---¿Cómo estarán los chicos? Tal vez, deba volver para cerciorarme que la bruja no les ha hecho nada.
Me levanté de la rama del árbol donde estaba recostada, con una cosa en mente: volver con los pequeños. Llevo dos días fuera del hogar y la ansiedad por saber que pasó cuando me fui me está matando. Aquella madrugada en que Roland me dio la carta, decidí que me iría. No podía dejar que la bruja me vendiera a ese tal Vanthernnys o Vanthermynn, o como quiera que se llame. Estaba molesta y decidida, incluso planié escapar al bosque.Pero ahora…“Creo que debo volver. Si… castigaron a Roland, él es el mayor... y si la bruja lo golpeo...” Me percaté que me había balanceado y saltado inconscientemente entre las ramas y ya estaba corriendo de vuelta al hogar. Me detuve indecisa. Si volvía tendría que irme con ese hombre. Él es un duque y hasta yo sé qué no podría librarme de él fácilmente. Si fuera atrapada Agatha no me permitiría escapar nuevamente; y lo que es peor, nunca más podría volver con los pequeños. “Debo esperar a que sea de noche. La oscuridad es mi mejor amiga. Será más seguro escurrirme en la casona en la noche y ver cómo la están pasando los niños. Es mejor esperar unos días a que se calmen un poco las cosas. En este momento deben estar buscándome.” Me dije, al sopesar mis opciones. Volver ahora no tenía sentido. Aunque mi mente esto me decía, mi corazón ansiaba volver. Sentía como si tuviera miles de mariposas en mi estómago. Respire hondo e intente calmarme.
---Aily calma…esperaré dos días y volveré en la noche… cuando sea más seguro. Entonces podré verlos... --- tomé aire y exhale lentamente ---. Sólo dos días más…dos días más.
“A quién quiero engañar. ¡Dos días es demasiado! Tengo que volver…” Estaba yendo y viniendo en un mismo punto; ya había creado un surco en el suelo. A este paso abriría un pozo; suena exagerado pero realmente no lo es. Mi ansiedad era incontrolable. Impotente me senté en el hueco que creé para no continuar malgastando energías. Cerré los ojos e intenté tranquilizarme. “Los extraño.” Las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas, la tristeza me había vencido. Diferentes recuerdos cruzaron por mi mente. La sonrisa de gratitud de Allec al acunarlo en las noches; La mirada tierna de Lizzy cuando le contaba una historia; La dulce risa de Lilliana al planear una travesura; Los ojos triste de Roland cuando nos despedimos… Esos niños son mi única familia. Desde que estoy en este bosque mis sentimientos están fuera de control. La tristeza y la ansiedad, dominan mis acciones.“Suficiente, no hay nada que pueda hacer. Esperaré a que sea de noche y me escurriré en la casona.” Me levanté, un poco más calmada. Saqué la perla de mi bolsillo y la coloqué en mi mano. Era una bella esfera nacarada que irradiaba una tenue luz purpura en la sombra del espeso bosque. Aunque todavía es de día, los pocos rayos de sol que se filtraban entre las copas de los árboles apenas lograban iluminar la espesura. “¡Hay escarcha en las hojas!” En un principio no me percaté de la baja temperatura, debido a que estaba muy ansiosa, pero ahora que me he calmado un poco puedo sentir el frio.
No traje conmigo nada más que la ropa que llevo puesta, una pequeña navaja que me regaló Roland y mi perla. En el hogar no contamos con mucha comida y la ropa que llevamos son harapos que hemos podido remendar. Incluso, nunca he usado zapatos, así que no había nada que pudiera traer conmigo. No es que necesitara llevarme algo, pero agradezco a Roland por darme su navaja. Tenerla me hace sentir tranquila de alguna manera. Cada vez que la veo, me acuerdo de él y esto me anima. Sé que los pequeños estarán bien cuidados, Roland es como un adulto y desde que llegó al hogar se convirtió en mi mano derecha, así que conoce mejor que yo como hacerse cargo.
Volví a mirar la perla en mi mano. Es raro que cada vez parezca brillar más. Lo curioso es que yo también percibo un cambio en el ambiente. No sé cómo llamarlo, pero existe una fuerza en este lugar que no es normal. Y aunque parezca ilógico, puedo sentir el flujo de esa energía, por llamarlo de una forma, circular a mí alrededor, incluso en mi interior. No tiene sentido esto que estoy experimentando, pero entre más me adentro a este bosque más fuerte me siento. Llevo todo el día sin comer, e increíblemente no tengo nada de hambre. Incluso el frio me resulta agradable. Y a pesar de esto, por alguna razón, también mis emociones me están resultando difícil de manejar.
---El Bosque Aitán… ¿Por qué querías venir a este lugar? ¿Qué es esta luz que produces?---Le hablé a mi perla como si ella fuera capaz de entender.
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Los Zetlyc: Primavera Muerta
FantasyEn el fantástico y remoto mundo de Edelia, la paz ha reinado por más de quinientos años; luego de la Gran Guerra contra los sangrientos varformos. Guerra que concluyó cuando, los poderosos zetlyc, aprisionaron a los temibles varformos en el remoto...