La señal del vampiro (Igereth #2)

Plan suicida

(Por: Kyle)

Nunca vi a nadie besar a otra persona con tanta pasión que sentías que corrías el riesgo de incendiarte también, incluso aunque desviaras la vista, por educación.

¿Alguna vez ha pasado algo en tu vida que te hace sentir que pronto sonará el despertador y entonces todo tendrá sentido? ¿Esa sensación de que hay algo raro que no terminas de entender qué es?

Pero allí estábamos, con James e Irina besándose por más de un minuto entero mientras Emmeline y yo tratábamos de evitar contacto visual.

Tardaron como otro minuto más de completa incomodidad en separarse.

Siempre pensé que sería James quien diría la primera frase que diera inicio a la relación. Algo así como "te lo dije" o "ya era hora". Sin embargo, fue Nina la que nos sorprendió diciendo:

—Wow.

Inesperadamente, a todos nos dio un ataque de risa. Finalmente Em y yo pudimos mirarnos y cruzar una mirada de "tenemos que salir de aquí".

Irina golpeó a James en el hombro y gruñó:

—Te mataré por esto.

—No importa, de todos modos ya estoy muerto por ti—respondió él volviendo a darle un beso rápido.

Ugh. Incómodo de nuevo. Pero ninguno de los dos parecía notarlo. Estaba sonriendo como niños en una fábrica de chocolate.

Sí, también leí ese libro.

—Si me disculpan, iré a vomitar —logró decir Emmeline.

—Voy contigo.

James e Irina nos lanzaron la misma mirada cómplice.

—¿Qué? —Preguntamos Em y yo al mismo tiempo.

—¿Estás pensando lo mismo que yo? —Preguntó James.

—Totalmente —respondió Irina.

Emmeline bufó.

—¿Llevan juntos menos de un minuto y ya pueden leer la mente del otro? —Exclamó—. ¿Qué es lo siguiente? ¿Van a completar sus frases? ¿Van a empezar a tomarse de las manos? ¿Mañana van a desarrollar un radar para saber dónde está el otro?

Irina señaló su nariz.

—No necesito un radar. Soy un vampiro.

—Sí, realmente necesito vomitar.

Soltó un extraño sonido que debía ser su forma de expresar exasperación, pero que sonó adorablemente como un ave por la mañana.

Me reí y todos me quedaron mirando.

—Yo también...necesito vomitar. Están locos.

Los dos me dieron la misma sonrisa sarcástica que me hizo sonrojar sin saber por qué.

Seguí a Em de vuelta al castillo y terminamos por costumbre en la biblioteca.

Ella se derrumbó sobre un sillón.

—¿Estoy soñando, Kyle? ¿Ellos de verdad se besaron? ¿Y se volvieron a besar? ¿Y están bien con eso? ¿Y ella en verdad le sonrió? ¿Y él en verdad le dijo...?

Tuve que tomarla por los hombros y sacudirla ligeramente para que se calmara.

—Dime que no lo veías venir.

Ella se rindió y empezó a reírse.

—Vale. Bien. Totalmente lo veía venir. Pero es que....DIOS. SE BESARON.

No—me —digas.

—Lo superaremos.

—Sí, sí, es solo que...no, en serio espero que lo superemos. Voy a tener pesadillas con esto.

Volvimos a reírnos y empezamos a hablar de cualquier cosa que nos distrajera. Eventualmente, terminamos hablando nuevamente de por qué James no quería decir nada.

—¿Él les habrá dicho lo que descubrimos sobre Vantra? —Preguntó ella—. Tiene que saber algo nuevo. Entiendo que Irina lo odie por eso.

—También yo. Pero tal vez debemos volver a los libros de enfermedades, Irina sigue enferma. Me asusta.

—¿Oíste lo que le dijo? —Murmuró ella—. Está empeorando muy rápidamente. Pueden estarse besando Kyle, pero ella sigue grave. Creo...que es hora de avisar a Rushton.

—No —la interrumpí—. Emmeline, sabes que no quieres hacerlo. Ella te odiaría.

—No voy a dejar que se mate y no tenemos otra alternativa.

Supe que acababa de decir algo que la puso en alerta, porque se quedó pensando un buen rato. No la interrumpí, sabía que le gustaba darle vuelta a sus pensamientos varias veces.

—Kyle...¿y si vamos al bosque?

—¿Qué? —Esto no era lo que había previsto—. Em, oíste a James, es peligroso. Y él sabe que hay algo más allí.

—Pero es James...y tal vez es esa cosa de la realeza. Driggers solo los necesitaba a ellos...a nosotros no nos busca nadie. Tal vez nosotros podríamos ir sin dificultades.

—¿Y si nos encontramos un hombre lobo?
Ella se mordió el labio inferior.

—Robson me enseñó lo suficiente para luchar con uno sin magia.

¿Por qué era incapaz de decirle que no incluso a sus planes suicidas?

Pero lo veía en sus ojos, iba a ir, la acompañara o no. Así que debía ir con ella. Era mi amiga, no podía dejarla salir a un suicidio directo sola.

—Está bien —me resigné—. Iremos esta noche, veamos cómo podemos robar algún arma.

Me dije a mí mismo que solo lo hacía porque la última vez que nadie la escuchó encontramos pistas que valían la pena investigar.

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Hola a todos!

Este es un capi un poco corto, pero no se preocupen, vienen varios largos para compensar. 

¡¡Faltan menos de diez capítulos para terminar el libro!! 

Besos y calma 

Vale.