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Logan

Estábamos durmiendo cuando todo en la habitación comenzó a moverse. Me levanté de golpe sacando mis garras. Cuando vi que mi novia estaba sufriendo en la cama dormida. Mis garras volvieron a su lugar y la tomé entre mis brazos para intentar calmarla.

-April, mi amor. Despierta. -Dije moviéndola y dandole besos.

Ella no despertaba pero todo en la habitación se movía aun mas.

Luego de varios intentos, ella despertó de repente con la respiración entrecortada. La senté entre mis piernas mientras normalizaba su respiración y lloraba.

-¿Le he hecho daño a alguien?

-No. -Dije acomodando su cabello detrás de su oreja. -¿Que ha pasado?

-Cada vez que sucede algo importante en mi vida, lo sueño unas noches antes. Soñé cuando me secuestraron para ponerme el adamantium. Soñé unos días antes que aparezcas y acabo de volver a tener uno.

-¿Que soñaste?

-No lo se. Eran imágenes aleatorias sin sentido. -Dijo mirando la nada, sus lágrimas estaban cayendo de sus ojos. -Había gente tomando sangre del suelo, en otra imagen estaba el que nos hizo esto, vi un hospital abandonado, una guerra y... nada más. -Me abrazo y lloro en mis hombros.

Estaba seguro que me ocultaba algo, la conocía lo suficiente.

-Ven, vamos a dormir. Todo estará bien. No dejaré que nada ni nadie te haga daño. Te amo.

Esa noche no pude dormir. Estaba preocupado. Había decidido ir a hablar con Charles por la mañana.

Cuando el sol alumbro nuestra habitación, me levanté y baje al despacho de Charles.

-Buenos días Logan. -Me dijo.

-Charles, tenemos que hablar. Es algo serio.

-Dime.

-April ha tenido un sueño extraño. Ella se ha puesto muy mal. No paro de llorar en dos horas.

-Se a lo que te refieres. Los telepatas solemos tener ese tipo de sueños prediciendo eventos traumáticos en un futuro. Yo los tengo, Jean los tiene y April también.

-Tengo miedo que algo malo le pase.

-Logan, hablare con ella y haremos lo posible para que nada pase. Tu solo acompáñala. Para ella es un cambio muy grande esto de las misiones.

Cuando salí de allí, April estaba en la puerta. Le sonreí y la abracé. Ella también lo hizo.

-Todo estará bien. Nada va a pasarte.

-Gracias por estar conmigo. Te amo.

-Yo mucho mas a ti.

La deje pasar al despacho. Ella estaba mal, lo sabía, lo sentía. Un miedo se apoderaba de mi cuerpo. No podía perderla pero aun así  yo perdía a todas las personas a las que amaba.
Maldita sea la persona que se atreva a tocarla.

Suffering #X-MenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora