LX. Daniel SW Wilkins

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—Vale, vale, contengamos la calma —dijo Eli, aunque entre todos, era la más probable en perder la compostura—

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Vale, vale, contengamos la calma —dijo Eli, aunque entre todos, era la más probable en perder la compostura—. No pasa nada, sólo son tatuajes, ¡tatuajes que no quieren irse!

—Cálmate —le ordenó Dani—. Son números romanos, no un enigma.

—Deborah tiene el siete, Melody el ocho, Eva el diecinueve, Dani el quince y Eli el veintiuno —apuntó Tyler en un cuaderno.

—¡Deja de apuntar cosas y haz algo útil! —le riñó Dani.

—Son los números de nuestros días de nacimiento —señaló Eva.

—Deborah lo tiene en el antebrazo como Dani, Melody en el hombro izquierdo, Eli lo tiene en la palma de la mano y Eva debajo de la clavícula —continuó apuntando el chico.

—¡Le doy! ¡Le doy! —Thomas agarró a Dani por la cintura antes de que le hiciese nada a Tyler, la chica se soltó de el bruscamente y volvió con sus amigas—.¿Y por que de repente esto? —preguntó Dani, al segundo Eli empezó a frotarle el brazo y la chica se quejó del dolor que le producía—. ¿Que se creen que somos? ¿Vacas del mercado? ¡Auch! ¡Eli!

—Mejor pregunta quienes son los que creen que somos vacas —dijo Eva—. Y no va a salir, es como una marca de nacimiento —Eva miro la marca del antebrazo de Deborah.

Melody dejó escapar por sus cuerdas vocales la risa más falsa jamás escuchada.

—Ah perfecto, me encanta, en serio. La señorita Martin me va a matar —se desesperó la joven—. Y no por mi, le da igual lo que yo haga, casi soy mayor de edad. ¡Pero Deborah tiene dieciséis! ¡Que digo! ¡Los cumple en noviembre, tiene quince!

—Calma, es un año menor —señaló Lilith.

—¡Para ella es un feto que aún no ha sido corrompido por mi!

—Tu espera a que le corrompa Dani —murmuró Zed—. Por cierto, no nos han presentado, soy Zed y tu eres muy mona.

—Soy Melody y no me interesas —respondió la chica.

—Yo Deborah, y por si acaso, soy dos años menor.

—Yo Lauren, y acabad con esto ya —dijo la chica—. Estamos aquí para descubrir un misterio, no para ligar.

—Exacto —Dani colocó una mano sobre el hombro de Lauren—. Para eso está Thomas.

—¡Eh! —exclamó el mencionado.

—¿Eh, que? —se enfrentó Dani, dio un paso al frente, quedando justo en frente de el—. ¿Me vas a decir que es mentira?

—¿Problemas del pasado? —le preguntó Deborah a Lauren.

—Si —contestó la chica.

El secreto de Pendle Hill ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora