Capítulo 228

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CAPÍTULO 228

*narra Martina*

Llego a la sala común y Mauro está espatarrado en el sofá, viendo la serie Física o Química. Me siento a su lado, sin decir nada. Estoy un rato callada, él también, mirando la televisión, qué gracioso es Gorka, hasta que ya no puedo aguantar más el silencio.

Martina: Mauro. - sigue callado - ¿Has pensado en lo que te dije?

Mauro: ¿El qué?

Martina: Venga, no te hagas el tonto. En que volvamos...

Mauro: Sé sincera, ¿por qué quieres volver conmigo?

Martina: Yo... porque te quiero.

Mauro: No me vale. Me dejaste y también me querías.

Martina: Me he dado cuenta de que cometí un error dejándolo, de que te necesito y de que todo es más sencillo si sumamos dos. - él se ha quedado completamente callado, de fondo escucho las voces de los actores, nada más. - Si ahora no me dices nada, te pido que te lo pienses. Piensa en nosotros y en todo lo que podemos hacer juntos. Piensa en si quieres volver conmigo. Espero una respuesta.

Me acerco a él, me tiembla todo el cuerpo, y le doy un breve beso en los labios, del cual no se separa. Hecho esto, me marcho, deseando que su respuesta sea afirmativa.

*narra Lucas*

Subo el volumen de mis auriculares. Tengo en modo bucle la canción "Sin miedo a nada", esa que cantamos Rocío y yo en el karaoke. Intento analizar la letra e intento ponerme en la piel de Rocío. Pero sé que no voy a ser capaz. Sé que la quiero, joder, no sabéis cuánto la quiero. Pero sé que nunca voy a poder ser capaz de decírselo. Y si no lo hago, ¿seguirá ella queriéndome? No sé si cortar con esto de una vez por todas será lo mejor, pero es que no quiero, no quiero dejar de estar con ella. Quiero que acepte mi forma de ser y quiero que me espere, quizás si me espera al fin consiga hacerlo, al fin consiga decirle que la quiero.

Ahora solo sé que quiero verla. Así que voy en su busca y a la primera la encuentro. Está deshojando una margarita.

Rocío: Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere... - oigo que murmura.

Lucas: ¿Te quiere o no te quiere? - digo, lo suficientemente alto para que sepa que estoy ahí.

Rocío: Pues la margarita me ha dicho que sí, que me quiere. ¿Me quiere? - ignoro su pregunta y voy directo a besarla, pero ella se aparta - ¿Me quiere? - repite.

Lucas: Quiere estar contigo.

Rocío: Eso me vale. De momento. - y ahora es ella la que me besa. Perdemos la noción del tiempo, entregándonos el uno al otro, hasta que nos avisan que es hora de volver a la otra residencia.

Detrás del delantal (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora