Stiles no quiso esperar mucho tiempo para poner en marcha su plan de contarle a Parrish todo lo relacionado con los hombres lobo.
Y no es que tuviera miedo de que Derek cambiara de idea después de haber aceptado que era mejor decírselo, pero siempre había sido de los de hacer las cosas mejor cuanto antes. Eso por no hablar de que a cada día que pasaba seguía engordando un poquito más, por lo que prefería dejar las cosas claras y dejarse de excusas absurdas como problemas de tiroides y que cada vez eran menos creíbles.
Así que nada más llegar a comisaría el lunes por la mañana, después de un maravilloso fin de semana lleno de bricolaje, sexo y barajar nombres para su futura hija, cuando se encontró con un sonriente Jordan Parrish ya en su despacho dándole el efusivo saludo de buenos días que siempre sorprendía a Stiles, pues parecía que al hombre no le afectaba madrugar, le mandó un mensaje a Derek diciéndole que hoy se lo iba a contar todo.
Que el Alfa respondiera inmediatamente con otro mensaje tan directo como terrorífico: "Bien. Tráelo al loft cuando terminéis el turno. Quiero estar presente", hizo que Stiles estuviera todo el día con los nervios a flor de piel, temiendo y esperando ese momento a partes iguales.
Sabía que Derek no se lo iba a poner fácil al pobre Parrish, quien no tenía la culpa de haberse fijado en el novio del Alfa de Beacon Hills, ni más ni menos que cuando estaba embarazado... Pero, por otro lado, una de las cosas que siempre le atrajo de Derek fue precisamente cuando se ponía en modo Alfa, por lo que no iba a ser ahora tan hipócrita como para decir que no quería verle en su elemento. Especialmente cuando, desde que se acostaba con él, cada vez que se ponía así también solía estar de su lado, lo que siempre era un plus.
Así pues, tras ocho horas de trabajo en las que no hizo otra cosa que imaginarse lo que Derek tendría en mente y tratando de encontrar el mejor modo de contarle todo lo relacionado con hombres lobos a su compañero, por fin llegó la hora de la verdad.
Y ese fue justo el momento en el que Stiles se dio cuenta de que, con tanto pensar en cómo explicarle al tío que le ponía ojitos que no podía seguir haciéndolo porque si seguía así su novio hombre lobo y padre de su hija le iba a arrancar la cabeza... con sus dientes de hombre lobo; cayó en la cuenta de que en lo que no había pensado era en una excusa para llevar a Parrish a su casa y que no pareciera que quería estar a solas con él... lo que sólo serviría para enviar señales contradictorias al pobre hombre. Y después de la visita de Erica, que milagrosamente no había terminado con una denuncia por acoso, eso era lo último que le faltaba para que Jordan demandara a medio pueblo por... bueno, por estar todos medio locos y actuar tan raro.
En fin, pensó Stiles cuando ya se había cambiado el uniforme y estaba listo para volver a casa; si todo salía bien, en unas horas Jordan por fin sabría por qué la gente de Beacon Hills era tan rara.
Al final optó por decirle a Parrish que no le importaba acercarle a su casa, pues esa semana él tenía el coche patrulla, a lo que el hombre le miró con esa cara que sólo pondría una persona que estaba recibiendo señales contradictorias...
Y esto sólo acaba de empezar, se dijo Stiles a sí mismo.
Efectivamente, cinco minutos después y ya en el coche, hizo caso omiso a una indicación de Parrish sobre qué calle debía coger para ir a su apartamento, lo que terminó de extrañar al ayudante.
- Yo no vivo en esta zona –comentó el rubio, observando el barrio en el que acaban de entrar.
- Lo sé. Soy yo quien vive aquí.
- ¿Es que vamos a tu casa?
- Sí... -Tuvo que morderse la lengua para no decir "no es para lo que tú crees", y que tenía claro que sólo serviría para que pareciera justo eso.
- No lo entiendo –Jordan fue dolorosamente sincero-. ¿No tenías novio? ¿Con el que vas a adoptar a una hija?
- Así es. Pensé que estaría bien que te tomaras unas cervezas con nosotros. Ya sabes, para conocernos mejor.
- Pero ya te conozco... -explicó muy despacio, como si estuviera hablando con una persona mentalmente inestable-. Trabajo contigo.
- Cierto, pero en la vida no todo es trabajo, ¿verdad? –Le miró de reojo, pues hasta ahora había intentado centrar la vista en la calzada, siguiendo la técnica que usaba Derek cuando estaban discutiendo pero él no quería hablar más. No le extrañó que la cara de Parrish fuera un poema-. Y a Derek sólo le viste una vez.
- Esto... -Jordan se sonrojó hasta el punto de parecer un alemán al que le había dado demasiado el sol-. ¿Es que me queréis proponer un trío?
ESTÁS LEYENDO
Nueve Meses
FanfictionLa vida en Beacon Hills es perfecta, siendo largo el camino que todos recorrieron desde que el instituto acabó. Ahora Derek y Stiles viven juntos; los dos tienen sus respectivos trabajos; y el loft de Derek tiene muebles y todo... Pero entonces ocur...