S E V E N ; they had nightmares

6.4K 654 20
                                    

Se despertó sentándose de repente y tomando una bocanada de aire, un sudor frío recorría su frente y bañaba su espalda, todo su cuerpo temblaba y ella, luego de unos segundos de total desconcierto, se permitió cerrar los ojos y tomar aire para luego soltarlo de forma lenta, intentando calmarse. 

Otra vez había tenido una pesadilla... Aunque deseaba con todas sus fuerzas que no fuera más que eso.

La realidad era que no eran pesadillas, era un recuerdo, uno en especifico que llevaba atormentándola la mayoría de las noches que había pasado en aquel pueblo. 

El recuerdo de la muerte de su padre.

Aquella expresión de infinito dolor en sus ojos clavados sobre los de ella, la forma en la que se desmorono, la forma en la que el agarre sobre sus hombros se aflojó repentinamente. Ni siquiera pretendía hacerle daño, la había hecho enojar, había dicho cosas que la habían dañado y lo único que estaba haciendo era una estúpida rabieta adolescente. Sin embargo, fue uno de aquellos pequeños golpes en su pecho mientras gritaba que lo odiaba el que había logrando romper en cientos de pequeños trozos los huesos y órganos de su padre.

La castaña sacudió la cabeza intentando alejar aquellos pensamientos y bajó la escalera de la casa para posteriormente dirigirse al jardín trasero de la casa. Necesitaba algo de aire fresco.

La brisa fresca de la noche le causó un pequeño escalofrío, sin embargo, eso era común en las noches de verano en aquel pueblo, con la corta estadía que llevaba allí, June ya había logrado descubrir que las noches en aquel lugar siempre (u al menos la mayoría de las veces) poseían aquella fresca brisa que en realidad se agradecía, ya que en general éstas eran bastante calurosas.

Aquella noche estaba bastante templado, no se acercaba en nada al frío, pero tampoco había calor. El cielo estaba estrellado y la castaña se permitió observar las estrellas en un intento por relajarse. Mirar las estrellas siempre funcionaba con ella, su padre le había enseñado a buscar las constelaciones trazando lineas imaginarias...

Dios, lo extrañaba tanto.

Una lagrima recorrió la mejilla de June sin que ésta pudiera evitarlo, rápidamente pasó su mano para así borrarla, sin embargo, si su objetivo era no verse débil, ya era demasiado tarde. 

Stiles Stilinski la había visto.

  —¿June?—La voz del pelinegro sobresalto a la chica haciendo que de un pequeño salto en su lugar acompañado por un gritito—Lo siento, no quería asustarte.—Se disculpó en cuanto June se dio la vuelta.

  —No me asuste—La castaña mantuvo su cabeza gacha durante unos segundos y una vez creyó poder mirarlo sin echarse a llorar, la alzó—, sólo me sorprendiste.—Se acercó a la cerca que dividía ambos jardines—¿Qué haces aquí de cualquier forma? ¿Por qué no estás durmiendo?—Preguntó con algo de curiosidad.

El chico de los lunares se llevó una mano a la nuca y suspiró, claramente nervioso u avergonzado frente a aquella pregunta.

  —No podía dormir.—Respondió luego de unos segundos.

  —¿Pesadillas?—Se animó a intentar acertar la castaña, el chico al otro lado de la cerca asintió y la chica se unió a aquel movimiento—Sí, yo también las tengo.—Una pequeña risita escapó del pelinegro y June frunció el ceño.

  —Lo siento, es que... En serio creo que nuestras pesadillas no se parecen en nada.

Y no erraba.

Mientras June tenía pesadillas en las que revivía la muerte de su padre, o distintas incoherencias relacionadas con sus habilidades; Stiles era atormentado por imágenes de cadáveres, hombres lobo, Kanimas, un alfa monstruoso... Muchas veces se había dicho a si mismo que si se disponía a ordenar aquellas pesadillas en papel, perfectamente podría crear un best-seller en el genero paranormal.

El silencio se instaló entre ellos, June no iba a decir nada al respecto de sus pesadillas y Stiles tampoco sobre las suyas; intentar contradecir aquella frase tampoco era una de sus opciones, la morena estaba muy segura de que Stiles no tendría pesadillas acerca de como su padre moría frente a él... Por su culpa.

Aquello último logró hacer que volviera a agachar la cabeza, dios estaba realmente sensible aquella noche ¿Es qué ya había llegado su periodo? Era lo único que le faltaba.

  —June...—El tímido llamado del chico hizo que volviera a levantar la cabeza para verlo—Yo... Eh... ¿Hice algo malo?—Aquella pregunta desconcertó a la chica, y por su expresión a Stiles le fue fácil notarlo—Cambiaste de cuarto.—Aclaró haciendo que June comprendiera de que hablaba—Es que... Bueno, suelo tener tendencia a hablar de más si estoy nerviosa, nervioso—Se corrigió rápidamente avergonzado por su error—, y tú me pones... —Sus ojos se abrieron de par en par al notar lo que estaba diciendo—¡Nervioso! ¡Me pones nervioso! Oh dios, no puedo creer que esto esté pasando.—Se llevó una mano a la cara y la mantuvo sobre sus ojos mientras hacia movimientos circulares con la yema de sus dedos sobre su cien.

June había soltado más de una risa a causa de todas las atropelladas palabras que Stiles había soltado de repente. Una vez el chico se quitó la mano de la cara y la miró esperando una respuesta que no fuera el que se volteara para entrar a la casa.

En aquel momento había comprendido que Stiles tenía el poder de hacerla reír (lo había logrado allí, en aquel momento en el que la pesadilla con su padre seguía latente y sin embargo, lo había logrado), y en aquellos momentos, realmente necesitaba alguien que pudiera hacerlo. No iba a negarse a aquello, a lo largo de su vida había aprendido a renunciar a las cosas; sin embargo, la castaña no estaba dispuesta a renunciar a Stiles Stilinski.

En todo momento de aquel silencio (que para Stiles fue una eternidad) June mantuvo la mirada sobre el chico, una mirada profunda pero a la vez indescifrable, nadie podía decirse si a continuación la chica pensaba golpearlo u besarlo, y aquello era justamente lo que más nervioso ponía al chico.

June al fin reaccionó acelerando de esta forma el corazón del muchacho; lo primero que hizo fue posar ambas manos sobre la cerca frente a ella, luego de ello se inclinó hacia adelante, poniendo su torso así en el jardín de los Stilinski y, posteriormente, cerró los ojos para depositar un sonoro beso sobre la mejilla del chico.

  —Gracias Stiles.—Murmuró la chica en su oído, erizando cada bello que poseía.

Stiles se quedó completamente inmóvil en su lugar, en su mente aún se ordenaban las imágenes de los últimos segundos y aún podía sentir el calor de los labios de June sobre su mejilla; una tonta sonrisa apareció en sus labios una vez comprendió lo que había sucedido, tuvo o mejor dicho trató de reprimirla mordiéndose el labio, sin embargo aquello era en vano, nadie que lo viera podría negar que se encontraba feliz.

  —Por cierto Stiles—La castaña llamó la atención del chico desde la puerta trasera de la casa—¿No tienes problemas en que mañana vaya a tu casa verdad?

El chico negó aún embobado y la chica sonrió, una sonrisa sincera y hermosa que sólo había logrado volver aún más torpe a Stiles.

  —Genial, nos vemos mañana entonces.—Y sin más palabras, la chica ingresó en la vivienda.

  —Sí... Sí, nos vemos mañana.—Contestó Stiles varios segundos después de que June hubiera entrado.  

Angel of destruction ↯ Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora