Cuando andaba por enfrente a los pasillos que conducían a las torres del colegio, alguien me tomó con fuerza del brazo. Me giré con molestia viendo a la persona que me estaba deteniendo, Harry Potter me miraba con el entrecejo fruncido.
– ¿C-cómo sabías que estaba en el vagón de Slytherin? – Preguntó con balbuceo. Sonreí suavemente. – Oh, ya me habías visto, ¿no es así?
– Lo sospechaba. Debes tener más cuidado, ¿sabes? Pasearse a escondidas en un tren lleno de personas que te odian es casi igual que ir de picnic con Voldemort.
Harry soltó una risita antes de quedarse callado.
– No sabía que eras novia de Malfoy. – Murmuró tímidamente y un poco cohibido.
– Ah, bueno, sucedieron varios acontecimientos interesantes. – Me encogí de hombros.
– Sí...entonces...buenas noches, Artemisa. Descansa. – Harry me sonrió suavemente antes de alejarse.
– Buenas noches, Harry.
**
Estaba acostada en mi cama leyendo un libro sobre pociones que Severus me había obsequiado en vacaciones. No tenía ni una pizca de sueño, lo cual era muy extraño ya que había pasado la noche en vela, discutiendo con Sirius sobre qué color de cabello le quedaba mejor a Dora.
Dejé el libro a un lado, levantándome de la cama con rapidez. Sería mejor ir a buscar algo de comida en las cocinas de Hogwarts, tal vez eso suba un poco mi estado humorístico. Le hice una señal a Scorpius para que me acompañase mientras buscaba el suéter que me había tejido Molly Weasley, cuando ambos estuvimos listos, abandonamos la habitación.
Cuando el pasillo que conducía directamente al exterior de la sala común de Slytherin se abrió, mis ojos enfocaron a una persona de cabello rubio platinado. Draco se encontraba sentado con la espalda apoyada contra la pared y con la cabeza entre las piernas, parecía estar maldiciendo algo porque solo se oían murmureos enfadados. Al momento en que el pasillo se cerró, Draco alzó la vista velozmente.
Nos miramos fijamente hasta que decidí apartar la mirada.
– Artemisa, por favor. – Draco se levantó del suelo, acercándose a mí. – Perdóname.
– ¿Te das cuenta de lo idiota que eres, Draco Malfoy? – Seguí sin mirarle – ¿No me habías dicho que te sentías fatal por todo lo que está sucediendo? ¿O me estabas mintiendo?
– No...yo no te estaba mintiendo, Arts.
– ¿Entonces? – Alcé la vista, observándole mesuradamente. – ¿Por qué te comportas como el mayor idiota del mundo mágico? No tiene sentido, Draco...
Draco se quedó callado. Me miró a los ojos antes de suspirar.
– Tengo miedo, Artemisa. Mucho miedo. – Se confesó, haciendo que sus ojos se cristalizaran. – Temo a todo lo que me rodea, desde que era un niño, mi padre siempre me dijo que el miedo era para las personas débiles. Y yo creía eso. Aún lo creo. Por eso trato de esconder mi miedo, trato de ocultar el pavor que siento cada vez que abro los ojos por las mañanas, cada vez que recuerdo lo que soy. Soy tan malditamente patético, Artemisa...
– Oh, Draco. – Coloqué mi mano sobre su mejilla. – El valiente no es quien siente miedo, sino quien conquista ese miedo. – Él me miró con perplejidad, sonreí con suavidad. – Es normal tener miedo y no debes avergonzarte por eso. No debes fingir algo que no sientes...si tienes miedo, enfréntate a él.
– No...lo puedo creer.
– ¿Qué cosa?
– ¿Me estás perdonando?
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Artemisa Slytherin y el Misterio del Príncipe Mestizo ➂
FanficLUMOS... Definitivamente no puedo vivir en un mundo normal, ni mucho menos seguro. Mi vida está repleta de circunstancias insólitas, es como si el creador del mundo estuviese burlándose de mí. Soy la heredera de un poderoso mago, ganadora del Torne...