La elección de Severus: Entre luz y oscuridad

Los Carrow

Sarah durmió toda la noche y toda la mañana siguiente de un tirón. La poción había sido muy efectiva. Cuando se despertó, vio apiladas sus pertenencias al lado de la cama; sus libros y ropa, entre la cual se hallaba un nuevo uniforme de Hogwarts.

-¡Por fin se ha despertado, señorita! -dijo una voz aguda.

La muchacha vio a Dobby a los pies de la cama.Llevaba una bandeja con comida.

-Señorita Potter... -siguió hablando el elfo-. Dobby se alegra de verla.

-Yo también me alegro de verte.

Sarah había acabado de comer cuando Severus entró en el cuarto. Justo entonces, Dobby se desapareció, pues no quería encontrarse con el nuevo director.

-¿Dónde está Harry? -le preguntó Sarah a su padre.

-No tengo ni idea -contestó Severus-. Creí que tú lo sabrías.

-No. Yo creía que lo sabrías tú. Que te lo habría contado Dumbledore.

Severus negó con la cabeza.

-Dumbledore le encargó una misión para derrotar al Señor Tenebroso -explicó él-. Pero no sé cuál es.

Sarah se quedó pensativa.

-¿Por qué Dumbledore no nos contó nada?-inquirió-. Podríamos haberle ayudado.

-No lo sé, Sarah. Nos encontramos en una situación en la cual tener demasiada información puede ser peligroso para nosotros. Puede que haya sido por eso.

Sarah no lo dijo en voz alta, pero para sus adentros, pensó que Dumbledore la había minusvalorado. Harry era el que debía realizar misiones, como si ella no fuera capaz.

-Sarah, tienes que saber cómo es Hogwarts ahora -comentó Severus.

Agitó la varita para acercar una silla a la cama de su hija. Se sentó y explicó:

-Hay dos profesores mortífagos: los hermanos Carrow. No estaban ayer en la mansión de los Malfoy porque se quedaron al cuidado de la escuela mientras yo me ausentaba. El Señor Tenebroso se ha infiltrado en Hogwarts. Yo protegeré a los alumnos,pero debo fingir que sigo sus órdenes, porque si no, pondrá a otro de director, a otro que realmente esté de su parte. Ayer no te llevé a la enfermería porque se supone que te traigo a Hogwarts a torturarte.

Sarah asintió con la cabeza.

-Ya que estás en el colegio, asistirás a las clases -añadió Severus-. Diré que quiero que aprendas para desempeñar mejor las labores que te ordeno. Comerás con tus compañeros, pero luego vendrás aquí, al despacho. Si quieres ir a algún otro lado, tendrás que pedirme permiso. No puede parecer que te doy libertad.

-De acuerdo.

-Y no me vengas llorando cuando sea duro contigo delante de los demás. Si no soy lo suficientemente duro,querrán mandarte presa al sótano de los Malfoy.

Sarah se ruborizó, creyendo que su padre la consideraba una blanda, una cobarde.

-Hogwarts es peligroso ahora -añadió Severus-. ¿Conocías a la profesora Charity Burbage?

-Sí.

-Pues el Señor Tenebroso la ha matado por sus ideas sobre los muggles.

Sarah lo miró, aterrorizada.

-Debes entender cómo son las cosas -dijo Severus-. Pero si me haces caso a mí, no te pasará nada. Haz todo lo que yo te pida.

-De acuerdo, padre.