Detrás del delantal (2)

Capítulo 237

CAPÍTULO 237

*narra Lucía*

Estoy sentada en un rincón, no quiero que Masterchef termine... Ese sentimiento me invade de tristeza y provoca que no tenga ganas de disfrutar de esta última noche.

Daniel: ¿Qué haces ahí escondida? - me encojo de hombros - ¿Quieres que bailemos? No quiero que te quedes ahí abajo. - me tiende su mano y yo la acepto de buena gana.

Lucía: ¿Qué tal con Eva? - le pregunto cuando ya llevamos un rato bailando.

Daniel: Fatal. Ella intenta hablar conmigo, pero rehuyo, todavía no estoy preparado.

Lucía: Bueno, ahora no sabes cuándo vas a volver a verla...

Daniel: Ya, eso es lo bueno. Por cierto, quería hacerte un regalo.

Lucía: ¿Y eso?

Daniel: Quiero agradecerte que hayas estado siempre a mi lado, todo lo que me has ayudado y apoyado.

Lucía: Yo... No hacía falta. Solo lo hago porque te aprecio mucho.

Daniel: Cierra los ojos.

Lucía: ¿Para?

Daniel: Para darte tu regalo. Cierra los ojos.

Lucía: Está bien... - digo, cerrando mis párpados. Me quedo un rato así, plantada, sintiéndome un poco tonta y sin dejar de pensar en cuál puede ser el regalo de Daniel, hasta que... hasta que siento sus labios encima de los míos. Y me dejo llevar. Siempre digo que soy muy pequeña para sentirme atraída por un chico, pero Daniel es especial para mí y lo acaba de demostrar con este maravilloso beso.

*narra Manuel*

Sigo en una nube. Todo esto es demasiado increíble como para pensar que mañana se acaba...

Ana no se ha despegado de mí en ningún momento. Sé perfectamente cómo se siente, porque yo me siento igual.

Manuel: Anita... - llegó el momento de las promesas, que espero que no se lleve el viento. - Odio echar de menos y ya estoy empezando a hacerlo.

Ana: Bff, calla, ¿te acuerdas del drama que montamos cuando me fui del programa? No quiero ni pensar en lo que nos viene ahora... Pero todos sabemos que el dinero que acabas de ganar lo destinarás a viajes para venir a verme. - bromea.

Manuel: Oye, pues no me parece una mala idea.

Ana: ¿Te he dicho alguna vez que eres el mejor? - niego con la cabeza, mirándola como si fuese la última vez que puedo contemplarla - ¿Y que te quiero? - sigo negando, haciéndome el tonto.

Manuel: ¿Te he dicho alguna vez que me niego a separarme de ti?

Nos besamos, intensamente, intentando que este momento sea eterno, que mañana no llegue.

Ana: Seremos fuertes. Lo sabes, ¿verdad?

Manuel: Somos invencibles. Nada ni nadie podrá con nosotros.

Ana: Te quiero.

Manuel: Te quiero.

La abrazo con fuerza y cierro los ojos, recordando así todos los momentos que he vivido a su lado estas seis semanas, se me escapa alguna lágrima que sabe a felicidad y a melancolía. Espero poder seguir coleccionando muchas aventuras con mi bacalao.