Abro mis ojos de una forma delicada y lenta, respiro profundamente de una forma calmada, un aire suave pasa por mi rostro y aquello ilumina un poco mi alrededor, me pongo de pie y noto que estoy descalzo, miro hacia atrás y la laguna que encontré hace unos días aparece, camino hacia ella con curiosidad, unas luces color blanco y amarillo se mueven lentamente en el agua, me agacho y las toco, no siento nada extraño.
Levanto la mirada y veo que estoy rodeado de árboles, camino hacia la salida, me enredo entre los arbustos y siempre que logro salir de ellos, regreso a la laguna, suspiro frustrado y agotado, tomo asiento en el suelo, cerca del agua, veo como aquellas luces se mueven entre las ondas del agua, entonces de pronto siento una calma en mi interior, la cual no desaparece hasta el momento en que las luces del agua se comienzan a mover y a formar imágenes, me acerco perplejo hacia ellas, el agua llega hasta mis manos pero aquello no me importa.
Veo a Ian soltando un par de lágrimas y tratando de evitar unos sollozos, él me mira a través del agua, yo toco las luces que reflejan su rostro y aquello se desvanece.
– Todo va a estar bien – susurra Ian de pronto, miro asustado hacia todos lados pero no lo encuentro – Todo está bien – vuelve a decir entre el llanto que lo ataca e intenta derribarlo, miro nuevamente el agua y Ian aparece por segunda vez.
– ¿Dónde estoy? – susurro en voz baja. Tomo nuevamente asiento y trato de recordar lo último real en mi vida.
Venía llegando de la ciudad con Ian, él me esperaba afuera de mi casa mientras Franco me estaba esperando dentro de ella, él me empujó, me golpeó y me insultó, todo eso provocó un ataque que me hizo perder la mentalidad, y ahora estoy aquí, en la nada.
La imagen de Ian en el agua se desvanece, me asusto y me meto en el agua para tratar de recuperarlo, pero lo único que logro es empaparme.
Solo y aburrido, salgo del agua, me abrazo a mí mismo y trato de respirar con calma, cuando mi respiración se comienza a normalizar, voces desconocidas aparecen a mí alrededor.
–...Jersey Space, tiene casi 17 años, sufre de una enfermedad extraña sin nombre, pero sus síntomas son perdida de la noción, inflamación en un área cerebral, mal funcionamiento de sus pulmones... – Un montón de cosas sobre mí se comienzan a escuchar, agacho la cabeza y cierro los ojos, pero el ruido no desaparece.
– ¿Cuál es la causa del ataque? – pregunta una voz masculina a toda prisa, como si estuviera agotado corriendo hacia algún lugar junto a mí.
– El chico que llamó a Emergencias dijo que habían sido problemas con su hermano, pero no pudo explicarme mucho ya que el pobre se estaba muriendo de los nervios y lo único que lograba hacer era llorar.
– Ian... – susurro, levanto la mirada y me pongo de pie – ¡Ian! – Grito – ¡Ian! – vuelvo a gritar, pero nadie me responde, me acerco al agua pero nada aparece, las luces blancas y amarillas están allí pero no reflejan nada, camino frustrado hasta que siento que no estoy solo.
– Ya déjalo, está fingiendo ¿No lo ves? – dice Franco a unos cuatro metros de mí con una sonrisa, me alejo de él un par de centímetros, pero entonces Ian aparece a mi lado y camina hacia Franco, lo golpea en la mejilla y lo lanza al suelo.
– ¡Jersey está enfermo! – Le grita Ian – Estás matando a tu propio hermano, nada de esto es actuación, ¡Todo es real! ¡Tu hermano se muere!... – el rostro de Franco se tensa mientras que el de Ian se aleja y se ahoga en sus pensamientos – Jersey se está muriendo – susurra en voz baja aterrado – Mi Jersey se está yendo – susurra, caigo al suelo como si algo pusiera fuerza sobre mis hombros y me empujara al suelo, Ian corre hacia mí mientras llama por teléfono – ¿Emergencias? Mi... mi... tengo... se está muriendo – balbucea Ian nervioso – No sé qué ocurre, por favor se está muriendo, vengan rápido – Ian les dice la dirección de la casa y luego grita mi nombre una y otra vez como si yo no estuviera a su lado, pero estoy justo frente a él, pero Ian no puede verme, porque esto no es real, esto fue lo que pasó en el momento que perdí la consciencia.
Cierro mis ojos con mucha fuerza y logro hacer desaparecer a Ian y Franco del lugar, me pongo de pie rápidamente, me acerco al agua y me veo dormido en una cama, no es mi habitación, es el hospital.
– Hicimos lo que pudimos – dice la voz masculina que escuché hace un rato – Ahora todo depende de él.
– ¿Depende? – Pregunta mi Padre – ¡¿Qué rayos significa aquello?! ¡¿Qué es lo que tiene mi hijo?!
– Usted... ¿Usted no sabe? – pregunta sorprendido aquel hombre que ahora reconozco, es mi doctor.
– Mi hermano no nos dijo nada – agrega Franco con un tono de voz que nunca había escuchado – Se guardó el secreto – susurra mientras me mira allí en la camilla.
Me alejo de la laguna mientras el doctor le explica a mi Padre y a Franco todo lo de mi enfermedad, me quedo escuchando todas su falsas disculpas, pero luego una voz conocida aparece justo en el momento que el Doctor abandona el cuarto.
– Jersey... – Susurra Nona, ella mira a Franco, él abre su boca ligeramente para decir algo, es allí cuando Nona le da una bofetada y le gira el rostro mientras mi Padre queda perplejo – Eres frío – le dice – sin alma y con un corazón de piedra, y no mereces tener un hermano como Jersey.
– Nona... – susurra Franco.
– ¡No me digas así! – Le grita – Solo Jersey puede decirme aquello, y quizás jamás lo vuelva a hacer, por tu culpa.
– No es buena idea pelear acá – le dice mi Padre – El doctor ha dicho que siempre está la posibilidad de que Jersey escuche todo.
– ¡Pues que escuche! – Grita ella – Que se entere de lo avergonzada que me siento de la familia que lo rodea, si no fuera por aquel chico que lo acompañó hace unos días, mi Jersey estaría solo en este lugar.
– ¿Qué chico? ¿De quién rayos hablas? – pregunta Papá.
– Ian – susurro yo aún que ellos no pueden escucharme.
– Ian – le dice Franco – él y una chica que no conozco pero es del Colegio sabían de la enfermedad de Jersey – Mi Padre mira al Jersey acostado en la camilla, presiona sus labios y sale del cuarto del hospital, Franco lo sigue pero baja la mirada ya que no es capaz de mirar a los ojos a mi Nona.
Ella se queda en mi cuarto haciéndome compañía, me toma de la mano y aunque sea extraño, siento su palma encima de la mía, me recuesto y me quedo en silencio mientras las luces de la laguna se comienzan a mover nuevamente hasta el punto que no reflejan nada.
El sonido del agua me comienza a relajar, mis pies descalzos se mojan por culpa de la tierra húmeda del lugar, pero aquello no logra importarme mucho, me quedo esperando a que lo que tenga que suceder, suceda.
Si es aquí donde me quedaré, estoy bien.
Mantengo mis ojos cerrados pero no me duermo, un cansancio se comienza a hacer pesado dentro de mí, y cuando escucho la voz de Ian en el agua, debo arrastrarme para llegar hacia su imagen.
– El... el doctor ha dicho que... que posiblemente escuches lo que está sucediendo, y aun que hay muchas posibilidades de que eso no esté sucediendo... de todos... todos modos quiero... – a Ian se le quiebra la voz mientras habla – quiero que sepas, que debes despertar, porque mi vida no funciona si tú no estás en ella, Jersey... nada se repetirá, no dejaré que nadie te lastime, todos se enteraran de que eres mío y que yo te protejo, pero para eso... para eso debes despertar, por favor no me abandones, no ahora.
– No quiero hacerlo – susurro, pierdo la fuerza de mi cuerpo sin querer y caigo al agua, me comienzo a ahogar mientras la voz de Ian sigue sonando pero no logro descifrar lo que dice.
Intento nadar pero todo cada vez se hace más pesado, recuerdo a Ian mientras voy perdiendo la consciencia, y aquello me da fuerza, me elevo en el agua y veo el reflejo de la luna en el agua encima de mí, me acerco a ella y sin querer, logro despertar.
– ¡Doctor! – Grita Ian – Ha... ha abierto los ojos – todo lo que sucede después es demasiado confuso para mí, solo sé que Ian se queda todo momento a mi lado mientras creo estar mejorando.
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Sobre La Motocicleta
Teen FictionEl Padre de Jersey jamás les ha prestado mucha atención a sus dos hijos. Y Jersey solo acepta aquello, principalmente porque no tiene la valentía suficiente para subirle su tono de voz ni a su Padre o a su fastidioso hermano. Jersey se podría decir...