Capítulo 8

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PREVIOUSLY ON "NUEVE MESES":

- Ya hablamos mañana con más calma –dijo Derek, intuyendo lo que estaba pensando el sheriff-. Ahora lo mejor es que Stiles descanse.


No dijo nada más y el hombre no pudo hacer otra cosa que despedirle con la mano cuando ya había entrado en el coche y se alejaba de su casa.

Sólo al entrar en la vivienda, a tiempo de ver cómo Stiles ya estaba subiendo las escaleras para irse a dormir, se dio cuenta de que en su despedida Derek no se había incluido en esa recomendación de descansar.

Lo que significaba, por si pudieran quedar dudas de que lo que había ocurrido había sido doloroso para los dos, que esa noche Derek no albergaba la esperanza de que fuera a conseguir dormir.


*********


Efectivamente, Derek no durmió, pero sí esperó a que dieran las siete de la mañana para llamar al sheriff al móvil.

En realidad podría haberlo hecho a cualquier hora de la noche, convencido de que el hombre tampoco habría pegado ojo, pero prefería hacerlo cuando hubiera más posibilidades de que Stiles no le descubriera.

Al segundo tono el sheriff respondió. Su voz sonaba bastante despierta para la hora que era, confirmando sus sospechas:


- Hola. Estaba esperando tu llamada –dijo el sheriff a modo de saludo.


Derek estuvo tentado de preguntarle cómo estaba, pero nunca le había gustado hacer preguntas absurdas y esa, hoy más que nunca, lo era. Así que fue directamente a lo que más le interesaba.


- ¿Está Stiles contigo?
- Está duchándose... Por eso llamas ahora, ¿no?


No lo negó. Y a diferencia de otras ocasiones en las que el sheriff había descubierto sus intenciones increíblemente rápido, esta vez no le molestó. En ese sentido era igual que su hijo, por lo que había que sacar partido al hecho de que no le hacía falta dar todos los detalles.

Y efectivamente lo último que quería era que su conversación con el sheriff, intentando explicarle qué había ocurrido (o al menos su versión de los hechos) sirviera para cabrear aún más a Stiles en caso de que se enterara. Por eso aprovechó la rutina que Stiles repetía cada mañana, puntual como un inglés, para llamar a su padre justo cuando sabía que estaría en la ducha.

Y de paso, así se ahorraba pasar él también por esa rutina y que no tenía ningunas ganas de realizar, siendo la primera vez en años que lo haría sin tener a Stiles a su lado.

- No sabía cómo se lo tomaría si se enteraba –explicó, pasando rápidamente a lo importante -. ¿Cómo está?

El hombre tardó en responder, consiguiendo que a cada segundo que pasara el miedo del hombre lobo aumentara un poco más.

- Pues todavía está disgustado –admitió.

- ¿Te ha dicho lo que pasó?

- Me ha contado lo suficiente.

La voz del sheriff, amable pero sin ser tan alegre como solía ser en él, lo que no dejaba de ser lógico dadas las circunstancias, hizo que Derek se planteara por primera vez que a lo mejor Stiles no era el único que ahora mismo estaba cabreado con él.

- ¿Y opinas igual que él?

El suspiro del hombre resonó desde el otro lado del móvil. Derek pudo imaginárselo perfectamente llevándose una mano a la frente; cansado y sin saber qué hacer.

- No debería intervenir... Por mucho que sea mi hijo, y que me duela verle así, es algo que tenéis que solucionar entre vosotros.

Eso era lo último que Derek quería oír. Y aunque sabía que tenía razón y que era lógico que solucionaran sus asuntos como los dos adultos que se suponía que eran, sin esperar a que viniera alguien a darles la respuesta mágica, no las tenía todas consigo.

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