Me miro al espejo por última vez, sacudo un poco mi cabello seco y me humedezco un poco mis labios antes de salir del baño, una vez listo regreso a mi cuarto y tomo mi bolso, de inmediato alguien entra por la puerta de la habitación y me sonríe.
— ¿Ya estás listo? —pregunta Franco, yo asiento de forma pensativa y luego él se acerca para tomar mi bolso, yo niego de forma amable y luego camino con mi hermano hacia la salida del hospital.
El sol se impregna en mis ojos y siento su calor de forma inmediata, me abrigo de forma instantánea y luego veo a mi Padre esperándome mientras sostiene su cuerpo en la puerta del auto.
Giro mi mirada y veo como Ian se pone de pie desde la banca que está cerca de la entrada, Mark solo sonríe y se queda con Leyla un poco lejos de mí.
—Hey —susurra Ian.
—Hey —repito yo.
—Iré por ti mañana para salir un rato ¿De acuerdo? Al menos hoy descansa.
—Claro —agrego —Mi Padre dice que nos iremos en un par de días más, no sé cuándo pero de seguro será lo más pronto posible.
—No te preocupes —dice Ian mientras me abraza y me besa el cabello —Todo estará bien —Yo asiento y luego sonrío cuando me alejo de él y camino hacia el auto de mi Padre, tomo asiento en la parte trasera y me mantengo en silencio por todo el viaje de regreso a mi hogar.
Franco también se mantiene en silencio y solo habla conmigo, él igual está enfadado con nuestro Padre pero eso aquello a Papá no le importa mucho.
Abro la puerta de casa y lanzo mi bolso del hospital sobre el viejo y malgastado sofá; Franco se detiene en la cocina a beber algo de agua y yo solo busco mi teléfono por todos los bolsillos del bolso.
—No desempaques —Dice mi Padre mientras cierra la puerta de entrada —Nos iremos mañana temprano.
—Pero dijiste que nos iríamos en los próximos días —responde Franco algo sorprendido.
—Si —agrego —Además le dije a Ian que lo vería mañana.
—Lo siento chicos, pero es necesario irnos ahora.
— ¡No estamos huyendo! —Grita Franco — ¿Cuál es tu obsesión de querer irnos ahora ya?
—No puedo perder el buen trabajo que he logrado conseguir Franco, pero no sirve de nada explicarlo ya que tú eres muy joven y no entiendes esta clase de cosas.
—Yo entiendo algo —susurro en voz baja —No me dejarás ni siquiera despedirme de Ian —Presiono mis labios con fuerza y luego me doy media vuelta, camino hacia el cuarto y me encierro allí.
Me lanzo sobre mi cama y me desordeno el cabello cuando me siento frustrado por toda la situación, me quedo un rato a solas hasta que regreso por mi bolso al comedor, solo me encuentro a mi Padre anotando un par de cosas en su móvil, lo ignoro de forma sutil y luego regreso a mi cuarto.
Finalmente cuando encuentro mi teléfono le marco de forma rápida a Ian y él responde de inmediato.
—Jersey —susurra.
—Me iré mañana —agrego en voz baja —No podré despedirme de ti.
—Pe...pero... tu Padre...
—Lo siento Ian, en serio lo siento.
—No lo lamentes Jersey, esto no es tu culpa.
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Sobre La Motocicleta
Teen FictionEl Padre de Jersey jamás les ha prestado mucha atención a sus dos hijos. Y Jersey solo acepta aquello, principalmente porque no tiene la valentía suficiente para subirle su tono de voz ni a su Padre o a su fastidioso hermano. Jersey se podría decir...