El secreto de Pendle Hill ✔️

LXXIX. Sowerbutts

–Sowerbutts –repitió Jonathan–. Me estas diciendo que Grace Sowerbutts tiene un hermano y el muy subnormal viene a a mataros a todas.

–Esta bastante claro que la familia Sowerbutts no nos tiene mucha estima –concordó Eli–. Ya empiezo a ver algunas cosas, manchas y borrones.

Cuando Miranda y Samantha abandonaron la estancia, lo primero que hizo Eli fue abrir el pequeño frasquito y tragar el liquido, el brebaje bajó por su garganta con un sabor amargo y frío, sintió como si estuviese tomando un helado y se le congelase el cerebro. Cuando todos volvieron a la cafetería les contaron la escena y el plan, todos accedieron y juraron que no se dejarían tirados los unos a otros por nada.

–En este grupo nos valemos de la amistad, es un pilar fundamental –dijo Eva la noche del veintinueve de diciembre–. Gracias por este año a mis amigos de Samlesbury, quien lo diría, llegue ahí para quedarme tres meses y acabe quedándome medio año en otro pueblo –Eva sonrío–. Quien diría que encontraría a mis otros hermanos –Lauren también sonrío y le cogió la mano a su hermana–. Y que haría nuevas amigas y amigos. Gracias.

–Quien iba a suponer que nosotras éramos brujas, que descendimos de tres mujeres maravillosas que fueron juzgadas injustamente como millones más. No sabía lo que me esperaba este verano y que nuevas aventuras iba a tener –dijo Eli–. No sabia que me iba a quedar ciega, que iba a pasar por un mal momento y que iba a darme cuenta de que la gente con la que llevas toda la vida no acaba siendo del todo de fiar.

Todos miraron expectantes a Dani.

–¿Qué? –preguntó Dani, seguidamente se metió un trozo de pan en la boca.

–Eres una de las líderes, rubita –contestó Christian–. ¿No tienes palabras de animo? ¿Discurso?

Dani empezó a reírse.

–Ay, hijo, eso no va conmigo.

La siguiente en estallar en carcajadas fue Eva, y al final se le unió todo el grupo.

La primera imagen que captaron los ojos de Eli con total claridad fue la de sus amigos riendo.