Capítulo 222

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CAPÍTULO 222

*narra Guillermo*

Me he pasado el día jugando con Daniel a los barquitos en la sala común para no pensar en Teresa, estoy demasiado ocupado pensando en estrategias para que Daniel no consiga descubrir dónde están mis barcos.

Daniel: G-8.

Guillermo: Agua. D-1.

Daniel: Tocado.

Guillermo: E-1.

Daniel: Tocado y hundido.

Guillermo: Uno de dos piezas menos. - Teresa entra por la puerta de la sala común. Con Lluc. Pongo cara de asco.

Daniel: ¡Guille! ¡Te toca!

Guillermo: Ay, perdona, me he distraído. ¿Te importa si voy un momento a hablar con Tere? Ahora continuamos. - Daniel sacude la cabeza.

Teresa: ¿Qué quieres? - me pregunta con desdén.

Guillermo: Te echo de menos.

Teresa: Pues yo a ti no.

Lluc: Deja de flirtear con mi novia.

Guillermo: ¿Tu novia?

Teresa: Sí, soy su novia. - dicho esto le planta un beso, cosa que contribuye a que mi corazón explote en mil pedazos. Un corazón que lleva demasiado tiempo soportando a alguien que no se merece que se arrastren por ella. Se acabó.

*narra Mauro*

El beso de Martina en la fiesta de mi despedida no para de reproducirse en mi mente. Es real que todavía siento cosas por ella, pero no es justo, no es justo que me deje por otro y ahora vuelva a mí.

Alguien llama a la puerta de mi habitación. Salto de la litera y la abro cuidadosamente. Genial, Martina.

Martina: Llevo queriendo hablar contigo desde el lunes por la noche.

Mauro: ¿Y qué es lo que quieres decirme? ¿Que te has dado cuenta de que Manuel pasa de ti y ahora recurres a mí porque no sabes estar sola?

*narra Martina*

Maldita sea. Eso es exactamente lo que me pasa, me tiene calada. Tengo que disimularlo.

Martina: Solo quiero decirte que me equivoqué... Y que nunca he querido a nadie como a ti... - le acaricio la nariz, sé que le encanta. Él se estremece. Lo tengo en el bote. Me aproximo poco a poco y vuelvo a besarlo. Había olvidado lo bien que me sentía entre sus brazos. - Mau, - le susurro, con nuestras frentes chocándose - volvamos.

Mauro: No quiero volver contigo, Martina. - se separa bruscamente - Al menos ahora no.

Martina: ¿No quieres volver conmigo pero en cambio quieres besarme?

Mauro: ¡Eres tú la que no para de tentarme!

Martina: ¡Pero bien que no te apartas!

Mauro: ¡Porque te quiero, joder! - su pequeño cuerpo desprende ira, agarra el pomo de la puerta con mala leche y se marcha, dando un buen portazo.

Detrás del delantal (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora