T W E N T Y E I G H T ; her first slumber party

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  —¡Pijamada! 

Aquella había sido todo lo que su amiga pelirroja le había gritado al teléfono cuando le comentó si es que era posible que pudiera dormir en su casa aquella noche. Resulta que su almuerzo en la casa Stilinski había dado bueno frutos, ya que aquel mismo día, Noah Stilinski se había animado a invitar a salir a su tía, y lo menos que June podía hacer por la que había resultado su primer amiga, era dejar libre la casa para que así su tía pudiera hacer todo lo que le apeteciese allí. Aunque sí, conociendo a Alice, June tenía claro que había una gran cantidad de probabilidades de que aquella cita terminara en sexo, y definitivamente no estaba dispuesta a presenciar aquello de ninguna forma.

 Y allí estaba, en la entrada de la casa de Lydia, aún riendo frente a la idea de que su vida había alcanzando el punto en el que estaba a punto de tener una pijamada junto a la pelirroja y su mejor amiga.

  —Miren, realmente esta es la primera pijamada a la que vengo—confesó la chica mientras daba sus primeros pasos dentro de la casa para entonces girar a mirar a aquel duo que la había recibido—. Sin embargo—June sonrió—, hice mi propia investigación y...—descolgó su mochila de su espalda para abrirla y así sacar dos botellas de vidrio de ésta, haciendo a las chicas soltar una risita para empezar a apludir.

  —Creo que ya entiendo porque te cae tan bien, Lydia—comentó divertida la castaña mientras se acercaba a la chica.

  —Créeme Allie, eso es solo la punta del iceberg.

  —Bueno, ¿Qué películas miraremos?—se apresuró a preguntar la morena cambiando de tema rápidamente mientras tomaba asiento sobre el sofa de Lydia.

  —Miraremos...

  —Miraremos esa tonta película romántica que Lydia siempre me obliga a mirar—interrumpió rápidamente Allison haciendo que June alce ambas cejas.

  —¡Hey!

  —No voy a permitirlo—la pelirroja se vio interrumpida nuevamente esta vez por June—, ¿Alguna de ustedes ha visto las películas de Thor?—preguntó logrando que la pelirroja frunza el ceño.

  —Em, no quiero ofender, pero no me gustan mucho los superheroes, menos Thor.

  —Oh, querida Lydia, eso es porque no le has visto los brazos.

Y sólo bastó un posterior guiñó para que la fanática sumergiera a aquel duo en un maratón de peliculas de Marvel. Se pasaron toda la noche riendo, charlando, y, como no podía ser de otra forma, mirando todas las películas que la castaña nombraba apenas terminaban alguna.

June debía admitirlo, aquella era una increíble noche; tal vez no tuviera comparación con la noche anterior, u se tratara de un tipo de felicidad completamente diferente a la que había experimentado junto a Stiles, pero definitivamente, rodeada por Lydia, Allison, algo de alcohol, palomitas y películas, se encontraba feliz.

Fue durante la madrugada cuando, encontrándose el trío ya instalado en la habitación de Lydia, la charla se había expandido a un terreno más intimo, y ahora sin la interrupción de héroes malditamente atractivos, la conversación no dejaba de avanzar a un ritmo cada vez más rápido.

Fue imposible para June no confesar a Allison todo lo ocurrido con Scott luego de escucharla hablar acerca de él, del vacío que tenía y de las cientos de cosas que extrañaba de él. Para su sorpresa, en vez de recibir los insultos para los que se estaba preparando, recibió una sorpresiva comprensión por parte de la castaña, quien, aunque claramente dolida, había estado atenta a su parte de la historia, dándole más importancia a detalles como que en aquel entonces se encontraba confundida respecto a sus sentimientos y que su verdadera historia tenía como protagonista a otro muchacho. Lydia también tuvo su parte en aquella conversación, hablando acerca de como la estaba afectando la falta de Jackson y, a la vez, como en parte agradecía que se hubiera ido; era difícil de entender, pero al menos June logró comprender que, por fuerte que hubiese sido lo que la rubia fresa pasó con aquel chico, aquello se encontraba cerrado.

Resultó ser justo cuando casi estaban por dormirse cuando decidieron tocar el tema sobrenatural, revelándole a la castaña que la morena ya tenía conocimientos acerca de ello y también, contándole acerca de las habilidades que ésta poseía; no tuvieron en cuenta como aquella revelación eliminaría cualquier rastro de sueño del organismo de la joven cazadora.

  —¿Entonces en serio puedes hacer esto?—preguntó Allison aún algo incrédula mientras Lydia vertía agua en la copa restante.

Prácticamente obligadas por la joven Argent, habían bajado nuevamente a la sala para que así June pudiera hacer una demostración ideada rápidamente por Lydia.

La rubia fresa colocó ocho copas de vidrio sobre la pequeña mesita de madera entre sus sofás y vertió agua en todas ellas, aunque no de manera pareja, para luego ubicarse a un lado de éstas.

  —Bueno, en realidad jamás hizo esto—respondió a la pregunta Lydia para luego dirigirse a June —. Tocaré una nota y tú vas a sostenerla ¿Bien?

  —No estoy muy segura.

  —Te será fácil—aseguró la rubia fresa para luego comenzar a pasar su dedo indice repetidas veces sobre los bordes de la copa.

Rápidamente una leve nota logró escucharse y, una vez logró captarla, June cerró sus ojos para concentrarse bajo la atenta mirada del duo.

La castaña se vio rápidamente boquiabierta cuando June no sólo logró mantener aquella nota, sino hacer vibrar a todas las copas, logrando que la sala se vea repentinamente invadida por una hermosa melodía.

  —Esto es imposible—susurró la castaña llevando una mano a su boca.

  —Esto es Beacon Hills—soltó la rubia fresa logrando posar una sonrisa sobre la morena.

June, no conforme con aquella simple demostración, decidió enfocarse un poco más, ahora abriendo sus ojos para extender su brazo en dirección a aquella copas, apuntándolas con su dedo indice, el cual fue seguido por el contenido de aquellas copas una vez lo elevó, logrando que ahora el agua se encontrase flotando sobre cada copa.

  —Oh, esto es genial—murmuró Lydia sonriente mientras tomaba el brazo de su mejor amiga.

Bastó con que la morena cerrara su puño para que todo aquel agua se juntase en una sola bola que se mantuvo en movimiento hasta que ésta volvió a abrir su palma, haciendo que entonces cientas de gotas salieran esparcidas por la sala, flotando alrededor de las chicas.

  —Tal vez estoy mejorando—comentó sonriente June.

Sin embargo, de manera casi automática luego de aquel comentario, las gotas dejaron de flotar, regando toda la sala y, a la vez, las ocho copas estallaron, logrando que inevitablemente el trío soltara una carcajada.

En ese entonces June comprendió que su primera pijamada había sido todo un éxito.

Angel of destruction ↯ Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora