--- 50 corales, tómalo o déjalo.--- ¡Eso es un robo! Esto es marfil de dalifante ¿acaso sabes lo valioso que es? Lo menos que debe costar es una perla. Niñita, este material solo se puede conseguir en las tierras del norte.
--- Ya te dije viejo, 50 corales. Si no lo quiere, llévese su mercancía de aquí.--- Rumba, mi hermano menor, un mono capuchino de diez años de edad que ha estado conmigo desde que tengo sólo dos años; comenzó a mostrar sus dientes. La actitud del pirata y el fuerte olor a ron que este emanaba no le gustaba para nada.--- Ohhh… Rumba tranquilízate.
--- ¿Qué le pasa a esa bestia? Espero que no tenga rabia…
--- ¿Qué? --- “llamó bestia a Rumba, este me está buscando...”--- Viejo ya le dije que le daré 50 corales, si no los quiere será mejor que se vaya con su mercancía robada a otro lado.
--- ¿Quién dijo que era robada? Quiero hablar con un adulto, no con una niñata. Aunque podría hacerte mujer si lo deseas. Jajajá.
“Otro viejo pervertido. Veamos cuánto dura este viejo calvo con Hati sin mear sus pantalones.” Pensé mientras sonreí maliciosamente. Este era el quinto que buscaba venderme mercancía robada. Ayer el barco de un noble incauto se perdió en estas aguas repletas de viejos piratas. “Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón… Ja y yo ya tengo una indulgencia de siglos”.
Rumba ya sabía lo que me proponía, así que estaba listo para saltar a la menor provocación. Nuestras mentes estaban unidas desde la primera vez que lo conocí en el bosque de los simios. En aquel día él hizo un pacto de sangre conmigo. Para domar una bestia sólo hay dos maneras: que el animal quiera realizar un pacto de sangre; donde nos convertimos en hermanos hasta la muerte o una sumisión por fuerza; donde la bestia te reconoce como su superior. Como domadora de bestia en entrenamiento, aun no tengo la capacidad para realizar una alianza por sumisión con bestias inteligentes. Así que soy bastante afortunada de que Rumba y Hati hayan accedido a convertirse en mis hermanos por sangre. Rumba al igual que yo, perdió a sus padres, así que desde el inicio fuimos inseparables.
Con Hati fue diferente. La conocí cuando tío y yo vivíamos en la cordillera nevadas de Thalaj, la frontera que separa el continente del norte dominado por los tres Reinos con el continente Salén en el Sur. Ella es una loba albina de gran tamaño. Había sido herida por un leopardo de las nieves; y si no hubiera llegado a tiempo, lo más seguro hubiera muerto desangrada. Ella quiso realizar el pacto de sangre conmigo y desde entonces somos hermanas.
“Rumba ya sabes que hacer.” Mi hermano asintió mientras se alistaba para saltar. “Hati, otro cliente quiere conocerte. --- La llamé --- Esta vez solo gruñe un poco. No quiero más heridos. Te prometo que te daré doble porción de carne hoy.”
--- Niña que tanto piensas, ¿vas a traer a tu padre? o prefieres que te convierta en mujer. --- Bramó el viejo pirata calvo en un tono amenazante y lascivo.
--- Ahora.
--- Grrrr
Hati apareció gruñendo detrás del hombre como una sombra, claro está, metafóricamente. Hati es muy blanca para ser una sombra. Mientras, Rumba saltó de mi hombro al cuello del ladrón con una pequeña navaja que presionó en su cuello. La cara del tipo valía perlas. Estaba más pálido que el papel y temblaba de pies a cabeza. “Tres, Dos, Uno… Jajaja… se meo.”
--- Le advertí que si no quería los 50 corales se fuera con su mercancía, ahora es muy tarde. Yo me quedaré con el marfil y usted se ira sin nada. Ah… pero le permitiré conservar su patética vida si promete hablar bien de nuestra tienda y traer nos más clientes. Eso si acepta el trato, de lo contrario hoy se convertirá en comida para lobo. ¿Qué me dices… acepta?
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Los Zetlyc: Primavera Muerta
FantasyEn el fantástico y remoto mundo de Edelia, la paz ha reinado por más de quinientos años; luego de la Gran Guerra contra los sangrientos varformos. Guerra que concluyó cuando, los poderosos zetlyc, aprisionaron a los temibles varformos en el remoto...