Encuentro, recuerdo, perverso...

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Somos sangre de la sangre, pequeños piojos convertidos en monstruos, en ciertas ocasiones pervertidos.

Niño duerme para un día crecer, no te despistes al mirar atrás, arrastrarme por donde tu me sabes llevar.

-Eres una blanda. -Me agarra de los brazos de forma inconsciente posando si peso sobre el mio. -Vamos, retiralo. -Parece que discutimos pero no, no es así, al contrario, jugamos. -Reconocelo de una vez Becs. -Pucheritos.

-Venga sueltame. -Suplico. -Vale vale... Lo reconozco. -Ella me guía por los pasillos del colegio, es de noche y no debieramos estar aqui, pero es cosa de niños. -¿A donde vamos?

-Ya lo veras... -Junta nuestras manos y asi poder seguir con su guia.

-¡¿Que hacen aqui?! -"El padre San Rouse" -Les echo una pregunta. -Ninguno quiere contestar, nos limitamos a mirarnos. -¿Y bien?

-Padre San Rouse solo queria enseñarle a Beca el trabajo que terminamos con la profesora Maria. -Nos observa detenidamemte.

-¿No me mentiras... Verdad Hanna? -Siento que algo no va bien. -Beca vete con tus padres, tu hermana ira en cuanto acabe la tarea.

-No Becs quedate por favor. -Suplica agarrando mi brazo. -Por favor.

Soy empujada al pasillo por el padre San Rouse, me queda mucho camino por recorrer en aquel sombrio colegio, algo me dice que no deje a Hanna.

-¡AAAHHH! -Juro que voy lo mas rapido que puedo, pero ahora parece interminable. Soy solo una niña...

Hanna sigue gritando y parece que por mas que corro no avanzo. Cada vez el pasillo es mas oscuro y los gritos mas cercanos.

-Estate quieta Hanna, siempre, te ha gustado. "¿Por que no consigo avanzar?"

Lo peor de ser un niño es no poder actuar, se que la hace daño, ¿pero que hago? no soy lo suficiente grande como para poder tirarle. 

"Sois unos pecadores cada uno de vosotros, lleváis la manos de Dios como héroes, como santos, no todo el mundo sabe vuestra realidad, vuestra forma de pensar tan asquerosa y deprimente. Esa forma de creerse superiores ante una verdad muy distinta."

-Hanna... ¿No dirás nada verdad? Sabes lo que pasa cuando las niñas mienten... ¿Verdad que si? -Ojala no se hubiese abierto aquella puerta. -Buena chica ve con Beca. -"¿Que ha pasado?" 

Nadie se atreve a decir ni una sola palabra, incluso ver a mi hermana magullada, llorando me impide preguntar, solo soy una niña... 

El primer corte puedo verlo a través de la mirilla, reconozco que cierro los ojos al ver como la cuchilla corta despacio dejando un rastro de sangre que poco a poco se abre paso. Se que esta mal, se que sufre, se que el dolor de si misma lo ahoga su auto-lesión. Me gustaría conseguir el valor suficiente para entrar y pararla, pero no lo tengo, ni siquiera se si debo. 

Me apoyo en la puerta escuchando como balbucea, como ronca preguntándose "¿por que?" estoy con ella, aunque ella no lo sepa, no me pienso mover de la puerta. Me dolía la cabeza de tanto llorar, pensar... Es tal el dolor que siento, mi propia respiración se dedica ahogarme. 

Cuando salió, sus propios ojos mostraban ese agotamiento, ese tipo de agonía en los que ves que realmente ha pasado por algo bastante duro de contar. De echo por ello ni siquiera se percata de mi presencia, solo camina manchando todo el suelo con ese rastro rojo el cual debería estar dentro de ella. 

Sigo sus pasos para solo poder observar como se tumba en la cama de espaldas a mi, y solo agregar un pequeño susurro que se pierde entre esas paredes. "No se lo digas a papa y a mama por favor" Su voz tiembla en ca letra, instintivamente asiento y abrazo su cuerpo. 

"Prometo cuidarte" Graciosas palabras para alguien que solo sea quedado mirando. 



"APOLO 182" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora