Una profecía y un cambio de vida

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 Durante los meses siguientes no hubo muchas novedades, salvo que Voldemort reafirmaba su poder. Severus seguía en su bando, mientras que Lily compaginaba el cuidado de sus hijos con trabajos para la Orden del Fénix. Los muggles eran unos envidiosos, eso pensaba Severus. Como en el caso de su padre. Si los magos tenían poderes, eso los hacía superiores. Severus se sentía cómodo en su grupo de mortífagos. Allí era poderoso. Lo admiraban. Y para una persona que ha sufrido humillaciones, eso no tiene precio. Así pues, ellos eran su refugio. Pero sucedió algo que cambió esa situación para siempre.

Anteriormente

Severus se hallaba en el local Cabeza de Puerco, escuchando a hurtadillas una conversación entre Dumbledore y una candidata a profesora de Hogwarts, una tal Sybill Trelawney. Y esta última estaba haciendo una profecía en la mencionaba a Voldemort.

-El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes...

En ese instante, Severus fue pillado y lo echaron de allí. Se apresuró a contarle al Señor Tenebroso todo lo que había averiguado.

En la actualidad

El mago oscuro, tan interesado como preocupado, buscó registros de niños nacidos a finales de julio. Y se le ocurrió que la profecía se refería a Harry. Cuando le reveló sus suposiciones a Severus, este se puso pálido.

-¿Seguro que se refiere a ese niño? -preguntó-. Hay... hay otros nacidos en esas fechas.

-Ya, pero este es mestizo y es un varón. Es mi igual. ¿No lo ves, Severus?

-Pues... no, mi señor. Yo tengo muchas dudas.

-¿Ah, sí? Quien lo diría, con lo inteligente que eres. Pero bueno, con que yo lo tenga claro, todo arreglado. Debo acabar con él y así nadie cuestionará mi poder. Seré invencible.

-Perdone mi señor. Pero permítame repetirle que no me parece lo más acertado...

-¡¡Cállate!! -lo interrumpió Voldemort-. Ni se te ocurra cuestionarme.

Severus no sabía qué más hacer. Al marcharse, seguía sudoroso y al borde del desmayo. Él nunca se habría imaginado que esa profecía se referiría a sus hijos. ¡Y ahora Voldemort pretendía matar al niño! Al parecer, el Señor Tenebroso había buscado solamente los nacimientos de niños varones (le parecía que si era su igual tenía que ser un niño) y no se había dado cuenta de que Harry tenía una hermana melliza. Pero si iba a su casa, seguramente no se contentaría con matarlo solo a él, sino que terminaría con cualquiera que se interpusiera en su camino. Y si veía a la niña, tal vez con ella también.

Severus no sabía qué hacer, pero tenía que impedir que eso sucediese. Paseándose nerviosamente, se dio cuenta de que quien podía ayudarle era Albus Dumbledore, el director de Hogwarts.

-¡No me mate! -fue lo primero que le pidió Severus a Dumbledore cuando se encontraron, en la cima de una montaña.

-No pensaba hacerlo. Dime, ¿qué mensaje me traes de Lord Voldemort?

-Ninguno. No vengo de su parte. Quiero pedirle algo.

-Te escucho.

-Le he contado el contenido de la profecía al Señor Tenebroso y él cree que se refiere a... al hijo de Lily. Pretende matarlo. Señor, quiero que los proteja. A él y a su familia.

Dumbledore frunció el ceño. No estaba enfadado, sino pensativo.

-¿Por qué tanto interés? -preguntó-. ¿Por qué te importa tanto lo que les suceda?

La elección de Severus: Entre luz y oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora