Tras poner al día al padre de Stiles y llamar a Cora para que estuviera al tanto de las novedades (a riesgo de que ella se enterara por su cuenta y le diera una paliza a Derek por no habérselo contado en persona), llegó la hora de explicárselo al resto de la manada.
Algo para lo que Stiles todavía no estaba preparado, entre otros motivos porque no tenía ni idea de cómo iban a reaccionar sus amigos, y eso era algo que siempre le había aterrorizado. Pero no podía retrasarlo por más tiempo. Ya habían pasado 48 horas desde que supieron que iban a ser padres y cada vez había más riesgos de que Scott y compañía se enteraran de manos de alguien que no fueran los propios involucrados. Y teniendo en cuenta que ya lo sabían el sheriff, Melissa, Deaton y Cora, por mucho que confiaban en que mantendrían el secreto, no podían arriesgarse a que les pillaran en un renuncio... Por ejemplo, descubriendo que les estaban mintiendo al captar el ritmo acelerado de su corazón.
Si, de repente los sentidos hiperdesarrollados de cuatro hombres lobo y una Banshee se habían convertido en un inconveniente más que en una ventaja. Y en el caso de Allison, que venía de una familia de cazadores experta en atrapar a criaturas sobrenaturales, no tardaría mucho en sospechar que algo estaba ocurriendo en el apacible hogar de Stiles y Derek.
Así que el lunes Stiles mandó un mensaje a todos, pidiéndoles que se reunieran en el loft esa misma tarde, pues tenían algo importante que contarles.
Ya no había marcha atrás.Afortunadamente se presentaron casi todos a la vez, por lo que Stiles ni siquiera tuvo que perfeccionar su cara de póker hasta que llegaran todos. Si ya le iba a resultar difícil explicar lo que estaba pasando, no quería ni pensar en hacerlo a cuentagotas, a medida que fueran llegando.
Y para asegurarse de que no entraran antes de tiempo, Derek se encargó de dejar la puerta cerrada hasta asegurarse de que los actuales miembros de la manada Hale, protectores de Beacon Hills: Scott, Isaac, Boyd, Erica, Lydia y Allison, estuvieran bien juntitos al otro lado de su casa.Fue correr la puerta y, sin hacer caso de la petición de Derek de que por favor tomaran asiento (jamás entendería por qué Stiles le obligó a comprar tantas sillas si luego nadie las usaba), todo fueron preguntas. Y viendo que a la hora de tener respuestas Derek Hale nunca sería su hombre, en seguida Stiles se vio rodeado por un grupo de amigos a los que, en esos instantes, sólo era capaz de ver como una horda de zombis.
- ¿Se puede saber a qué viene tanto secretismo? –Scott fue el primero en preguntar-. Ni que fuerais a casaros...
- Oh, Dios mío –gritó entonces Isaac, pegándose tanto a Stiles que el humano echó en falta su espacio personal-. ¡Por fin vais a casaros!
Stiles observó a los recién llegados sin saber qué hacer, y luego hizo lo mismo con Derek, pidiéndole un poco de ayuda. Derek se encogió de hombros, sin ofrecer ninguna alternativa, pero Stiles tampoco pudo enfadarse con él. Lo raro hubiera sido que le sacara de la situación gracias a su facilidad de palabra...
- No. No vamos a casarnos... -resopló al final el humano. Y porque no estaba de más recordarle a Derek que algún día tendría que empezar a usar las palabras, miró entonces a su novio con poco cariño-. O, al menos, no lo haremos hasta que Derek sea un hombre de verdad y me haga una proposición como Dios manda-. El Alfa le asesinó con la mirada, instándole luego a que fuera al grano con un sutil alzamiento de cejas-. Lo que pasa es que...
- ¡Vas a tener un bebé!
Fue Erica la que habló. O más bien la que gritó, consiguiendo que el resto de hombres lobos, y Banshee, presentes, sintieran que los oídos les iban a estallar.
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Nueve Meses
FanfictionLa vida en Beacon Hills es perfecta, siendo largo el camino que todos recorrieron desde que el instituto acabó. Ahora Derek y Stiles viven juntos; los dos tienen sus respectivos trabajos; y el loft de Derek tiene muebles y todo... Pero entonces ocur...