En la mansión de los Malfoy, Igorovsky llevó a Sarah a la sala de reuniones. Allí, los mortífagos empezaron a sentarse frente una mesa rectangular, a la cabeza de la cual se hallaba Voldemort en un extremo; y en el otro, ella, de pie, con Iván Igorovsky agarrándola desde atrás. Era la primera vez que Sarah se encontraba en presencia del Señor Tenebroso, y la horrorizó su apariencia tan poco humana.
La muchacha observó a los mortífagos para no tener que mirar a Voldemort. Distinguió a Draco Malfoy, su compañero en Hogwarts. El chico parecía muy desanimado y apático. Casi enfrente de él, Sarah vio a Severus Snape, que la miraba con tristeza. Y de pie estaba Peter Pettegrew.
-¡Sarah! -exclamó este último-. ¿No me reconoces? ¡Soy yo! ¡Tu padrino!
La chica no lo recordaba.
-¿No te alegras de verme? -insistió Pettegrew, acercándose a ella.
-¡Quita! -le ordenó Voldemort-. No hay tiempo para sentimentalismos -luego miró a Igorovsky y le dijo-: Buenas noches. Así que ésta es la niña Potter.
-Sí, mi señor -respondió Iván-. No se preocupe, pronto le traeré a la madre también.
Voldemort sonrió.
-¿Qué te ha pasado, Igorovsky? -le preguntó-. ¿Te has quemado?
Iván puso cara de pocos amigos. Le tiró a Sarah del pelo y dijo:
-Me lo ha hecho ella. Pero también se ha llevado lo suyo.
La muchacha llevaba puesta una camisa blanca, cuya manga derecha estaba rota y manchada de sangre. En su falda azul también se percibía una mancha roja. Y además, tenía cortes en la mejilla derecha y en la mano, por donde aun sangraba.
Voldemort se levantó, acercándose a Sarah.
-Puedes sentarte, Igorovsky -dijo el mago oscuro-. No vaya a ser que te vuelva a quemar -varios mortífagos rieron-. Ahora yo me ocupo - Voldemort percibió el terror en el rostro de Sarah y añadió-: Tranquila, pequeña. Si respondes a mis preguntas, no te pasará nada malo.
El Señor Tenebroso se colocó detrás de Sarah y la sujetó, preguntando:
-Bueno, dime: ¿Dónde está Harry?
-No lo sé, señor -respondió Sarah.
Voldemort sonrió y comentó:
-Querida, creo que no me has entendido bien. He dicho que no te pasará nada si respondes a mis preguntas. Tienes que proporcionarme información. ¿Lo entiendes?
-Sí, señor, pero es que no la tengo.
El Señor Tenebroso ya no sonreía. Le tiró a Sarah de su cabello pelirrojo, y acto seguido, le apuntó a la espalda con la varita y dijo:
-¡Crucio!
La muchacha gritó y se apoyó en la mesa, evitando caer al suelo.
-¡¡Señor, escúcheme! -pidió ella-. ¡¡Por favor, déjeme hablar!!
-¡Claro, bonita! -respondió Voldemort, con falsa amabilidad-. ¡Eso es lo que quiero! ¡Que hables! Cuéntame: ¿dónde está tu hermano?
Sarah se incorporó y dijo:
-Señor, llevo años sin ir a Hogwarts.
-Claro, esa es tu excusa -comentó Voldemort-. Llevas años sin ir a Hogwarts y no sabes nada de él. Pues mira, niñita, tendrás que esforzarte más, porque no te creo. No os habéis enviado ni una sola carta, no os habéis reunido ni una sola vez en esos años... No. Eso no me lo creo.
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La elección de Severus: Entre luz y oscuridad
FanfictionUn joven Severus Snape, de 19 años, se ha adentrado en las Artes Oscuras, pero duda si dejar ese camino, ya que tiene la oportunidad de volver a acercarse a Lily. Años más tarde, Voldemort amenaza con matar a todos los seres queridos de Severus. ¿Lo...