planeado, pero no puedo ir contra ellos.
– Bien – repito, Mirko asiente y se pone de pie. Camina hasta el otro lado de la bodega y luego regresa a mi lado, toma su chaqueta y comienza a sacar algo de su billetera.
– Ellos son mis abuelos – susurra él al momento de sentarse conmigo y darme una fotografía – Mis Padres murieron en un accidente de tren hace unos años, era la gran inauguración del tren Butterfly, lamentablemente no notaron antes de comenzar el recorrido que las vías del tren no estaban en su mejor estado, mis Padres junto a 40 personas más se dieron vuelta, ellos sobrevivieron al parecer, o tal vez no, nunca lo sabré, pero otro de los trenes que estaban en funcionamiento pasó por las mismas vías, también se dio vuelta, chocó con el otro tren mientras las personas intentaban escapar, aquello causó una explosión y... y... me quedé huérfano a los 2 años.
– ¿Y por qué me dices todo esto? – le pregunto mientras Mirko mantiene sus dientes sobre su labio inferior.
– Mis abuelos – susurra él – vivo con ellos desde entonces, y si no hago lo que los Animales ordenan, ellos pagan las consecuencias, ¿Ahora entiendes por qué estás aquí? En serio lo lamento... pero ellos... ellos...
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Sobre La Motocicleta
Novela JuvenilEl Padre de Jersey jamás les ha prestado mucha atención a sus dos hijos. Y Jersey solo acepta aquello, principalmente porque no tiene la valentía suficiente para subirle su tono de voz ni a su Padre o a su fastidioso hermano. Jersey se podría decir...