"APOLO 182"

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"Estar aquí con Denia... No podría ser mas perfecto." Mi pelo forma una sombra en mi cara que provoca que no se vea mi sonrisa. "Ahora todos nos veran, pensaran que estoy dando las clases presenciales con ella, y haga lo que haga no sospecharan."

-Si crees que no se que estas pensando, te equivocas. -Trago. "¿Me ha pillado? No, es imposible que sepa lo que pienso." -Seguro que piensas que si nos ven juntas podrás ser tu misma con mas facilidad. -Baja un poco sus gafas. -¿Me equivoco?

"Joder... ¿Lee la mente o que."

-No simplememte te hago un favor.

-Por el que yo te hago a ti. -Besa mi mejilla. -Gracias Becs. -Baja y comienza a caminar en dirección a la plaza, allí es donde todos nos reunimos hasta que tenemos que entrar.

"Me quedaré aquí con la música hasta que tengamos que entrar, paso, necesito pensar... Necesito saber que coño estoy haciendo. ¿Que pasa con ella? ¡JODER!." Pego al volante.

-¡AAHH! "¿Como ha aparecido? Asi derrepente, es imposible, y... ¿Por que la intereso tanto? No lo entiendo."

Dos toques en mi ventana me despiertan. -Becs, la sirena a sonado.

-¿Me vigilas o que?

-Si. -Abre la puerta y tira de mi brazo. -Vamos. -Señala el porton mientras me empuja.

-Si señora. -Hago el tipico saludo militar.

-Deja de hacer el tonto.

-Su majestad. -La habro la puerta.

"Dios mio esto es mas aburrido que un dia de Misa..."

-Tras aquello nuestros padres Los Gobernadores Paulo, Marco, Rose y Maria fundaron esta gran monarquia que aqui nos prevalece. -Me esta mirando, como respuesta la saco la lengua. -Para mañana quiero que me traigais el trabajo de Maria. Salto, hasta mañana. -Todos se van y yo no voy a ser menos. -Señorita Rebeca usted ahí quieta, quiero hablarla.

-Puedes hablarme en las presenciales esta tarde.

-No, ahora.

Bufo. -Bien usted dirá.

-Quiero que hagas el trabajo debes ser una alumna mas.

-Y... ¿No lo soy?

Se coloca las gafas levantando la vista. -Sabes que no, no es asi. -Respira profundo para despues levantarse. -Intento ayudarte Beca. -Me mira. -No me lo pongas dificil. -Amenaza a lo que yo respondo con un leve... "Esta bien" -Ahora nos vamos a tu casa.

-¿Tengo que llevarte? -Asiente.

Estamos en el coche y el silencio es algo extraño en ella, siempre esta hablando, siempre tiene algo que decir... Hoy encambio, nada.

El sol chica en mis ojos, por ello bajo mis gafas en negreciendo mi vista por completo.

-Quiero aprovechar para decirte algo... "Lo sabía raro en ella mantenerse callada." -Aún no te he dicho por que te sigo.

-Pues dime.

-Dentro de poco estan las pruebas de supervivencia, aunque sean de los Rays teneis que hacerla todos. -Asiento. -Quiero que mientas.

-Es imposible mentir en esas pruebas. "Es cierto son tan meticulosos que engañan a tu cerebro para sacar todo."

-Lo se por eso te voy a ayudar.

Asiento mientras nos bajamos. "No entiendo tanta ayuda, no me explica lo que quiere."

-Pasa tú primero, es tu casa.

-¿Tanta amabilidad?

Entramos encontrandonos con mi madre, ella solo sonrie y asiente dando las buenas tardes a Denia. A continuación nor sive la comida y da probecho. 

La comida... Bastante normal han hablado, comido y bebido vino. Mientras ellas terminaban yo simplememte me he dedicado a estudiar.

-¿Se puede?

-Si.

Cierra la pierta y se acerca. -Te traigo café. -Sonrie.

Cojo la taza. Un leve gracias sale de mis labios.

Entonces empiezo a notar sus manos en mis hombros. "¿Esta masajeando? Si... Mmm... Se siente bien."

-¿Sigo? -Asiento. Sus manos acarician mi piel, llevo tirantes. A veces acaricia con los pulgares mi cuello. -¿Te estas relajando? -Emito un leve movimiento el cual la indica que siga.

"¿Que haces?"

Despierto de ese paraiso para levantarme y encontrarme con sus ojos. Agarro la mano con la que me masajeaba y la aparto con cuidado.

-Deberia irse. -Sus ojos se abren, acto seguido agacha la cabeza y asiente caminando en silencio.

-Adios... -Oigo al final de las escaleras.

Me hecho en la puerta dejando caer mi peso poco a poco. "No se que pasa con ella."

En fin mañana son las pruebas... Suspiro. "Debo pasarlas como sea."

Me heche en la cama pensando en las contestaciones concretas, que debía decir y que no...