Capítulo 235

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CAPÍTULO 235

*narra Lluc*

Mauro: Bueno, juguemos a algo para seguir con la tradición, ¿no? - seguimos en la fiesta de plató, con buena música de fondo.

Guillermo: ¡¡Al Lobo!! - propone, eufórico.

Daniel: ¿Al Lobo? ¿Y a eso cómo se juega?

Guillermo: Se reparten cartas al azar. Habrá un número de rondas indefinido, las que se necesiten hasta matar a los lobos, en cada ronda, todos deben tener los ojos cerrados y solo pueden despertarse aquellos a los que llamen. Luego lo entenderéis mejor. Hay distintos personajes. Primero el lobo, que es el que mata a los aldeanos, como somos 18 personas jugando, habrá cuatro lobos. Después hay una vidente, que tiene el poder de ver la carta que quiera de cada persona en cada ronda. También tenemos a la bruja, que tiene el poder de revivir y de matar una sola vez. El cazador, que cuando lo matan puede él matar a otra persona. La mirona, que puede mirar disimuladamente en cada ronda. Cupido, tiene el poder de enamorar a dos jugadores y cuando muere uno de ellos, su pareja muere con él. Para añadir un toque interesante al juego, los enamorados cuando mueran tienen que darse un pico. Y todos los demás son simples aldeanos, sin ningún poder. Y también está la madre que es la que narra y se entera de todo lo que pasa. ¿Quién quiere ser la madre?

Lluc: Yo. - digo levantando la mano. Guillermo reparte todas las cartas y yo empiezo a narrar. - El pueblo se va a dormir - todos cierran los ojos - La vidente se despierta y mira la carta que le interese - Martina abre los ojos y me señala a Mauro, yo levanto su carta y ella descubre que Mauro es un lobo - La vidente se va a dormir y se despierta Cupido - Mendicuti abre los ojos - que enamorará a dos jugadores - y me señala a Ana y Manuel, yo les doy un pequeño golpe en el hombro para que sepan que son los enamorados - Cupido se va a dormir y se levantan los lobos - Ana, Marta, Aina y Mauro abren los ojos y les cuesta ponerse de acuerdo silenciosamente hasta que deciden matar a Efrén, yo levanto la carta de Efrén y resulta que es el cazador - Los lobos habiendo hecho su trabajo se van a dormir y ahora se levanta la bruja - es Teresa - que puede matar a alguien o salvar al que está muerto. - me señala a Guillermo para que lo mate y me duele que esté tan pendiente de él, yo levanto su carta y es un simple aldeano, eso no ha sido para nada estrategia, simplemente ha sido rencor - Y ya os podéis despertar todos.

Abren todos los ojos y analizan la jugada.

Efrén: Yo estoy muerto y ahora puedo matar a alguien, ¿no? - asiento - Pues... Mato a Mano...Manuel.

Manuel: Pues vaya, qué rápido me excluís del juego. - levanta su carta y es un aldeano.

Lluc: Manuel es uno de los enamorados. Su enamorada es Ana.

Ana: Qué original ha sido Cupido JAJAJA.

Lluc: Así que Ana también está muerta. Ana, levanta tu carta.

Víctor: Uooo, ¡eres un lobo! ¡Uno menos!

Ana: Bueno, al menos me llevo un buen regalo por morir. - y le da un largo beso a Manuel.

La partida sigue y finalmente los lobos pierden por la mala compenetración de Aina y Marta. Vamos haciendo unas cuantas partidas, todos los roles cambian, hasta el de la madre. Resultados: Muchas discusiones en las votaciones, muchas acusaciones (Aina y Marta no paraban de acusarse mutuamente), poca estrategia y casi todas las jugadas para fastidiar a quién les cae mal, muchos picos (Aina y Mauro, Víctor y Marta, Claudia y Efrén, Manuel y Rocío, Ana y Marco, Mauro y Mendicuti...)... Hasta que llega el momento que Teresa y yo somos los enamorados y alguien me mata. En el momento de darnos el pico, Teresa está distante. Lleva distante conmigo todos estos días, dice que estamos saliendo pero no me presta la más mínima atención, tengo que ir yo siempre detrás de ella, ni siquiera sé por qué acepté salir con ella, si no me aporta nada...

Cuando hemos terminado de jugar, invito a Teresa a bailar conmigo, ella acepta a regañadientes.

Lluc: ¿Se puede saber qué te pasa conmigo?

Teresa: Que eres un pesado.

Lluc: ¡Pero si somos novios!

Teresa: Pensaba que no eras tan estúpido. ¿No te das cuenta de que te estoy utilizando para darle celos a Guillermo?

Lluc: ¿Cómo...? - susurro. Esto ha sido un golpe muy bajo. - ¿Cómo puedes ser tan retorcida?

Teresa: ¿Y tú tan empanado?

Me deja con la palabra en la boca y yo me quedo parado, en medio de la pista, sin saber bien bien cómo me siento. Salgo de plató, arrastrando los pies, y me acurruco en el primer escondrijo que encuentro. Suelto todas las lágrimas guardadas, me reprocho a mí mismo haber dejado que me manipulen de esta manera, no tengo personalidad, nunca sé cómo reaccionar ante este tipo de situaciones y quedo siempre como un pringado. Tenía razón, todos estarían mejor sin mí, lo único que hago es estorbar, a nadie le importo... Hubiese sido todo más fácil si me hubieran dejado ahogarme en ese lago...

Detrás del delantal (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora