Capítulo 1: El Orfanato---Aily debes ser fuerte…no olvides que te amo.
---¿Mamá? ¿Eres tú?
Pregunté en medio de la oscuridad que me envolvía. “Espera un momento, yo no tengo madre. Otra vez el mismo sueٰño…” Me di cuenta que estaba recostada en el suelo y aún me negaba a abrir los ojos. “¡Ay! Yo quiero dormir. ¿Por qué soñaba con una madre que nunca ha existido? ¡Estúpido sueño! Estoy tan cansada, si tan sólo pudiera soñar con un pastel de moras, no mejor con crepas calientes rellenas de crema batida.”
---Grrrr---“Mi estómago está rugiendo de nuevo, ya no podré dormir más”.
---No voy a despertar ¡Auch!
“Eso dolió”. Sólo tengo que estirar mi entumecido cuerpo para que el dolor me recorra como un rayo; y todo gracias a los golpes de Agatha. Pero el castigo valió la pena, pude evitar que la bruja robara mi perla. La única pertenencia valiosa que me dejaron mis padres. Sé que me la dejaron ellos, porque Mamá Irene me lo dijo antes de abandonar el hogar. Ella era la encargada antes que la bruja y fue la que me recibió en este lugar. Si Mamá Irene no hubiera enfermado todo ahora sería mucho mejor.
Miré los moretones en mis piernas y recordé el incidente como si lo volviera a vivir. Estaba cuidando a los niños que jugaban en claro, cuando mi perla, se salió del bolsillo de mi vestido. Con la terrible suerte que la bruja estaba junto a mí. Todo paso rápidamente. Agatha tomó la perla y yo la empujé con fuerza. La bruja cayó al suelo, yo tomé mi perla y la lancé al bosque sin pensarlo dos veces. “Prefiero perder mi tesoro, que dárselo a esa malvada mujer. Agatha, un día me las va a pagar toditas juntas.”
Mi odio no carece de fundamentos, esa bruja realmente es cruel. No hace mucho decidió que los suministros no eran suficiente para sus lujosas cenas, por lo que ordenó que no se nos dieran más desayunos. Todavía me hierve la sangre al pensar que llevamos un mes sin desayunar. No por mí, yo puedo vivir saltándome algunas comidas, ya estoy acostumbrada, pero los niños… No tiene perdón. Allec solo tiene tres años, recordar la última vez que lo bañé me dan ganas de llorar. Era fácil contar cada uno de los huesos de su espalda. Sus ojitos van perdiendo vida, mientras que la odiosa bruja cada día está más gorda. “Vasta de quejas Aily, me debo levantar. Mientras estoy aquí perdiendo el tiempo Roland debe estar ansioso esperando por mí. Respira hondo y a trabajar.”
--- ¡Por los cielos! Aquí murió algo.
La peste era insoportable, sé que ya debería estar acostumbrada. Pero hay cosas a las que uno nunca se acostumbra y una es la peste de esta polvorienta habitación. Como podría describirlo, el olor es una combinación de madera humedad, ropa sucia y ratas muertas. “Por favor, que estén muertas.” Odio las ratas, es un miedo que no puedo describir. Ana, una de las cuidadoras más jóvenes, me contó que en su pueblo natal estas se comían la planta de los pies de las personas cuando dormían. No pude siquiera tomar una siesta en meses. Nunca he conocido a nadie que le haya pasado esto, pero ya no me confío. Entre más lejos estén de mí, mejor.
Ya estando de pie me sacudí el polvo de mi vestido mientras caminé hasta la ventana. Observé la luna llena que todavía iluminaba el cielo. Por mi experiencia, en dos horas comenzará a salir el sol. Es por eso que debo hacerles el desayuno a los niños antes que la bruja y las cuidadoras despierten. Luego de asegurarme que todos hayan comido, volveré a mi habitación de castigo, que se ha convertido en mi habitación fija desde que Agatha llego a este hogar.
Abrí la ventana con cuidado de no hacer mucho ruido y me deslicé sobre las tejas de barro que cubrían la casona. Fuera de la habitación el aire era frio y la oscuridad estaba cubierta por la tenue luz de la luna llena. Aunque para mí algo así como oscuridad no existe; siempre he podido ver en la noche igual que veo durante un día claro. Cuando noté que los otros niños no podían ver en la noche me llevé una gran sorpresa; y más porque según ellos, mis ojos violetas brillan en la oscuridad al igual que los ojos de un lobo del bosque. Desde entonces comprendí que yo era diferente de muchas maneras, lo que me llena de dudas acerca de mis padres. ¿Quiénes son? ¿También son diferentes? ¿Por qué no he sabido nada de ellos? Pero ya nada de eso tiene importancia, soy una huérfana en este hogar y ayudar a los más pequeños se ha convertido en mi objetivo por ahora.
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Los Zetlyc: Primavera Muerta
Viễn tưởngEn el fantástico y remoto mundo de Edelia, la paz ha reinado por más de quinientos años; luego de la Gran Guerra contra los sangrientos varformos. Guerra que concluyó cuando, los poderosos zetlyc, aprisionaron a los temibles varformos en el remoto...