Lanzo el último de mis bolsos en el maletero del auto de mi Padre, Franco sale de casa e ingresa directamente al vehículo, se pone audífonos mientras Papá también toma su lugar y el único que queda por subirse soy yo.
Respiro lentamente el frío del lugar y levanto mi mirada para sonreírle a Ian por última vez.
—Supongo... que te veré luego —digo mientras me muerdo el labio inferior y trato de mantenerme de pie en esta dura despedida.
—Por supuesto, te estaré esperando por siempre.
—No digas bobadas —agrego riendo por un momento —Si es que no puedo regresar...
— ¡Tú no digas bobadas! —Exclama Ian fingiendo estar molesto —Pienso que yo debería irme contigo Jersey.
—Sabes que eso no es posible —digo bajando la mirada —De alguna manera esto de irme tiene que ver contigo, a mi Padre jamás le gustó que me relacionara contigo.
—Si pues este delincuente te salvó la vida varias veces ¿No crees? —Asiento lentamente mientras Ian se sonroja y luego acerca sus labios a mi mejilla —Espero no te olvides de mí.
—Nunca en mi vida Ian, nunca —Mi Padre presiona la bocina del auto y eso me indica que los instantes con Ian se me han acabado —Ya debo irme —agrego.
—Te amo — Ian me besa esta vez en los labios y luego nos abrazamos con mucho cariño. Suelto su mano lentamente para luego dejarme caer sobre el asiento trasero en compañía de Franco, el espejo retrovisor me enseña el cuerpo de Ian mientras él se mantiene de pie a solas frente a la casa.
Logré despedirme de Mirko, Mark, Leyla y de los padres de Ian esta mañana temprano, le dije a Ian que las despedidas para mí son bastante difíciles y que no quería que nadie estuviera en el momento que me marchara, pero entre todos él fue el único que no obedeció lo que dije, y ahora se ha quedado solo frente a lo que solía ser mi casa en este lugar.
El viaje en compañía de mi Padre y mi hermano se hace muy silencioso, durante un momento mi Papá encendió la radio y buscó por casi diez minutos algo que le gustara, una vez que escogió una estación para escuchar, Franco esperó tres segundos y se la apagó al momento de lanzarle también una mirada sarcástica de desagrado.
—Ya casi falta poco —dice Papá.
—Media hora más sentado aquí y voy a matarme —Responde Franco con molestia.
— ¿Y eso? Creía que detestabas vivir allí donde estabas.
—Eso era antes —responde Franco, luego mi Padre le hace un montón de preguntas a las cuales yo no les presto atención y mi hermano tampoco se las responde.
De golpe el auto se detiene luego de viajar casi tres horas, me mantengo en silencio no porque tenga muchas cosas que decir y me las guarde como antes, si no que estoy en silencio ya que mi mente está agotada de tanto pensar y pensar en Ian.
Respiro profundamente cuando abro la puerta del auto y comienzo a bajar mis cosas, Franco no deja de fastidiar a mi Padre y este último no hace nada para intentar que la relación de ambos mejore.
Los ignoro por completo y no espero a que mi Padre presente la casa y todo eso, solo entro y lanzo mis cosas encima del sofá color café, vuelvo a respirar con calma ya que eso mantiene mi cuerpo sereno y aleja lo negativo que después de todo me hace enfermar.
Franco entra furioso a la casa, con una voz algo elevada le pregunta a Papá donde está su cuarto y este último se lo señala con despreocupación, me quedo a solas con mi Padre y él se acerca a mí con una sonrisa algo tranquila.
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Sobre La Motocicleta
أدب المراهقينEl Padre de Jersey jamás les ha prestado mucha atención a sus dos hijos. Y Jersey solo acepta aquello, principalmente porque no tiene la valentía suficiente para subirle su tono de voz ni a su Padre o a su fastidioso hermano. Jersey se podría decir...