—Ella es otra de las brujas —Zackarias Milton señaló a Elizabeth.
La chica, que detestaba que le interrumpiesen observó con odio al chico. Jonathan y Thomas, por seguridad, dieron un paso marcha atras.
—Si, ¿algún problema? —preguntó Eli, que ya estaba en posición de ataque con la mano abierta.
—Eh, tranquila pelirroja —le calmo su amigo.
Jonathan y Thomas dieron otro paso marcha atrás. Elizabeth levantó la mano, y tal como había hecho Eva el día anterior con Zackarias, derribó a su amigo, que cayó en el suelo abruptamente.
—Eli, recuerda, contrólate, solo haz la magia para el bien —le recordó Jonathan.
—Otra como la morena —se quejó el chico que había caído al suelo.
—Bueno, la rubia es la peor —afirmó Thomas, le tendió una mano al chico, y este la acepto y se levantó—. Soy Thomas.
—Sylvester —se presentó el chico, detrás de ellos Jonathan soltó una risita ahogada, que desapareció en el momento en el que Eli hizo un amago de hechizarle.
—Zackarias, el brujo de Pendle. Llamadme Zack —se presentó el chico rubio.
—Vaya si se lo tiene creído —murmuró Jonathan.
—Yo soy Eli, la bruja de Samlesbury junto a la morena, Eva y la rubia, Dani, y el es Jonathan.
—Ya se quienes sois. Todas las brujas y brujos del mundo saben quienes son las que derrotaron a Grace Sowerbutts —dijo Zack.
—¿Como lo sabeis? —preguntó Eli.
—Cada bruja y brujo tienen una bola mágica.
Elizabeth se arrimó a Thomas, que era uno de sus amigos que más estaba cerca.
—¿Por qué nosotras no tenemos una bola? —le susurró.
—También puedes verlo a través del cristal —continuó Zack—. Charlotte y yo estamos buscando los nuestros. A todo esto, ¿los vuestros donde estaban? Al parecer, los nuestros eran falsos en un principio.
Eli se sorprendió, ya que aquella historia le sonaba demasiado.
—En los cuadros —contestó Eli, a Zack se le ilumino la cara—. Pero según leí hace tiempo cada bruja los escondió en sitios distintos. Las de Samlesbury en cuadros, las de Pendle debajo de piedras...
—¿Enserio? ¡Gracias! —exclamó Zack, emocionado por su descubrimiento—. Tendremos que mirar debajo de las piedras, pero valdrá la pena.
—Os ayudaré —dijo Sylvester, antes de desaparecer junto a Zack dentro del ayuntamiento.
Los tres amigos se colocaron en circulo.
—Pero las brujas de la cafeteria tenían un cristal colgado del cuello —recordó Jonathan—. Según ponía en el libro todas los guardaron en los cuadros por seguridad.
ESTÁS LEYENDO
El secreto de Pendle Hill ✔️
Mystery / Thriller(Necesario leer 'El secreto de Samlesbury Hall) Puesto más alto- #18 en misterio/suspenso Un pueblo que esconde mas secretos de lo debido. Otro misterio aguarda a Eva, Elizabeth y Danielle. Después de haberse librado de aquella fuerza del mal que e...