T W E N T Y S I X ; she likes him

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Y allí se encontraba la castaña, completamente paralizada frente a la figura del chico en la ventana frente a la suya.

No había visto a Stiles desde hacía ya tres días... Desde su último accidente.

Sabía por medio de la pelirroja y el moreno que tampoco había estado en contacto con sus amigos y aquello sólo lograba aumentar la gran presión sobre su pecho que llevaba atormentándola desde aquel día. Pero ahí estaba, el pelinegro prácticamente frente a ella mirándola de la misma forma que ella lo hacia.

-Stiles-logró soltar la morena logrando hacer al contrario reaccionar, haciendo que éste se apresure a tomar algo de su habitación y posteriormente dirigirse fuera-¡Espera!-soltó sin poder evitar que sus ojos se cristalizaba.

Lydia le había advertido que iba a destrozar la amistad entre aquel chico y su mejor amigo, pero nadie le había advertido que también iba a destrozarlo a él, y dios, eso le dolía demasiado. Podía cargar con todo lo que estaba cargando hasta aquel entonces: el rechazo de su madre, la muerte de su padre, el caos que corría en sus venas y que de vez en cuando encontraba la forma de salir, pero sus fuerzas no alcanzaban para además soportar el haber roto a Stiles de aquella forma.

-¿Podemos hablar?-prácticamente suplicó-Por favor.

El rostro de Stiles permaneció inexpresivo, mas en el fondo el pelinegro se encontraba maldiciendo por no poder ser más fuerte; era obvio que iba a ceder, notaba con claridad como los ojos de la morena se encontraban cristalizados por las lagrimas y simplemente no iba a permitir que June llorara por su culpa por muy molesto que se encontrara.

Esa fue la razón por la que tan sólo un par de minutos después, June se encontraba sentada en el sillón de la sala de la casa Stilinski, jugando con sus dedos de forma nerviosa mientras el pelinegro se encontraba sentado en el sillón frente a ella.

-¿Y bien?

June se sintió sacudida por aquellas palabras, salió de sus pensamientos para entonces encontrar su mirada con la del chico, quien continuaba frío y distante.

-Stiles yo...-la castaña suspiró dejando su vista en el suelo durante unos segundos, incapaz de mirarlo a los ojos-¿Tú qué crees que sucedió allá?-preguntó haciendo al chico soltar una risita.

-Scott McCall salvó el día como siempre.

La morena mordió su labio para asentir levemente.

-Bien...-se tomó unos segundos logrando volver a mirar a Stiles a los ojos-¿Cómo crees que lo hizo?-preguntó entonces haciendo que Stiles rodara los ojos-En serio-habló con seriedad-¿Qué crees que hizo Scott para lograr calmarme?

-¿Por qué mejor no te vas y dejas de torturarme June?-pidió el muchacho haciendo que una onda de dolor recorriera de pies a cabeza a la contraria.

-Responde.

-Supongo que estas a punto de contármelo ¿No?

-Él sólo me recordó lo que debía hacer-soltó con seriedad, evitando verse afectada por cualquier comentario que Stiles pudiera llegar a hacerle, después de todo, se había preparado para ellos-. Lo que Derek me enseñó...

-¿Y eso sería?

-Pensar en ti Stiles -respondió de la misma forma que antes-, Derek me enseñó que debía encontrar algo que me atara a la realidad, algo que me diera el control, un ancla -soltó para luego guardar silencio durante unos segundos, nerviosa, ahora con sus manos entrelazadas-. Y tú eres mi ancla.

Un silencio se instalo en la casa mientras ambos continuaban mirándose a los ojos, June aún haciendo grandes esfuerzos para no derramar ninguna lagrima y Stiles, por otro lado, sintiendo su corazón acelerarse cada vez más con cada segundo que pasaba.

-Sólo quería decir eso-soltó luego de unos segundos la morena-, pensé que debías saberlo.

La castaña se levantó del sillón soltando un suspiro para luego empezar a caminar lentamente hacia la salida de la casa, gritando internamente porque el pelinegro detrás de ella se levantara y la detuviera, y por milagroso que aquello le pareciese, así resultó.

Una vez Stiles se vio capaz de reaccionar, dio unos rápidos pasos hasta poder tomar la mano de la morena, deteniéndola de esta forma. Apenas June giró para mirar nuevamente al chico, éste llevó su boca hacia la ajena, uniendo sus labios en un beso mientras posaba una mano en su cintura, apegandola a él como si fuera posible el hecho de que ella quisiera alejarse y la otra sobre su mejilla. June por su parte se dedicó a seguir los movimientos que el contrario realizaba, logrando que sus labios danzasen una coreografía para la que parecían estar destinados mientras sus manos se mantenían en la espalda del chico.

-Eres la persona más mágica que he conocida nunca, June Storm-declaró Stiles con su respiración agitada y su frente sobre la contraria, acariciando la mejilla de la misma mientras intentaba normalizar su respiración-. Te quiero, muchisimo.

June se vio completamente hipnotizada por los ojos del pelinegro mientras aquellas palabras lograban acelerar aún más su corazón; únicamente se vio capaz de responder con otro beso en el que enredó sus brazos en el cuello del contrario logrando que éste se encorvase un poco para poder besarla mientras posaba sus manos sobre su cintura. En algún momento aquel acto terminó con ella sentada sobre la mesa del comedor, aún devorando los labios del contrario mientras ahora sus piernas enredaban su cintura.

-Y tú lo más sobrenatural que me sucedió, Stiles Stilinski-soltó la chica apenas se separaron nuevamente.

Ambos compartieron una mirada completamente inocente, permitiendo al otro leer a través de ella, llegando a comprender que ambos sentían exactamente lo mismo en aquel momento; que sus corazones latían a la par, igual de rápido y por la misma razón.

Y fue de la misma forma tan confusa en que llegaron a aquella posición en la mesa del comedor de la casa, la forma en la que llegaron a la cama del joven Stilinski; la misma que logró que sus prendas fueran desapareciendo entre besos, caricias y sonidos arrancados desde lo más profundo de cada uno.

Es que en aquel momento ambos estaban listo para todo con el otro, porque en aquel instante, ambos estaban hechos para el otro. Su conexión era inexplicable, y, viendo todo lo que sucedía a su alrededor en su día a día, la única explicación que ambos podían encontrarle resultaba ser lo sobrenatural, pero ambos sabían que era algo mucho más que grande que ello, una fuerza superior, como si el mismo universo fuera el que les indicara que allí, juntos, era donde debían estar.

Habían sido hechos originalmente siendo cuarenta y dos gramos, y en aquella noche, disfrutaban de manera completa el estar por fin completos.

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Los que no entendieron la referencia final: Se dice que cuando morimos perdemos 21 gramos (que ese es el peso del alma) entonces a lo que hago referencia con "fueron hechos originalmente como cuarenta y dos gramos" es que son almas gemelas ;)

Angel of destruction ↯ Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora