CAPÍTULO 216
*narra Manuel*
Me siento la persona más inútil de todo el universo. Un valenciano haciendo fatal una paella. Manuel, céntrate, ¿por qué estás todo el rato pensando en Ana?
El que sí que está prácticamente pálido es Mauro, tiene todas las papeletas para irse, en realidad no quiero que se vaya nadie... Pero dados a escoger, no estaría mal que Teresa y Guillermo continuaran su amor en la otra residencia. Ahora lo único que tengo que hacer es concentrarme en la prueba de eliminación, no puedo ser eliminado.
*narra Teresa*
Guillermo: Mucha suerte en la prueba de eliminación. - faltan menos de treinta minutos para entrar a grabar, estoy demasiado nerviosa, aunque tengo bastantes puntos.
Teresa: Igualmente. - me acaricia la mejilla y me da un dulce beso. - Aquí no. - le respondo, cortante, tras el beso. - Sabes que no me gusta que nos vean besarnos en público.
Guillermo: Me limito a hacer lo que siento...
Se podría decir que desde la acampada nuestra relación ha cambiado, se podría decir que Guillermo y yo somos algo. ¿Qué es ese algo? No quiero ni pensarlo, estoy empezando a asustarme demasiado. Guillermo está muy tonto, no deja de dedicarme palabras bonitas y de mirarme como si fuera un ser de otra especie. No me gusta. Estoy intentando que sé de cuenta, pero está demasiado embobado. Que sí, que Guillermo es la única persona que ha conseguido entrar en mi corazón, pero sigo planteándome si he hecho lo correcto.
*narra Mendicuti*
Paso por delante de la piscina, sin dejar de pensar en mis cosas, pero me distraigo al ver a una diosa. Marta sentada en el borde de la piscina, mojándose los pies, leyendo un libro y con un descuidado moño que la hace todavía más sexy.
Mendicuti: Qué poco te he visto el pelo estos tres días. - sube la vista del libro y me mira.
Marta: Lo mismo digo. Aunque así lo prefiero.
Mendicuti: ¿Por qué? - baja la mirada y finge que sigue leyendo. Al cabo de un rato, decide contestarme.
Marta: Porque he decidido que ya has visto demasiado de mí. Y porque no quiero influenciarte más en tu difícil decisión. - la palabra difícil la recalca con un grave tono irónico.
Mendicuti: Qué considerada. No puedo creer que esté hablando con Marta Álvarez.
Marta: Pues lo haces. Y si no tienes nada más que decirme, puedes retirarte, el libro está demasiado interesante como para estar perdiendo el tiempo con alguien que cree que soy una oruga.
¿Todavía se acuerda de lo de la oruga? Si fue un apodo inofensivo en un momento de demasiada tensión... Su rechazo ha causado en mí el efecto contrario, ahora solo quiero pasar más tiempo con ella. Me tiro a la piscina y nado hacia donde está. Me pongo delante de ella y es lo bastante inteligente como para apartar el libro para que no se moje, porque en menos de un segundo nuestros labios ya están saboreándose. Pero sigo enfadado con ellas. Maldita sea, ¿a quién pretendo engañar? Solo a mí mismo.
*narra Mauro*
Mauro: Bueno, chicos, se acabó lo bueno. Nunca me imaginé que iba a llegar tan lejos en un concurso como este... Me habéis aportado todos tanto... Es una fiesta de despedida un tanto triste, solo nosotros seis, pero es lo que hay.
De fondo suena "Best day of my life", del grupo "American Authors", aunque nosotros estamos sentados en el suelo, Guillermo ha propuesto algún juego, pero no tenemos muchas ganas. Los eliminados, Guille y yo, estamos demasiado tristes por haber tenido que abandonar en la semifinal y los otros cuatro demasiado nerviosos por la última semana de tensión que les espera.
Mauro: Solo quería decirle a Manuel que eres un auténtico crack. Y a Aina, que como primera finalista de Masterchef Junior 2, también va a ser la ganadora.
Aina me abraza dulcemente y noto la mirada inquisitiva de Martina sobre nosotros.
No quiero que mi despedida sea tan sosa, así que me levanto y me pongo a bailar. Los demás me siguen. Hasta que Martina me aborda y noto que quiere decirme algo, ya que me aparta del resto.
Mauro: ¿Sí?
Martina: Mau, me apena que te vayas. - dicho esto, entrelaza sus dedos con los míos. A pesar de todo el daño causado, sigue consiguiendo que unas hormigas recorran mis dedos cuando nos tocamos. Así que cuando me besa, no me aparto. Un bonito beso de despedida.
*narra Guillermo*
Animo a Teresa para que baile conmigo y me inclino para darle un beso, pero me aparta con un desagradable bofetón.
Teresa: ¡Quiero dejarlo!
Guillermo: ¿Pero qué estás diciendo? ¿Solo porque quiero besarte en público? ¿Solo porque quiero que todo el mundo vea lo feliz que me haces?
Teresa: ¡Por todo eso! ¡Eres demasiado bueno conmigo! ¡Yo no soy así! ¡Y voy a hacerte daño!
Guillermo: Tú eres tierna aunque quieras negarlo.
Teresa: Mentira, no intentes cambiarme, ni tú ni nadie, nadie puede cambiarme. - se pone a cantar la canción que nos tocó en el karaoke, vaya, ha sabido aplicarla a nuestra relación. - Además, tú te vas del programa y se me va a hacer más duro.
Guillermo: ¡Pero si nos veremos mañana! ¡Mañana vamos Mauro y yo a dejar las cosas a la otra residencia y volvemos con todos!
Teresa: Déjalo, no insistas más. No quiero estar más contigo. Respétame.
Guillermo: Estás cometiendo un craso error.
*narra Víctor*
Maldigo el momento en que he decidido pasar por delante de la piscina y me he encontrado a mi diosa liándose con el mismísimo Minotauro, ojalá vuelva ya a las profundidades del inframundo, debería encargarme personalmente de eso, debería atacarlo con mi espada Contracorriente. Sueño despierto en distintas formas de aniquilarlo, todas demasiado fantasiosas para que se puedan reproducir en la realidad, hasta que alguien interrumpe mis pensamientos.
Claudia: Hola.
Víctor: ¿Buscas a tu amo, perrito faldero?
Claudia: Ya no tengo nada que ver con ese hijo de Umbridge.
Víctor: Ya, ya, no me creo tus juegos.
Claudia: Víctor. Me gustabas mucho. Me gustabas tanto que me alié con Efrén para darte celos.
Víctor: Y también para separar a Ana y Manuel. ¿Te crees que no se os notaba? Eres repugnante...
Claudia: Por favor, estoy arrepentida. No quiero saber nada más de eso, Ana y Manuel no se merecen ya más dolor. Además, ya no quiero seguir dándote celos.
Víctor: Oh, me he librado de una buena, entonces.
Claudia: ¿Quieres dejar de hacerte el prepotente? Estoy intentando explicarte algo.
Víctor: Algo que no me interesa.
Claudia: ¿Por qué siempre me tendré que enamorar de los chicos que me tratan como una mierda? Primero tú y ahora Efrén. - le tiembla el labio inferior y estalla a llorar. Esa imagen me provoca tanta ternura que no puedo evitar abrazarla. ¿Se ha enamorado de Efrén? Qué corazón más caprichoso, el de Claudia...
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Detrás del delantal (2)
Novela JuvenilAventuras vividas de los aspirantes a Masterchef Junior 2 durante su estancia en el concurso. Dieciséis niños empiezan su aventura en el programa, llena de aventuras y sentimientos elevados a la máxima potencia. Novela entera publicada en instagram:...