Los Zetlyc: Primavera Muerta

Capítulo 7: El heredero de Edahim

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Hola a todos los que han leído mi historia!! Gracias por su apoyo.          (6 _ 6)

Quería hacer una breve aclaración, a todos los que leyeron el capítulo anterior. Sin darme cuenta cometí el error de decir que son cinco clanes y aunque ya lo corregí; para beneficio de aquellos que lo leyeron antes de la actualización quería aclarar el error.

En realidad son siete clanes.   Que se componen de:

Realeza
Lectores de  mente
Domadores de bestias
Visionarios
Sanadores
Amos de la velocidad
Usuarios de energía

Más adelante en la historia les dejaré saber más detalles de estos siente clanes. 

Esta es mi primera historia, por lo que siempre agradezco los comentarios que me quieran hacer : )

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Capítulo 7: El heredero de Edahim

 --- Nuestros saludos al príncipe Edrick.

Las tres doncellas de mi madre saludaron al unísono, mientras hacían la reverencia protocolar.  Me había acostumbrado a ignorar las etiquetas y las formalidades de la servidumbre. Siempre me ha  parecido  ridículo  el estar recibiendo  reverencias constantemente, pero como un príncipe que lleva la marca de Edahim  debo vivir en el palacio hasta que el Rey nombre a su sucesor. 

Hoy me sentía más cansado que de costumbre.  Últimamente no he dejado de tener unos extraños sueños. Una joven de unos quince a dieciséis años aproximadamente, muy hermosa pero prácticamente indigente, es maltratada por una mujer sumamente cruel. Discuten por una supuesta perla que le pertenece a la chica.   Normalmente mis sueños son visiones sobre eventos concretos. Vistas del pasado o simplemente tretas que mi hermano está tramando en mi contra.  Pero en estos días no logro sacarla de mi mente.  Siento que me estoy volviendo loco, incluzo he comenzado a dibujar su imagen en mis cuadernos de estudio. 

Intentando sacar de mi mente a esta joven, comencé a conjeturar para qué me habrá hecho llamar mi madre. Normalmente me busca cuando obtiene información de algunos de sus espías. Lo que no me agrada para nada. Si es descubierta sería severamente castigada, aunque sé muy bien, que todos aquí tienen sus propios espías. <<Las paredes oyen. >> Me dijo una vez mi hermano en tono amenazante. Pero como quiera, odio ver a mi madre involucrada en este juego absurdo por el trono.  Y odiaría aún más, tener que revelar mi don, sólo para tener que salvarla en caso de que sea descubierta.

Caminé hasta el invernadero real al cual ella  llamaba su refugio. Una vez dentro pude apreciar el cambio del clima frio y viciado del corredor, al templado y húmedo clima boscoso del invernadero.  Los árboles y arbustos estaban salpicados con coloridas flores mientras que la luz que se reflejaba en el rocío de las hojas hacia que el lugar pareciera místico, de niño solía imaginar que este era un jardín secreto. Extraño esos días en los que soñaba con ser un héroe que mata dragones y salva doncellas. Una vez entre a este frio castillo no tardé  mucho en descubrir que la realidad es mucho más amarga. 

Cuidando  de unas orquídeas doradas como el oro, estaba mi madre.   Me acerqué a su lado sin decir una sola palabra, esperando a que ella decidiera hablar. En medio de aquellas orquídeas, mi madre, parecía un espejismo. “Es realmente hermosa” pensé al contemplarla cuidar de sus flores. No aparenta ser mayor de veinte años, cualquiera pensaría que es mi hermana más bien que mi madre. Deyanira Sari, segunda Reina del Reino de Edahim y primera princesa del Hydnora, es una mujer muy orgullosa y algo vanidosa.  Mantenerse joven y hermosa, es su manera de mostrar su superioridad ante las otras mujeres del Rey. Como heredera del don de Hydnora  puede absorber la energía de las plantas, es por eso que ha creado este lugar.  Las flores son la fuente de su juventud.