Tender Love {Chanyeol/Jongin} [Ver. Español]

~30~

Chanyeol y Naeun se acostaron en la cama de ella con su libro de texto delante de ellos. Le mostró todo lo que tenía que estudiar para el siguiente día y él no solo se sintió mal por ella, sino por él igual: no se iría hasta que la ayudara estudiar todo.

No hubo distracción de parte de ninguno. Literalmente se concentraron a estudiar y solo eso. Las horas pasaron muy rápido y la noche cayó.

Naeun estaba asustada por el examen ya que su profesora no solía ponerlos fácil. Intentó lo más que pudo memorizar todo sobre esculturas, cuadros. . . que habían estudiado el pasado trimestre. Lo bueno era que alguna información sobre esas cosas se mantenían en su cerebro.

Chanyeol se levantó de la cama y se estiró un poco. Luego caminó por la habitación y le echó una mirada a todo aunque ya lo había hecho antes. Fue a su escritorio y sobre este vio su estante lleno de libros. Leyó sus títulos y cuando notó uno sin nombre, lo tomó. Era marrón y parecía más una libreta que un libro. Lo abrió y sonrió al notar que era un diario personal.

Naeun había desviado la mirada de su libro segundos antes y se había enfocado en él, viendo si leería su diario. Sintió su corazón casi detenerte al verlo leer una página.

—¡Oye! —le gritó, sobresaltandolo—. No toques mis cosas.

Él sonrió y fue a ella con el diario en manos. Se sentó a su lado y ella se sentó igual, le quitó el diario y lo cerró.

—No debes leer esto.

—¿Por qué? ¿Ahí están tus secretos más oscuros?

—Cosas que no puedes saber —Se puso de pie y fue a poner el diario en su lugar.

—¿Desde cuando lo tienes? —preguntó.

—Hmm. . . Desde la secundaria —volvió a la cama.

—¿Escribes todos los días?

—No. Solo cuando tengo ganas —suspiró—. ¿Quieres algo de comer? Ya es hora de cenar.

—¿Cocinarás? —sonrió de lado mientras los dos se ponían de pie para ir a la cocina.

—Haré ramen —lo miró mal.

—Lujoso —dijo divertido y se sentó en la mesa mientras ella comenzaba a buscar los ingredientes de la comida.

❣️❣️❣️

—Si me como todo esto me dejarás leer tu diario —dijo Chanyeol cogiendo sus palillos. Ella rió.

—¡Claro que no!

—¡Tengo curiosidad!

—Si comes todo eso rápido te dará dolor de barriga. Y no te dejaré leer mi diario. ¡Es privado! —se negó rotundamente. Él hizo un puchero con los labios y miró su plato.

—¿Aunque sea una página? —levantó la mirada a ella sonriendo, lo que la hizo reír.

—Te leeré una línea. Pero si tú. . .

—No te compraré chocolates —la interrumpió.

—Tengo suficientes aquí —le sacó la lengua, divertida—. Si me muestras las canciones que has escrito en la libreta que te di.

—¡Hey, eso vale aunque sea una página de tu diario!

—Una línea o nada.

—Bien —suspiró.

Al terminar de cenar, Naeun buscó su diario en su habitación. Al volver a la sala de estar se sentó junto a Chanyeol en el sofá. Él se sentía emocionado por saber lo que había escrito aunque no fuera nada para emocionarse.