Tender Love {Chanyeol/Jongin} [Ver. Español]

~49~

Solo faltaban dos meses para terminar la universidad, y aquello significaba: Proyectos y exámenes finales.

Eunji ya ha terminado su libro de psicología mientras que Baekhyun estaba casi dándole el final. Sehun y Jongin trabajaban en sus proyectos mientras hacían prácticas laborales en compañías. Chanyeol debía terminar su modelo de un hotel, el cual fue diseñado por sí mismo y que debía de mostrar a arquitectos profesionales; el diseño era moderno y peculiar, pero que seguro le gustaría tanto a los arquitectos como a su profesor. Sin embargo, Chanyeol no había tocado el modelo desde que su nueva vida comenzó, y cada vez que lo veía, decía que continuaría trabajando en él al día siguiente, lo que nunca pasaba. Todos habían comenzado a hacer sus proyectos hacía meses, excepto por la clase de fotografía de Naeun. La profesora no les había dado información sobre lo que tendrían que hacer aún, lo que estaba volviendo a sus estudiantes ansiosos. 

La biblioteca se mantenía llena de estudiantes estos días. Todos estaban estudiando duro para graduarse -y otros para pasar el año- con buenas calificaciones. Pero mientras algunas personas preferían estudiar en la biblioteca, Naeun prefería estudiar en la conformidad de su hogar.

Se encontraba actualmente sentada en la mesa del comedor con sus libros esparcidos en ella. Eran alrededor de las dos de la madrugada y estaba casi durmiendose sobre su laptop. De repente saltó del susto cuando escuchó a Eunji gritar y luego correr hacia ella.

─¡Ya sé qué podemos hacer para tu cumpleaños! ─Exclamó su mejor amiga con felicidad ya que al fin tenía una idea después de tanto pensar.

─¡Son casi las tres de la mañana, Eunji! No grites ─Naeun le dijo, irritada.

Eunji se sentó junto a su amiga y cerró la pantalla de su laptop para que le prestara atención. Naeun la fulminó con la mirada ya que antes le dijo que no quería hacer nada para su cumpleaños, pero al final la ignoró.

─Podemos organizar una fiesta aquí en la casa con nuestros amigos cercanos ─sugirió. Naeun se cubrió el rostro con las manos─. No te gustan las fiestas grandes, pero esta sería pequeña con tus seres queridos. Cumplirás veintidós años y los veintidós solo se viven una vez. ¡Celebra!

─Está bien ─se rindió─. Pero lo organizarás todo tú sola. Como una sorpresa.

─¡Genial! ─Eunji exclamó con una gran sonrisa, pero luego se puso seria─. Pero. . . ¡Solo tengo una semana! Oh por Dios. ¡Tengo que invitar a la gente y pensar sobre la comida y la decoración! ─comenzó a estresarse. Ahora tenía mucho que hacer incluyendo la fiesta y sus estudios, pero era su culpa por querer celebrar el cumpleaños de su mejor amiga.

─¿Ya terminaste? Debo seguir estudiando.

─Sí, sí. Dame un papel y un lápiz ─le pidió, sin necesidad ya que ella misma tomó lo que pidió y volvió a su habitación. 

Comenzaría a crear la lista de invitados.

***

Chanyeol pasó por la habitación de Jongin al salir del baño y lo vio estudiando. Era todo lo que hacía últimamente: Estudiar. Chanyeol pensó que debería estar haciendo lo mismo, pero luego negó con la cabeza. Lo podía hacer más tare.

Se acostó en su cama y miró al techo, pensativo. No podía ver a Mirei con tanta frecuencia como antes ya que ella también estaba estudiando. Luego pensó en que ella se marchará en un mes, y un mes antes de graduarse ya que era cuando su intercambio terminaría y se agradaría en Japon.

La iba a extrañar.

¿En serio lo haría? ¿O solo iba a extrañar tener a alguien cuando se sienta solo?

Frunció el ceño.

─¿Te gusta? ─se preguntó a sí mismo─. Claro que sí. Si no, no estaría con ella. . . ─intentó convencerse─. ¿Estaría con ella si no me gustara? ─se preguntó ahora confundido─. ¿Por qué no le pido que sea mi novia?

Después de pensar en el tiempo que llevan saliendo, llegó a la conclusión de que era momento de pedirle una relación formal, aunque se vaya en un mes. Se podrían ver de vez en cuando. Él podría ir a Japón y ella a Corea. . . También tenían internet. . . 

Eso era. Decidió pedirle que sea su novia la proxima vez que la vea.

***

Al día siguiente, Chanyeol se encontró a Mirei entrando a su clase así que se le acercó por detrás y la abrazó.

─Tú y yo, cita, esta noche ─le dijo al oído.

Ella se dio la vuelta con una sonrisa.

─Buenos días. ¿Esta noche? Acepto ─respondió.

Él sonrió y le dio un corto beso en los labios antes de dirigirse a sus respectivos asientos. Chanyeol ya tenía todo planeado: Irían a cenar al centro de la ciudad, luego a caminar por el río Han, le pediría que fuese su novia y después la llevaría devuelta a su dormitorio. Todo estaba bien calculado así que sería perfecto.

El día pasó rápidamente. En la noche, Chanyeol recogió a Mirei frente al campus de la universidad y condujo hasta el centro de la ciudad. Eligió un restaurante japonés. No solía comer comida japonesa con frecuencia y era comida del país de origen de Mirei, por lo que creyó que era la mejor elección.

Mirei estaba conmovida por la cita que Chanyeol había preparado. Y lo que la sorprendió más fue lo romántico que él se encontraba esa noche.

Cuando terminaron de comer, se dirigieron al río Han.

─Aún no me iré, Chanyeol ─ella rió cuando él la abrazó por los hombros, pegándola a él.

─Solo digo que te extrañaré ─Él respondió. 

Ella sonrió y se puso de puntas para darle un tierno beso en la mejilla.

La noche estaba un poco fría y el cielo estaba oscuro, sin presencia de estrellas o la luna. Lo único que iluminaba el lugar eran las lámparas del lugar.

Se sentaron en un banco y Mirei habló mientras Chanyeol la escuchaba. Casi una hora pasó cuando él creyó que ya era el momento de pedirle que sea su novia. Se aclaró la garganta y acarició su mano derecha.

─Hmm, Mirei. .  ─la interrumpió─. Hay algo que he querido preguntarte ─Ella asintió, en señal de que toda su atención estaba en él.

La miró a los ojos y sintió su corazón acelerarse. Las palabras que quería decir quedaron atrapadas en su garganta, sin poder salir.

─Tengo hambre. ¿Quieres algo de comer? ─finalmente pudo hablar y quiso pegarse por saltar con aquello. Soltó su mano y se puso de pie─. Hay una tienda cerca. Podemos comer ramen.

Ella lo miró confundida: ¿Cómo podía tener hambre cuando recién cenaron? Cierto. Era coreano y los coreanos siempre tenían hambre.

Ella se colocó de pie y agarró su mano para así dirigirse a la tienda. No dijeron una palabra hasta que llegaron y Chanyeol habló con el dependiente, preguntando dónde podrían cocinar el ramen. El hombre los guió hacia los microondas y Chanyeol pagó para usarlos.

Frente a la tienda había una mesa de picnic, y donde se sentaron a comer la comida. 

Tiempo después Chanyeol la llevó devuelta a su dormitorio.

─¿Qué pasa? ─ella le preguntó cuando estuvieron en su puerta.

─Nada. ¿Por? ─sonrió mientras acariciaba los brazos de ella, los que estaban sobre sus hombros.

─Has estado muy callado desde que salimos del restaurante.

─No es nada. Solo estoy. . . un poco cansado ─le dio un corto beso en los labios, y cuando se separó, ella volvió a atrapar sus labios.

─¿Estás muuuy cansado? ─preguntó coquetamente. Él sonrió contra sus labios y volvió a besarla.

Se adentraron al dormitorio sin parar el apasionado beso y él cerró la puerta detrás de sí. Mirei tenía un dormitorio para ella sola así que se encontraban completamente solos. . . .