Los rayos de sol luchaban por abrirse camino a través de las cortinas del cuarto; sobre la cama, a unos metros de aquellas telas bancas que danzaban junto a a brisa como si se trataran de almas en pena, yacían dormidos una chica morena de cabello castaño cuya cabeza reposaba sobre el torso desnudo de un chico algo pálido, de pelo corto y orbes cafés.
Aún dormido el chico tenía uno de sus brazos rodeando a la chica, manteniendola apegada a él como si tuviera miedo de que pudiese escaparse de allí, e impotente, no pudiera hacer más que aceptarlo.
La noche anterior había sido realmente extraña, aunque tratándose de aquel par, aquella palabra poseía cientas de definiciones; la noche había sido agotadora, sorprendente, triste, emocionante, mágica... June al menos, estaba bastante segura—al menos un ochenta por ciento segura— de que la noche anterior el chico sobre el que ahora reposaba había admitido tener sentimientos por ella, de la misma forma que días atrás, ella había hecho exactamente lo mismo.
Stiles se sintió bendecido al haberse despertado primero, de aquella forma, tuvo total libertad para observar a la castaña durmiendo plácidamente sobre su pecho; como si la chica fuera de un material extremadamente frágil, corrió unos mechones de su sedoso cabello castaño hacia detrás de su oreja y luego se permitió acariciar levemente su mejilla. El corazón del chico se encontraba acelerado frente a la simple cercanía de la contraria, y a la vez, la paz que June emitía al estar completamente perdida en sus sueños no hacia más que llenarlo de ternura.
Sabía a la perfección que aquella chica sobre él tenía el poder para hundir todo Beacon Hills, e incluso todo el condado Beacon, y sin embargo, teniéndola dormida entre sus brazos, el único objetivo que se le ocurría para su vida en aquel momento era protegerla del mundo.
—Buenos días.—Saludó el chico repleto de lunares con voz ronca a causa de apenas haberse despertado al ver a la chica parpadear—¿Cómo dormiste?—La castaña esbozó una sonrisa y luego bostezo para así estirarse, desperezándose para luego re-acomadarse sobre el chico, dejando así ahora su barbilla sobre el pecho de éste.
—Horrible.—Respondió sonriendo divertida—Un idiota no dejo de roncar en toda la noche.
—Que extraño.—El chico frunció el ceño—Iba a decir lo mismo.
June soltó una risita para luego golpear levemente su hombro.
—La verdad es que no pude haber dormido mejor.—Confesó el chico haciendo sonrojar a la morena.
Las miradas que ambos compartían en aquel momento, la forma en la que sus corazones latian por la cercanía del otro, la manera en la que Stiles la mantenía pegada a él, el sol matutino colándose en la habitación... De alguna forma, aquel momento era perfecto en todos sus sentidos y ambos sabían aquello a la perfección.
Conociendo que aquellos instantes eran completa y absolutamente suyos, y que nadie más podría tenerlos presentes más que ellos, sin siquiera darse cuenta acabaron uniendo sus labios en un tímido beso. La mano de Stiles con la que no mantenía apegada a su cuerpo a June escaló el cuerpo de ésta hasta llegar a su mejilla, la cual comenzó a acariciar como había hecho minutos antes mientras ella no estaba consciente, claro que ahora la diferencia era que si lo estaba, y que aquella zona se encontraba moviéndose gracias a los movimientos que hacían sus labios contra los suyos.
Ambos fueron invadidos por cientos de sensaciones en tan sólo cuestión de segundos, su cerebro se veía incapaz de procesar todo aquello, la piel erizada, el cosquilleo en el estomago, aquel escalofrío que los recorría constantemente pero que resultaba agradable. Dios, lo deseaban, ambos lo hacían.
Deseaban aquel acto desde que se habían visto, y sí, pueden ameritar aquello a las hormonas, pero la verdad era que en aquel momento, ninguno de los dos se encontraba buscando explicaciones; lo único que les interesaba en aquel momento era disfrutar de las cientas de sensaciones que causaba aquella danza que sus labios estaban protagonizando.
En algún momento la timidez e inocencia de aquel beso se había esfumado, ahora se encontraban protagonizando uno mucho más hambriento y desesperado, como si aquellos fueran sus últimos segundos de vida—que por la velocidad a la que latían sus corazones podían serlos perfectamente— y todo lo que desearan hacer en aquel tiempo era disfrutar en plenitud del otro.
¿En qué momento se habían sentado y las manos de Stiles luchaban por desabrochar el brasier de June mientras que ésta se dedicaba a recorrer la espalda del chico con las suyas? No lo sabían, habían perdido toda percepción además de la de los latidos del otro, en realidad, aquello era lo único que les importaba.
Tal vez a causa de aquello, ninguno de los dos notó cuando Alice abrió la puerta mientras decía algo acerca de si la chica no necesitaba nada, todo lo que escucharon de ella fue el grito que soltó al encontrarlos de aquella forma.
—¡Dios!—Stiles prácticamente tiró a June al suelo a causa de la sacudida que había dado a causa de la sorpresa, el susto y, a la par, la vergüenza.
—¡Tía!—La regañó enojada con su cara roja a causa de la vergüenza.
—Yo, eh, ustedes, tú, él ¡Mi casa!—Soltó completamente en pánico la mujer mientras señalaba en distintas direcciones—Yo... Uhm, vuelvo en otro calentamiento—Los ojos de todos los presentes en la habitación, incluyendo a la propia Alice se abrieron de par en par a causa de aquel comentario—¡Momento! ¡Quise decir momento!
La mirada de June de "largo o te mataré mientras duermes" fue tan clara que Alice simplemente forzó una sonrisa y prácticamente corrió fuera del cuarto, luego de unos segundos, cuando escucharon el sonido de un auto alejarse, comprendieron que en realidad había corrido hacia fuera de la casa.
Nuevamente solos, el pecho de ambos subía y bajaba de forma irregular, sus cuerpos aún estaban calientes y ambos todavía podían sentir las manos del otro sobre su piel y la presión de los labios del otro sobre los propios.
June fijo la mirada en la de Stiles, ambos se mantuvieron en silencio, ella aún sentada en el suelo y él en la cama.
—Entonces... ¿Seguimos?—Preguntó sonriente para entonces, tan sólo unos minutos después encontrarse diciendo:—¡June necesito mis pantalones!
Ahora el chico se encontraba fuera de la casa de la castaña tan sólo en ropa interior en mitad de la mañana, la mayoría de vecinas se encontraban fuera encargándose de sus respectivos jardines y todas se encontraban mirándolo de manera reprobatorio o murmurando cosas seguramente acerca de él, aquello sólo lograba hacer que Stiles tuviese la cara roja, pero por más suplicas que daba a la chica dentro de la casa para que ésta le abriera, todas eran ignoradas.
—Las mujeres de hoy en día están muy actualizadas Stiles.—Soltó desde el otro lado de la puerta la castaña—Yo que tú iría pronto a casa antes de que comenzaran a sacar fotos.
Y, sin poder evitarlo, la chica estalló en carcajadas al escuchar los acelerados pasos del chico del otro lado de la puerta.
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Angel of destruction ↯ Teen Wolf
Fanfiction❝Ella temblaba por miedo a si misma con la intensidad con la que todo a su alrededor temblaba al mismo tiempo.❞ June creyó poder vivir sin problema alguno. Creyó ser lo suficientemente fuerte como para controlar a aquella bestia en su interior...