Abro mis ojos muy lentamente, paso mis manos por ellos para despertar por completo y luego el mundo se comienza a hacerse presente ante mis ojos.
– Hey – susurra una voz masculina – Finalmente despertaste – agrega Ian con una sonrisa y un tono de voz calmado.
– Creí que ya había despertado antes – respondo confundido mientras Ian me mira con una sonrisa.
– Si, pero estabas algo sedado por los medicamentos y todo eso, así que para ti seguramente todo era una confusión – Ian suelta una carcajada y luego toma mi mano – Te extrañé – él baja la mirada avergonzado mientras se sonroja.
– ¿Quién más está aquí? – pregunto mientras me levanto y tomo asiento.
– Mark se llevó a Leyla a dormir luego de que despertaste, tu Nona y tu abuelo también estaban aquí pero les prometí cuidarte así que se fueron a descansar un rato al hotel donde se están quedando.
– Nona... ¿Nona le dio una bofetada a Franco? – pregunto confundido.
– ¿Qué? ¿Quién te lo dijo? Se supone que no deberían decirte los problemas que suceden para no hacerte enfermar.
– En realidad... lo vi... o lo escuché mejor dicho.
– ¿Qué? ¿Cómo?
– No lo sé, sucede que escuché la gran mayoría de las cosas que sucedieron.
– Entonces... ¿Entonces escuchaste lo que dije mientras despertabas? – Ian se sonroja más de lo que estaba antes, el color de las manzanas también se sube a mis mejillas, pero aun así no puedo evitar jugar con él.
– ¿Tu vida no funciona si no estoy en ella? – pregunto avergonzado, Ian levanta la mirada, sus labios indican que dirá algo, pero es interrumpido por la enfermera que entra al cuarto.
– El horario de visita se ha terminado, lo siento pero solo los familiares se pueden quedar acompañando al paciente durante la noche.
– ¿En serio no puedo quedarme? – dice Ian frustrado.
– Lo siento, pero son protocolos del hospital.
– De acuerdo – finaliza Ian rodeando la mirada – Jersey, llegaré temprano para estar contigo mañana, ¿De acuerdo?
– Luego del Colegio te vienes, no es buena idea que faltes.
– Si Papá, no te preocupes – Ian sonríe mientras toma su chaqueta que se mantenía en el espaldar de una silla y sale de mi cuarto, la enfermera se queda allí arreglando un par de cosas, me da mi medicina con un vaso de agua, mientras la bebo ella sonríe de forma despreocupada.
– Tienes un amigo bastante genial – agrega ella – Ha estado aquí casi todo el tiempo desde que llegaste.
– ¿Se refiere a Ian? – pregunto mientras trato de sonar casual.
– Si – asiente ella con desinterés – Se nota que te tiene estima.
– Algo – respondo riendo, la enfermera asiente y luego se despide, me quedo a solas en el cuarto casi toda la noche, las luces se apagan y solo la luz amarillenta que provoca la lámpara de mi mesita de noche es capaz de iluminar toda la habitación.
Cierro los ojos y trato de descansar, pero a mitad de la noche escucho que alguien entra, se sienta en la silla blanca que sostenía la chaqueta de Ian hace unas horas atrás, y se queda allí viéndome. Abro mis ojos y me espanto al ver a Franco.
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Sobre La Motocicleta
Novela JuvenilEl Padre de Jersey jamás les ha prestado mucha atención a sus dos hijos. Y Jersey solo acepta aquello, principalmente porque no tiene la valentía suficiente para subirle su tono de voz ni a su Padre o a su fastidioso hermano. Jersey se podría decir...