VĪĪ

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-Bien pues... ¿Nos vamos? -Sonrio. "Esta mujer saca lo mejor de mi."

-Agradezco tu amabilidad. -Arranco.

-Si deberias. -Denia se queda callada mirandome en silencio, entonces comienzo a reir mirando su cara. -Y vas y te lo tragas. -Sigo riendo como una histerica.

-Así... -Veo como sus manos pasan a mi pierna, acariciando con delicadeza sin dejarme pensar. Trago tanta saliva que tengo la boca seca. -Ahora vuelves a dejarme mal.

"Esta claro que estoy perdiendo la cordura con ella. He llegado aún momento que dudo de quien soy... La miro solo un segundo y mi tiempo se congela en sus labios."

"Ese momento en el que pude al fin besarlos, mis manos acariciando su cuello todo tan lento... Fue por fin besarlos y el tiempo ir tan rápido, movimientos rápidos como guiados por el viento."

Estamos en clase "y sigo perdida" demasiado... Tanto que ni llego a concentrarme lo suficiente como para que al menos no se note mi pérdida mental.

"Solo pienso en ti." Mi mente solo refleja imagenes de ella, sea guardado en mi cerebro con tal rápidez.

Solo me entero del salto por que los demás se han levantado. Y como si el tiempi jugase con mi vida mis pasos en el pasillo se hacen cada vez mas lentos, oigo cuchicheos que ni siquiera importan. Estoy tan sumergida.

Levanto la mirada para poder ver el frente, las perdonas de mi alrrededor son solo algo más de esta decoración, algo que convina a la perfección. Incluso las bolas de papel que se tiran pasan con tanta lentitud por delante de mi que podría agarrarlas.

"Me siento como si volara."

La veo, sus pasos son tan acertados, tan ligeros. Al pasar por mi lado se queda grabado en mi mente su sonrisa, y el roce de su mano izquierda en la mia.

Pongo música en mis oidos por lo que llega acontinuación ese gran momento en el que nos convertimos en algo para la sociedad.

Camino declarando la guerra a mi destino, tengo tanto miedo, sudo y respiro costosamente, aunque no lo suficiente para que los demás no se den cuenta.

Fuera de la conplu el campus esta repleto por todos los estudiantes. "Hay tantos..." Todos sonriendo esperando su momento con tal tranquilidad.

"Soy la única que tiene miedo."

-A todos los alumnos, en cinco minutos comenzaran las pruebas. Recuerden sean sinceros. "¿Por que vivimos en una sociedad que controla hasta nuestros pensamientos? No paro de sudar... Tengo miedo aunque en el fondo estoy tranquila."

Me apoyo en el cesped y miro al cielo, esta nublado pero aun asi es precioso, como las nuves compiten con las blancas. Como ese perfecto azul se extiende dejandote imaginar, soñar... Solo una mirada para sentirte libre. "Se siente tan bien..." Respiro hondo dejando que mi cuerpo descanse.

Despues de unos 20 minutos oigo mi nombre.

Me levanto despertandome  de la perfección de ese sueño, la libertad.

Camino con la mirada de todo el mundo. Entonced levanto la vista. No me miran a mi si no a una chica. Ella grita mientras dos guardias la empujan, llora y suplica, pero estos no tienen compasion, solo la gritan empujandola. Ahí el tiempo llega a una lentitud extrema, incluso su pelo con el empujon se queda congelado, su expresión de miedo... "¿Que haran con ella?" seguro que se pregunta lo mismo.

"No agunto mas." Su llanto se clava en mi de tal forma que mi cuerpo reacciona corriendo contra los guardias, deteniendose delante de la chica. -No la toques. -Con mi mano extendida hacia el para que no se acerque amenazo. -Dejala en paz.

El cielo gris, mi mano extendida hacia el, la chica ahí tirada llorando y bajo todos los ojos de los jovenes universitarios.

Uno de ellos gruñe acercandose. -Te he dicho que la dejeis en paz. -Grito sin moverme. "No tengas miedo." "¡PUEDES!" Me giro acariciando a la chica, tumbandome a su lado posando su cabeza en mi pecho intentando apaciguarla. -Ya esta tranquila.

-Eres una Desertora. -Grita uno de ellos levantando la porra. El tiempo sigue parado. Mi ojos amenazandole con las venas casi saliendose de mi cuello, los dientes apretados y a punto de gritar. El corriendo hacia mi con el levantamiento de su brazo derecho.

Cuando esta a punto de tocarme, observo a Denia delante de mi protegiendonos. -Basta. -Los guardias intentan hablar pero Denia les interrumpe echandolos. No hacen falta palabras. Su mano se apoya en mi hombro, es suficiente para poder respirar y que el tiempo vuelva a du lugar. -¿Estas bien? -Pregunta a la chica quien aún se mantiene en mis brazos. Ella solo asiente para esconderse de nuevo entre mis brazos.

-Gracias. -Susurra...

"No hay por que."

-Vamos Becs yo la cuidare tu debes ir. "Me fio de ella, se que con ella estara bien."

Abro las puertas de mi destino. Enfrentandome a todo.

Solo veo los cables pasando lentos por delante de mis ojos, mi vena izquierda inchada y clavada por un aguja que poco a poco adormece mi cuerpo.

"Un paraiso."

Mi mente proyecta todo tipo de paz que se pueda tener un lugar solitario, con pajaros extraños, animales que me observan desde lo alto.

El cielo azul proyectado en el agua, el viento soplando despacio, acariciando...

"Mi mente esta demasiado relajada."

Aparece ella. Su sonrisa.

La elimino con tanta rápidez que rezo en mi interior por que no la hayan visto.

Me despiertan quitandome todo. La prueba a terminado. "Estoy desorientada si la han visto... Nos descartaran a las dos." Me levanto con seguridad y comienzo a caminar con los ecos de los llantos de los que no han aprobado, los que serán apaciguados, desertados, y colocados en algún otro lugar lejano al nuestro.

"No se puede vivir así."

Según abro la puerta esta ella, la miro y continuo caminando, como si no me importara, aunque oigo sus tacones...

"Algo me a pasado."

Intento no llorar. Intento seguir caminando sin mirar atras.

Miro.

Agachando la cabeza y caminando.

"APOLO 182" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora