Dos días después Stiles y Derek estaban listos para abandonar el hospital con Sara. Aunque primero tuvieron que dejar atrás a la auténtica manifestación que se había congregado a la salida del edificio, y donde estaban reunidos todos los integrantes de la manada, sus respectivas familias con el sheriff y Cora al frente, y resto de amigos entre los que no podían faltar Satomi, Deaton y Melisa.
Incluso Chris Argent y Parrish habían querido pasarse por allí para saludar a la recién llegada al mundo. Chris porque tenía ganas de comprobar si la niña de la que tanto hablaba su yerno era tan maravillosa como aseguraba. Y Parrish porque seguía siendo el fan número 1 de su relación y ya bastante le había dolido tener que quedarse en comisaría montando guardia cuando el sheriff estaba con su hijo en el hospital, y que habían sido prácticamente las 24 horas del día desde el momento en que Sara nació. No pensaba pasar por eso mismo otra vez, y le daba igual estar faltando a su deber.
Así que los jóvenes padres hicieron acopio de aguante, conscientes de que sólo querían demostrar lo contentos que estaban por Sara... por mucho que pareciera que lo que querían era tocarles las narices y no darles ni un minuto de tranquilidad.
Pero cuando ya había pasado una hora desde que salieron del hospital y todavía no habían podido subirse al coche, Derek dijo basta. Aquello empezaba a ser absurdo.Reposo absoluto era lo que Stiles necesitaba ahora y llevaba más de una hora de pie, rodeado de gente que no dejaba de hacerle fotografías a su alrededor. ¿Es que nadie se daba cuenta de que eso estaba siendo una tortura para él?
Para rematar la situación vio que un par de gotas de sudor surcaban la frente de su novio, reflejando lo cansado que estaba. Así que no dudó en dejar clara su opinión, aprovechándose que de los dos él era quien menos obligado estaba a mantener las apariencias y podía ser todo lo desagradable que quisiera si la situación lo requería.
Y esta situación, definitivamente, lo requería:- Nos vamos –gruñó de pronto. Y si lo dijo con un poco más de rabia de la que había sido necesaria, lo importante fue que consiguió su objetivo. Pues fue hablar y el silencio se hizo a su alrededor-. Stiles está muy cansado y Sara necesita un poco de tranquilidad. Que aquí NO está teniendo.
Nadie fue capaz de rebatirle. Primero porque no dejaba de tener razón y segundo porque, aunque no la hubiera tenido, nadie estaba tan loco como para llevarle la contraria a un Alfa que estaba intentando proteger a su familia.
Cinco segundos después ya estaban en el coche, POR FIN, con el moisés de Sara bien seguro en la parte de atrás. No se sintió mal cuando dejó al sheriff con la palabra en la boca, quien estaba pidiendo hacer una última fotografía. Arrancó el coche apenas Stiles se hubo puesto el cinturón de seguridad y un segundo más tarde ya estaban de camino a casa. Y no tuvo más que mirar de reojo a su compañero y ver que tenía los ojos cerrados, relajado y disfrutando del silencio, para comprender que había hecho lo correcto.
No quiso romper ese silencio con un "por fin", por mucho que fuera lo que los dos estaban pensando, y se limitó a poner una mano en la rodilla de Stiles y acariciarla todo el tiempo que duró el trayecto, notando el ronroneo de su compañero ante el gesto.
Al llegar al loft Derek cargó con el bebé mientras Stiles abría la puerta, todavía sin haber intercambiado una sola palabra. Era como si hasta ahora no hubieran sido conscientes de lo bien que sentaba no oír nada alrededor (Derek si lo había hecho en el pasado, pero fue en un tiempo muy lejano) y querían que esa paz durara todo lo posible.
El hombre lobo dejó el moisés en la mesa principal, asegurándose de que Sara seguía dormida, y fue en pos de Stiles, quien acababa de quitarse la chaqueta con un suspiro de agotamiento. No tardó en imitarle, colocando su cazadora al lado antes de darle un dulce beso en los labios y abrazarle, dejando que se apoyara en él. Cuando así lo hizo, soltando un nuevo suspiro, Derek contempló por unos segundos el lugar en el que se encontraban: el loft en otro tiempo tan vacío y que ahora estaba repleto de armarios, estanterías y sillas; a su compañero relajado y seguro entre sus brazos; y a su hija durmiendo plácidamente a su lado.
Sí, definitivamente ese era su paraíso.
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Nueve Meses
FanfictionLa vida en Beacon Hills es perfecta, siendo largo el camino que todos recorrieron desde que el instituto acabó. Ahora Derek y Stiles viven juntos; los dos tienen sus respectivos trabajos; y el loft de Derek tiene muebles y todo... Pero entonces ocur...